8. El hospital

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Luz muy blanca...

Eso es lo primero que vi al despertar, mis ojos parpadearon varias veces, tratando de acostumbrarse a esa luz tan cegadora y clara, pasando de una visión borrosa a una clara. Enseguida vi el techo repleto de baldosas blancas, mi oído captando un sonido extraño. Parpadeé incómoda observando a mi alrededor sintiendo mis ojos húmedos.

¿Que pasó? ¿Donde diablos me encontraba?

Miré hacia la puerta y vi a personas con batas y camillas ir a toda prisa.

¿Un hospital?

Una ola de mareo y calor me recorrió el cuerpo en cuanto traté de organizar mis pensamientos. Era extraño, solo recordaba cuando estaba en el club, como Alejandro casi me besó... Y lo último es llorar y gritar al hombre que tenía encima mío que me soltase. Cachetada, un chico tirándose encima del hombre...

Luego un agente de policía, el sonido de las ambulancias... papa...

¿Y?

Oscuridad.

¿Me desmayé?

Volteé la cara a mi derecha y me encontré a Alejandro en la silla con la cabeza tumbada en mi cama y su mano cubriendo la mía. Estaba acostada en una camilla, una vía intravenosa en mi brazo derecho.

¿Que hacia el aquí?

Mejor dicho, ¿que hacía yo aquí?

Traté de mover el brazo derecho, con miedo de sentir el dolor agudo de la última vez que me pusieron una vía. Sin embargo, el fuerte dolor me hizo gemir y detenerme.

Malditas vías.

Me incorpore lo más que pude y comencé a llamar a Alejandro en susurros. Movió su cabeza de un lado a otro y gruñó. Sonreí en cuanto me di cuenta de lo guapo que se veía incluso dormido. Me quedé observando embobada. Su pelo estaba desordenado y, cuando él movió la cabeza, su pelo acarició la suave piel de mi brazo, como si fuese una pluma.

Grité su nombre y él dio un pequeño. Su primer instinto fue mirar si estaba bien. Al asegurarse de eso y verme despierta, sonrió, —Ya estás despierta...— apretó mi mano con delicadeza.

Le regalé una sonrisa. Sin embargo, una punzada cruzó mi lado izquierdo de la cara, causando que gimiese de dolor, —¿Por que estoy en el hospital? ¿Donde está mi madre? ¿Cuanto llevo dormida?

—Te quedaste inconsciente y te llevaron al hospital para tenerte vigilada. Tu madre está en la cafetería tomándose un café y tratando de tranquilizarse. Y llevas dormida poco, solo has estado aquí nueve horas.

Asentí lentamente, —¿Como supiste que estaba en ese callejón?

—Nos peleamos ahí, volví y vi que Tessa estaba muy nerviosa buscándote. La dije que nos habíamos peleado y tú habías ido por ese callejón. Ella me gritó y me dijo que como pude dejarte sola ahí. Me puse nervioso y fui corriendo a buscarte, escuché como gritabas y me tiré sobre él, supongo que Tessa averiguó dónde estabas porque tenía tu ubicación en el móvil...— tomó mi mano, la preocupación visible en su rostro, —Lo siento, no debí dejarte sola en ese lugar oscuro, debí haberte obligado a venir al club por muy enfadada que estuvieras conmigo.

—La culpa fue mía por seguir por ese camino en vez de volver al club— me senté en la camilla. Tenía el cuerpo entero adolorido.

Vi a un doctor entrar por mi puerta y sonrió al verme despierta, —Vaya, si ya estás despierta— me dio una sonrisa cálida y yo se la devolví, —Mi nombre es Alejandro.

Recuérdame por siempre *EDITANDO*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora