Suspiré, intentando que más aire entrará en mis pulmones.
Después de tanto tiempo sin verlo, realmente se veía muy bien ante mí. Más por su vestimenta tan casual que llevaba y eso no parecía molestarle. Aunque, ahora viéndolo aquí, entendí porque no había llamado anoche tal y como había prometido hacer.
—Hola...—susurré.
El sonrió al ver mi gesto y la manera en la que lo veía.
—Hola —respondió de igual manera—. ¿Puedo acercarme?
Sonreí ante sus palabras, pero de igual modo le hice saber que si podía acercarse por medio de un asentimiento de cabeza. Cuando estuvo lo suficientemente cerca de la cama, coloqué mis piernas de otra manera y le indique, con una suave palmada sobre el colchón, que podía sentarse si así gustaba hacerlo. Él asintió con la cabeza y luego tomó asiento en la cama. Colocó una mano del otro lado del colchón para darse estabilidad mientras besaba mi abultado vientre. Agarré su mano y la sostuve sobre el mismo lugar, haciendo que el bebé se relajará ante su tacto.
— Creo que te debo una disculpa y una respuesta —dije, atrayendo por completo su atención.
— ¿Disculpa? ¿Por qué? —preguntó curioso.
—Bueno... Aquel día en la cafetería evite lo más que pude tú pregunta. No quería aceptar lo que realmente sigo sintiendo por ti, porque aunque he intentado olvidarte, no he podido. Mucho menos dejar de amarte, Amîr —acaricié su mano—. Así que lo siento. Siento mucho no haber sido sincera desde un principio, pero admito que todo este tiempo me ayudó a darme cuenta que si has cambiado y has dado tu mayor esfuerzo. Entonces.. sí. Aún te amo y aún quiero darte esa oportunidad. No importa si termino lastimada, o si ambos lo terminamos —negué con la cabeza y luego recordé una frase, la cual encajaba a la perfección con la situación—. Porque, al parecer, el lastimar y ser lastimado, también hace parte del querer y ser querido —concluí.
— Estás... ¿Estás segura de eso? No quiero que te sientas forzada o...—coloqué mi dedo índice sobre sus labios y sonreí.
—Nunca estuve más segura en mi vida. Ahora, vamos. Duerme un poco —su cara era la viva señal de lo cansado que estaba. Sabía que no había dormido, posiblemente, en toda la noche. Así que, al ver eso, le indique con la cabeza que se acomodara del otro lado del colchón y así lo hizo.
Pero, al levantar las suaves sábanas que cubrían mi cama, observó hacia un punto fijo y luego alzó su ceja derecha hacia mí dirección. Cuando bajé la vista para ver qué era lo que había ocasionado esa reacción en él, me quedé muda al ver mi casi desnudez en la parte inferior de mi cuerpo.
— ¿Acaso estabas esperándome y no me dijiste nada? —soltó de la nada, haciéndome sonrojar completamente.
— ¿Qué? No, no. Solo tuve calor por la noche, ahora acuéstate bien y duerme o terminaré por enviarte a otra habitación —amenacé, ocasionando una risa por su parte mientras se acomodaba en la cama.
Cuando cerré los ojos, sentí como su mano subía la blusa de mi vientre y como comenzaba a acariciarlo con suma lentitud y cariño.
Planeaba apartarlo, pero dejé de sentir las leves patadas del bebé ante su tacto. Por lo que, al final, terminé acercándome más a él. Sentí un beso en mi cien y sonreí.
—Eres hermosa, Savannah Williams —susurró en mi oído.
—Y tú un excelente masajista, Amîr Jadad —bromeé al instante.
~•'
Me desperté al sentir demasiado calor y una ansiedad por beber un buen vaso con agua fría. Abrí poco a poco los ojos y luego enfoqué la vista en las sábanas de mi cama. Las cortinas de mi habitación estaban cerradas por completo, lo cual no entendía como había sucedido. Pero, viendo cómo Amîr tenía las sábanas cubriendo gran parte de su cara, supuse que de seguro él se había levantado a correrlas para impedir que la claridad del sol entrará por completo.
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Pasión Árabe #1 [Completa]
ChickLitSavannah Williams solo quería salvar a su madre al igual que su padre, pero todas las empresas que él manejaba, se fueron a la quiebra. Con la única solución para salvarla, tuvo que aceptar la condición de ese Amîr Jadad. Un sexy Árabe capaz de cons...