19. La noche

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Nota de la autora: Antes que nada mis queridos amores, no se vosotros pero yo siempre miro las fotos que pone la escritora en los capítulos.

Bueno, la que acabo de poner se ajusta demasiado bien a este capítulo, si también por el beso.

¿Spoiler? Tal vez.

Os dejo que sigáis leyendo. A disfrutar, nos veremos cuando el capítulo se acabe.

19. La noche

Envuelvo la toalla por mi cuerpo y escurro mi pelo, las gotas cayendo por mi pecho hasta llegar a la toalla y desaparecer. Suspiro mirándome en el espejo.

Se que él está en la habitación. Y probablemente sin ropa.

Alejandro me dijo que podía usar este baño y ducharme tranquilamente, que él utilizaría el del pasillo.

Me cepillo los dientes y mientras, por mi mente vuelan escenas en las que Alejandro me besa o me echa de lado. O las dos a la vez.

No debí haber venido.

Estoy en la boca del lobo.

Me pongo la camisa negra que me ha dejado y mi pantie del mismo color. No llevo sujetador y eso es muy peligroso estando con él cerca, pero no me gusta nada dormir con el sujetador. Además, no se transparenta así que no se me verá nada.

Me peino y cojo la toalla entre mis manos.

¿Que hago? ¿La echo a lavar o la dejo donde estaba?

Cálmate, estás muy nerviosa.

No, estoy perfectamente.

La echo al cesto de la ropa y me agarro al borde del lavamanos.

Claro, por eso andas como un pato mareado y te sudan las manos aún acabando de ducharte.

Me lamo los labios y suspiro, vale, tal vez si que esté nerviosa. Las piernas me tiemblan y no sé andar.

Tomo una bocanada profunda y abro la puerta del baño. La oscuridad de la habitación inunda mis ojos y pestañeo varias veces tratando de buscarle entre la poca oscuridad. Le encuentro sentado en la cama y su espalda apoyada en el cabecero de la cama, en su mano tiene un cigarro. Apago la luz del baño y me siento en el borde de la cama.

Toso cuando el humo del cigarro estampa en mi cara, —¿De verdad tienes que hacer eso?— trago grueso y pongo cara de asco.

—Si— responde como un robot y yo suspiro.

Su actitud de: "amable, después romántico y ahora frío" Me está empezando a cansar.

—¿De verdad tienes que ser así de frío arrogante?— arrugo mis cejas y él se lame los labios.

Alejandro no dice nada así que me le quedo mirando sin pestañear. Su pelo esta mojado, no lleva camisa, solo un pantalón de tela negro. Miro disimulada-mente sus abdominales y me lamo los labios cuando miro esa V perfecta que tiene en su vientre. Recorro todos sus tatuajes con la mirada y me doy cuenta de que mi respiración es un desastre.

—Vale— me rindo y me cruzo de brazos , —Inestable...— susurro por lo bajo.

—¿Como me has llamado?— su voz sigue siendo fría.

—Inestable— contesto, —Parece que tienes desequilibrio emocional.

Vacila antes de hablar y me mira de reojo, —Que imaginación más buena tienes.

—No te entiendo, lo intento pero no puedo.

—No te he pedido que lo entiendas, ni lo intentes— contesta y la sangre va a mi cara.

Recuérdame por siempre *EDITANDO*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora