1. Los nuevos vecinos

6.7K 226 36
                                    

Me encontraba bailando y cantando, mi gato mirándome raro y maullando pero yo estaba tan enfocada en la letra que no le presté atención. 'Good for you' de Selena Gómez sonando de fondo por todo mi cuarto, despertando mi ánimo y moviendo mis caderas al ritmo de esta música tan pegadiza, por lo menos para mi.

¿No tenéis alguna canción que os recuerde a algo en especial?

Yo si.

Utilicé el palo de la escoba para cantar a todo pulmón mientras limpiaba todo este desorden.

—¡Rachel! ¡Deja de cantar y ponte a limpiar si no quieres quedarte sin fiesta en tu cumpleaños!— el grito de mi madre se hizo notar por encima de la música.

—¡Mama! ¡No sabes apreciar mi talento!— chille mientras bajé de tono la música.

Escuché las pesadas zapatillas de mi madre venir hacia mi cuarto y continué limpiando. Cuando entró, se quedó en el marco de la puerta, mirándome desafiante.

—Tu único trabajo ahora es limpiar esta pocilga, no te estoy pidiendo que vayas al jardín y arranques las malas plantas, pero si quieres te mando hacer eso— dijo y negué agitando mi cabeza varías veces.

—¡Está bien!— gruñí y la eché de mi habitación gesticulando con la mano pesadamente.

Horas después, me encontraba sentada en mi escritorio, dando vueltas con la silla sobre mi misma,  contemplando el hermoso atardecer de tonos amarillentos y anaranjados, esos colores tan bonitos que me inspiraban al escribir. Tecleé en mi ordenador variedad de capítulos provenientes de novelas inventadas por mi, mientras de fondo se escuchaban millones de canciones en inglés. Un extraño ruido me hizo volver la vista por la ventana y me sorprendí al ver una familia en el jardín con un montón de muebles y cajas.

¿Mudanza?

Arrugué mis cejas y examiné más detenidamente a la familia. Había una señora de unos treinta y cinco años aproximadamente, un señor que parecía rozar los cuarenta. Era bastante guapo para su edad, si no estuviera casado le presentaría a mi madre. Solté una risita e hice desaparecer esas patéticas escenas de mi imaginación. Una voz infantil captó mi atención, era un niño rubio y bastante joven, tendría la misma edad que yo.

Vaya, nuevos vecinos.

Abrí los ojos exageradamente cuando el niño se volteó hacia la madre y logré verle la cara.

No puede ser.

Esto no podía estar pasando.

Es un maldito sueño.

Era el hermano menor de Alejandro, el chico que me gustaba.

Observé al niño, rogándole a Dios que fuese una de mis alucinaciones y que mis ojos se estuviesen equivocando pero, como si quisiera contestar mis plegarias, un chico alto, moreno y demasiado guapo entró por la puerta trasera hacia su familia. Tenía los brazos tatuados, su semblante serio, como el de su padre. En cambio, el hijo menor poseía una enorme sonrisa en su rostro, como la madre.

No, por favor.

Quedé petrificada cuando se posicionó de forma que le veía de perfil.

Era él.

Era Alejandro.

Probablemente os estaríais preguntando, ¿quien demonios era Alejandro? Bueno, el chico más popular de todo el instituto.

Recuérdame por siempre *EDITANDO*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora