Parte 14

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No podía creerlo. Simplemente era una estúpida, una completa. ¿Oh media? Daba igual porque, al final de al cabo, había herido de alguna manera a Amîr. Aunque lo dudaba, él parecía el hombre de hierro.

Pero, ¿De verdad había dicho el nombre de Ramón? Ni siquiera lograba recordar un sueño con él. Al menos no anoche... Era como estar en blanco. Como si mi cabeza hubiese dicho: "Bien, hagamos esto y que se joda lo que tiene con Amîr. Al final, Ramón es el mejor... Pero mañana no lo recordarás"

Patrañas.

Eso era un asco, y por mucho.

-¿Amîr? -Dije y él ni se inmutó ante mi voz. Me acerqué más a su asiento y a la pequeña mesa que estaba frente a él. Donde tenía apoyado ambos brazos mientras tecleaba en su móvil algo que parecía, a simple vista, importante-¿Podemos hablar?

Suspiró pesadamente y se inclinó hacia atrás, quedando apoyado en el respaldo del sillón mientras fijaba su vista en mí.

-¿Sobre qué?-Dijo y me sorprendí al escuchar su voz. No era ni dura, pero tampoco suave.

No era común en él.

-Sobre...-Oh bueno, sobre lo de anoche cuando fuiste gentil conmigo y yo de tonta pronunció el nombre de alguien más. Para rematar, mi ex-novio. ¡Ah! Y que todos lo oyeron y me creen una estúpida. -Sobre como actuaremos en mi casa.

Me observó detenidamente antes de encogerse de hombros y contestar con un:

-Lo que somos

Sabía que diría eso, pero... ¿Qué éramos en ese momento? ¿Esposos amigos?oh ¿Esposos enemigos? Porque dudaba mucho que ahorita yo fuera de su agrado.

-¿Y qué se supone que somos?-Me vió con cara de: "¿Eres idiota o te haces?" Oh simplemente era yo. No lo sé, pero estaba irritado con mi pregunta. Luego negó con la cabeza y volviendo su vista a su móvil, respondió.

-Una pareja de esposos que tienen problemas... ¿Oh me equivoco?

-No-. Respondí. Porque al final, eso era más razonable. Pero, ¿Un recién matrimonio con problemas? ¿Acaso era posible? ¿A mamá y a papá les sucedió lo mismo? Sí fue así, sentía alivio por una parte. Pero si no, ya estaba haciéndome a la idea de que no me dejarían tranquila hasta saber el por qué de nuestros desacuerdos. Aunque, esta vez había Sido la molestia por mí culpa. La mía, la de mi boca y la de mi cabeza que, aún no entiendo, porque Ramón vino a mi memoria.

Volví a mi lugar sin emitir otra palabras más. Me dediqué a ver a través de la ventana y dejar que Amîr tuviera su espacio. Me sentía una total idiota, y posible lo era. Pero, ¿Qué hacía yo? Terminé con Ramón mucho antes de la boda, por cuestiones personales y... Y ahora estaba aquí. Casada. Con él. Y era obvio que una parte de mi seguía pensando en Ramón. Dicen que el primer amor nunca se olvida. Tal vez porque te destroza el corazón, o porque te lo marca de una manera maravillosa. Aunque, cualquiera de las dos, te marca.

No me percaté de cuánto tiempo había estado viendo a través de la ventana, ni mucho menos en qué momento habíamos aterrizado. Alcé la vista y observé cómo Amîr intentaba decirme algo, pero al ver que ya no seguía en mis pensamientos, solo me dió una mirada que me decía que quería que lo siguiera, o eso suponía yo. Me levanté de mi asiento y lo seguí hasta el exterior. Cerré levemente los ojos al sentir el cambio de luminosidad. Adentro había luz, pero no como la que hacía aquí.

Hicimos todos los procesos correspondientes y al salir del aeropuerto, una camioneta negra nos esperaba ahí. Amîr se acercó al señor y recibió las llaves a la vez que intercambiaban unas palabras. Mi maleta y la de él la dejaron en la parte trasera y me subí cuando él lo hizo. No era una idiota para quedarme afuera del carro.

Me coloqué el cinturón de seguridad y no dije absolutamente nada. Ni cuando la emoción se hacía presente en mi sistema nervioso por cada calle que nos acercamos a mi casa. Hasta este momento, me dí cuenta de cuánto lo había extrañado. Mi casa. Mi hogar. Mi familia. Tenía tantos recuerdos ahí, que no sabía cómo había soportado todo este tiempo el estar lejos de ellos. Los extrañaba muchísimo. Y más, porque en la casa de Amîr no había más que problemas. Âkir actuando un poco extraño. Akram y Kala peleados... Y mi cuñada y suegra tenían sus propias cosas que hacer.

Estaba casi sola.

Lo único que sentía, o extraña de allí, era a Ares. Kala me había asegurado que lo cuidaría, y sabia que así lo haría.

-¿Estás lista?- Observé la casa que se erguia frente a nosotros y sonreí.

-Siempre-. Respondí. Porque era verdad. Siempre estaría lista para entrar a mi casa. Al único lugar que por el momento, podía llamar hogar.

Abrí la puerta y me bajé de un solo movimiento. Sonreí y me dirigí hacia la parte trasera del carro para sacar mi maleta, sin ver si Amîr venía detrás de mí. Estaba segura que mis padres no tardarían en salir, claro, mi madre porque papá debía estar viendo algún partido en la Tv.

-¡Savannah!-Escuché la voz de mi madre cuando Amîr se digno a abrir la cajuela del carro. Agarré mi maleta y luego, ignorando la presencia de Amîr, caminé hasta la entrada de mi casa.

Mamá vestía un vestido floral. Llevaba un gorro de lana en la cabeza que le hacía juego con el vestido. Tenía esa sonrisa ariñosa que siempre suele darme, y yo no podía sentirme más que en casa.

-Mamá-. Susurré cuando mis brazos la rodearon en un fuerte, pero para nada lastimoso, abrazo.

-Mi niña... Estábamos impacientes por verte... Verlos-. Aclaró.

-Hola, señora...

-Dime mamá si gustas-. Lo interrumpió y yo la Vi con horror. ¿Mamá? ¿Pero en qué estaba pensando?

-No creo que... Sea bueno que te llamé así. Por si no recuerdas, él ya tiene una mamá... A la que le dice así-. La mirada de Amîr cayó sobre mí y vi cierta molestia en su cara

Caray.

¿Pero qué había hecho ahora yo?

-Tienes Razón... Pasen-. Me adentré a la casa y sonríe al ver que todo seguía igual. Excepto por una nueva Fotografía colocada al principio de la sala, una de la vida donde yo sonreía con mis padres-. ¿Viejos recuerdos?

-Ni te imaginas... Pero bueno. ¿Dónde está papá?-Pregunté, esperando que saliera para saludarnos.

-Iré por él. Ya sabes cómo es con los partidos... -Sonreí y asentí a la vez que ella se dirigía hacia el despacho de papá.

Observé la casa y cuando mi vista cayó en Amîr, observé que me miraba fijamente. Con cierta incomodidad en su cara. Bueno, mi casa no era tan grande como la de él. Bueno, había tenido ciertos lujos, pero nunca los que tuvo mi esposo. Tal vez era extraño, tal vez no estaba acostumbrado a esto, oh, simplemente, estaba así porque no era su casa y ahora venía aquí conmigo, como una pareja de esposos.

-Yo quería decirte...que...- Una exclamación de sorpresa me interrumpió cuando la puerta de la cocina se abrió. Me giré lentamente para ver de quién se trataba, cuando Amîr gruñó por lo bajo y observaba con cara de fastidio a la persona que nos había interrumpido. Al menos a mí.

Cuando me giré por completo, me quedé muda sin poder creer lo que estaba viendo. ¿Era real? ¿Qué hacía aquí?

Hasta que caí en cuenta de algo.

Esto no significaba nada bueno para mí. Ni para mí, ni para Amîr y mucho menos para mis padres.

-¿Savannah?

~•~

Chan... Chan... Chaaannnn.

Jajaja dos capítulos en un solo día. Soy genial. Ok,. No.

Espero les haya gustado. Y...

¿QUIÉN CREEN QUE ES EL MISTERIOSO PERSONAJE QUE ACABA DE APARECER?

los dejo con la duda.

Nos vemos pronto!!
🌺🎈

Pasión Árabe #1 [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora