Quédate a mi lado©

#16 Un amor en pena

-¿Sólo fueron al cine? - miro a Oliver y él sonríe para luego guiñarme un ojo.

-Sí Em, sólo fuimos al cine, nuestros celulares se quedaron sin batería y luego el auto quedó varado.

-Sí, no fue intencional - habla Luca mirando a su amigo.

-Parecen nuestros padres regañandonos.

-Es que casi lo somos, porque siempre cuidamos su espalda - hablo.

-Eres una exagerada Evans, ahora dejemos el tema y cuéntennos qué hicieron ustedes dos.

-Me imagino que no se quedaron en el hotel discutiendo como perro y gato - dice Luca.

-No, pero casi, fuimos a un lugar donde había juegos. Después fuimos a un lago y vimos un concierto de Calumm Scott.

-No perdieron el tiempo - Oliver niega, ríe mirando el plato.

Continuamos hablando de cosas sin importancia durante el desayuno. Oliver no ha cambiado su humor desde ayer, espero que cumpla su promesa. Esta mañana nos despertamos y quedamos en hacer sentir incómodos a nuestros amigos, se lo merecen después de dejarnos solos, aunque admito que no me molestó para nada pasar el día con él, es muy agradable cuando no está de malhumor. Pero siento que de a poco voy descubriendo cómo hacerlo salir de ese humor tan agobiante.

Ayer no pudimos ir al Vaticano, asique ahora estamos alistandonos para ir. Toda mi vida quise conocerlo, dicen que es hermoso, quiero ver todo, tiene un aire tan místico y eso me encanta.

-¿Listo Oliver? - me doy la vuelta y lo veo arreglarse el pelo.

-Sí, vamos o nos dejaran solos otra vez.

-¿Qué excusa crees que podrían darnos esta vez?

-Nos quedamos varados en el estómago de una ballena, uno oso nos tuvo de rehén.

-¿No había otro cuento más que Pinocho? - él ríe y empieza a avanzar a la puerta.

Llegamos al ascensor, las puertas se abren y entramos. Nuestros amigos nos gritan para que los esperemos pero dejamos que las puertas se cierren y saludamos con la mano. Miro a Oliver, y nos reímos a carcajadas.

-Que buena sincronización - digo y me encojo de hombros.

-¿Esto es algo común de doctor-paciente?

-No, es algo común de amigos - él sonríe.

-¿Ahora somos amigos Emily? - asiento -Pensé que eras mi doctora.

-Bueno, piensa que tienes la suerte de tener una amiga doctora.

-Qué está loca y que si hubiera un concurso de hablar seguro lo gana - ambos soltamos en risa.

Llegamos a la planta baja, esperamos a nuestros amigos debajo de las escaleras y cuando los vemos llegar no pudimos evitar reír. Se acercan enojados, Luca le pega en el hombro a Oliver y Cass me pellizca el brazo.

-¡Ey! - decimos al unísono.

-Piensen que estamos a mano - habla serio Oliver.

Los cuatro vamos afuera del hotel, la camioneta está afuera esperando por nosotros. Durante el camino les contamos más sobre Calumm y las canciones que había cantado, le hablaba de su dulce voz y que hizo que una chica suba al escenario.

-La odié - le digo y Oliver ríe -Lo tenía al lado y no hizo nada, ni siquiera un abrazo.

-Su esposo estaba abajo - dice Oliver.

-Pero y eso qué, al esposo lo tiene todos los días, a Calumm no - Oliver suelta una carcajada.

La camioneta se detiene frente al gran lugar. Cass y Luca salen primero, luego Oliver y por último yo. Los dos torolos van tomados de la mano, adelantandose.