#29 Sr & Sra Cupido

3.3K 317 24
                                    

Maratón 2/3

1
2
3
4

Son los golpes que doy en la puerta de la habitación de mi amiga, debo saber si está bien y bueno, invitarla a la cena. Puede que no sea difícil convencerla porque ella está dispuesta a obtener el perdón de Luca y seguramente está planeando algo, yo debo hacer coincidir sus planes con los míos.

Cassandra abre la puerta, tiene puesto sus lentes, esos que usa cuando está usando la computadora. Me toma del brazo y me jala hacia ella, mira hacia afuera para verificar que no venga nadie.

—Tengo que decirte algo amiga.

—Dime.

—Estoy haciendo un plan para reconquistar a Luca.

—¿Qué tienes pensado hacer?

—Una cena para ambos, luego lo raptare, no sabrá que soy yo y cuando estemos en una cabaña, muy lejos de aquí, lo tendré secuestrado hasta que me perdone —me quedo mirándola sin decir nada hasta que ella comienza a reírse a carcajadas— Solo será una cena Emily.

—Me estabas asustando —respiro y tomo sus manos— Había reservado una cena para los cuatro pero si quieres puedo cancelar.

—No, no, es perfecto. Porque si lo invito yo él no aceptará, por eso debes invitarlo tú u Oliver.

—Seguro Oliver está con él y le dirá.

—Estupendo.

—Nosotros inventaremos una excusa y no iremos, entonces aprovecharé para hablar con él.

—Okey, okey. Ahora preparemos nuestro atuendo, el tuyo sobre todo y luego vamos a la piscina, quiero pasar tiempo con mi amiga.

Pasar tiempo con mi mejor amiga es de lo que más disfruto en esta vida, tiene un grado de locura capaz de hacerte reír siempre, sin importar la situación. Si tienes un mal día, te receto a una Cassandra, si estás triste pide una Cassandra y si estás tan feliz y quieres compartir esa felicidad, multiplicarla, receto una Cassandra.
No hay persona más bondadosa, cariñosa y comprensiva que Cass. Tiene talento para ser sutil, elegante y divertida.

Es por eso que es mi amiga, y no, no sé trata de ser selectiva, sino de que su esencia hizo que quiera tenerla toda la vida, es la hermana que nunca tuve y la mejor amiga que siempre quise.

—Espero que no esté mirando otras chicas —y suele ser un poco celosa también.

—Relájate, ese hombre solo tiene ojos para ti —caminamos por la orilla de la piscina y la mayoría de los hombres se han volteado a vernos. Eso me pone un tanto incómoda, pero a mi amiga no, ella dice que la belleza no se oculta y que siempre hay que ser seguras sin dejarse intimidar por alguien más.

—Pero hay muchos ojos posado en ti —vuelvo a hablar.

—Te recuerdo que estás en bikinis y te ves muy bien con ella.

—Tú no te quedas atrás con esa bikinis amarilla —ella lleva su manos a la cintura y sonríe como si le estuviese tomando una foto— Quédate quieta, te sacaré una foto —así lo hago, luego se coloca a mi lado y nos sacamos una las dos.

Nos sentamos en las sillas y dejamos que el sol toque nuestra piel para broncearnos un poco. Los minutos pasan sin contarlos, sin prisa y sin tomarle mucha importancia. La gente a nuestro alrededor se divierte, se ríe y juega. Hay muchas parejas solas, sin hijos o con amigos. Es un lugar muy lindo, muy tropical y colorido. Quiero venir más seguido, se lo diré a Oliver para que lo tengamos en cuenta para nuestra luna de miel. Ya lo sé, ni siquiera me ha propuesto matrimonio y ya pienso en luna de miel pero ¿qué más puedo esperar o pedir? Oliver es el hombre de mi vida.

Quédate a mi lado©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora