Entrar a esta casa ya no es tan cómodo como solía serlo, tal vez exagero pero han pasado tantas cosas que ta no se siente de la misma manera, o tal vez no es la casa sino las personas que puedes encontrar aquí. No estoy listo para volver a ver a Oliver, porque sé que le diré muchas cosas que nunca dije y sé que dolerá, sobre todo la noticia que le daré por mi parte y por parte de Emily, a quien debo proteger, no sólo de lo malo sino de Oliver.
—Hijo mío —Steve aparece en mi campo de visión con una enorme sonrisa, se acerca y me abraza.
—Hola —correspondo su abrazo y estoy por separarme de él pero esta no parece ser su intención.
—Te he extrañado mucho, de verdad.
—Yo también —me separo y él vuelve a abrazarme.
—Me alegro tanto de que Emily sepa la verdad, me hace muy feliz que hayas descubierto tu hogar.
—Gracias Steve, mucho de esto te lo debo a ti, fuiste mi sostén y el padre que siempre necesité.
—Tú ya sabes que eres mi familia y mi hijo. Nunca te vimos de otra manera.
—Gracias, me gustaría hablar con Olivia y contigo antes de irme, necesito decirles algo.
—Está bien —como si ella nos hubiese escuchado, Olivia aparece bajando las escaleras.
—Hola mi amor —se acerca y me da un abrazo— Te extrañé tanto.
—Yo también —se separa y acuna mi rostro en sus manos.
—Te amo y por favor no vuelvas a darme ese susto —sonrío, tomo sus manos y dejo beso en ellas.
—Prometo que nunca más me iré sin avisar —sonrío— Necesito hablar con ambos, es sobre Emily —ambos asienten.
—Pasemos a mi oficina.
Caminamos hasta la oficina de Steve, primero entran ellos y al último paso yo. Ambos se sientan en el sillón grande mientras yo lo hago en el pequeño.
—Ella sabe toda la verdad, por suerte se lo ha tomado bien respecto a mi —sonrío— Es un alivio sinceramente, pensé que iba a costarle tomarme cariño pero no.
—El hecho de que ella regresara a este pueblo y que tú te hayas encontrado con ella, no es casualidad, se llama Dios y destino. Todo en la vida tiene un por qué y tú has tenido la suerte de encontrarte con las dos mujeres más buenas y hermosas que pueden haber.
—Sí, el mejor regalo de mi vida —sonrío y ahora me invade la calma, estoy relajado— Emily me pidió que les dijera que ella quiere verlos pero sin Oliver.
—Lo entendemos.
—Ella no quiere ver a Oliver, ni siquiera quiere escuchar su nombre.
—Oliver le hizo mucho daño —habla Steve.
—¿Cuándo vendrá?
—Cuando Oliver no esté.
—Bueno, mañana tiene una reunión en la ciudad, puedes traerla con toda la seguridad.
—Okey, entonces le diré que mañana. Mejor si es por la mañana, debemos partir a la tarde.
—¿Se irán a la ciudad?
—Emily quiere irse lejos de aquí y por petición de ella, nadie sabrá su paradero, al menos por un tiempo.
—¿Papá? —entra Oliver a la habitación, me levanto inmediatamente y camino hasta la puerta, ni siquiera lo saludo.
—Mañana nos vemos —intento salir de la habitación pero Oliver me detiene del brazo.
—¿Luca?
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Quédate a mi lado©
Romance-¿Qué quieres? -su carácter no es bueno y eso que es solo el comienzo. -Algo simple... Quiero que camines. -su risa se escucha por toda la habitación -Es imposible. -sonriendo me acerco, apoyo mis manos en su apoyabrazos de la silla y a tan sólo ce...