#7 La charla

6.8K 564 51
                                    

"Si quieres el arcoiris, primero debes enfrentar la lluvia"

Esa frase la escuché decir una vez por mamá y la ha repetido cada vez que he estado en una situación difícil de resolver. Cuando Lorenzo murió sentí que vivía en un diluvio y que nunca vería al arcoiris, pero me equivoqué. Cada lluvia se terminaba cuando algun miedo superaba. Cassandra ha sido de gran ayuda para eso. Es muy importante el apoyo de un amigo en un momento de lluvia, eso lo estudié en el curso de motivación emocional, muchas veces he trabajado con alguien siendo su motivación emocional y su kinesiologo era otra persona, con el cual trabajabamos juntos. Por eso es que entiendo a Oliver, entiendo que él está pasando por un gran diluvio, debe encontrar el arcoiris y para eso debe enfrentar la lluvia.

-Ya está la cena cariño- grita mi madre desde abajo. Dejo escapar el aire contenido y salgo de mi habitación.

-Buen apetito- digo cuando entro a la cocina y veo a todos comiendo.

-Gracias- responden al unísono.

-¿Hoy irás a trabajar?- pregunta papá.

-Emm sí, pero en la tarde. Sólo por hoy me cambiaron el horario.

-Perfecto. Quiero pasar un momento con mi hija. - habla y luego lleva la cuchara con sopa a su boca.

-Mamá ¿Quieres pasar tiempo con tu hijo?- ella ríe y besa la frente de mi hermano.

-Siempre hijo- él sonríe como bobo.

El almuerzo transcurrió tranquilo, todos reiamos, bromeabamos, le hicimos burla a Zatch. Cass se fue con Luca, creo que esa relación va en serio. Él ha demostrado ser un buen chico, mi amiga aún no le cuenta que ella es dueña de una empresa, si bien es de su padre pero ella la maneja. Creo que debe decirselo pronto antes de que sea tarde, digo, Luca puede ofenderse y no querer estar con Cass por desconfianza.

-Hola pequeña- veo a mi padre apoyado en el umbral de la puerta, está sonriendo como siempre.

-Hola papi- sonrío y me siento en mi cama.

-¿Cómo estás? - habla aun apoyado en el mismo lugar.

-Bien, tranquila. Un poco pensativa.

-¿Quieres contarle a tu viejo padre lo que tanto piensas?- sonríe abiertamente.

-Claro- me levanto y él me ofrece su brazo para salir a caminar-¿Vamos a nuestro lugar?

-Claro que sí- de su brazo salimos de casa, caminamos por el patio-¿Cómo va el trabajo?

-Bien supongo- mi padre me mira.

-¿Por qué dices supongo?

-Trabajar con pacientes inválidos es muy triste, ver como cada día toman fuerzas y energías de donde no tienen para hacer sus rutinas.

-Yo diría que es inspirador - lo miro y él sonríe.

Llegamos a nuestro lugar, es una pequeña cabaña que papá construyó cuando yo tenía ocho años, él dijo que ésto sería nuestra guarida. A mi me encantaba y me encanta venir con él. Tengo recuerdos muy bonitos, si algo me gustaba hacer, era escucharlo tocar su guitarra. Me traía paz, alegría y hacía que mis dudas se aclararan, él es un hombre sabio, siempre piensa de una manera reflexiva y empática, es una persona demasiado buena, ha sido un gran ejemplo para mi.

-¿Cómo inspirador? - toma aire mientras mira hacia el jardín. Decidimos no entrar a la cabaña y nos quedamos sentados afuera en el pequeño porche que tiene.

-Ver una persona que está atravesando la lluvia es algo doloroso, pero cuando ves que toma fuerza de donde no tiene para salir adelante es muy emocionante e inspirador. Por ejemplo tú.

Quédate a mi lado©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora