Quédate a mi lado©

#56 Desde Cero

Me despierto sobresaltada, el ruido afuera es fuerte, no, es ensordecedor y estoy muy asustada. Salgo de la habitación y voy hasta la puerta. Mi celular suena y es Oliver pidiéndome que no salga. Se escuchan sirenas, gritos y voces. Estoy muy asustada, he comenzado a transpirar, espero que no le pase nada a nadie.

Los policías llegan, porque se escuchan los gritos pidiendo que bajen las armas y se tiren al suelo. Mi corazón palpita fuerte, estoy comenzando a sudar y quiero llorar. Después de escuchar los gritos queda un completo silencio, el sonido de la puerta provoca que suelte un grito.

—Emily soy yo, Oliver —suelto el aire y abro la puerta, examino para ver si está bien y me acerco para abrazarlo.

—¿Qué pasó?

—Creo que se trata de un ex novio de una mujer —acaricia mi cabello— Estaba tan asustado.

—Yo también —cierra la puerta y se queda mirándome.

—Estaba modificando los planos del hospital y comenzaron los gritos de una mujer y luego el disparo.

—¿La dañó?

—No —suelto el aire y él vuelve a abrazarme— No me importa si duermo en el suelo pero esta noche me quedo contigo —asiento y lo abrazo, estoy sensible.

—Temí que te pasara algo —suelta un suspiro.

—Mi alma, debes estar segura de que yo de ti no me despego, seré tu chicle —sonrío y me separo.

—¿Quieres café?

—Lo aceptaría con todo gusto pero creo que ya he bebido suficiente café esta noche pero puedo prepararte a ti —niego y me separo.

—Para ser sincera deseo dormir —asiente.

—Está bien, yo me quedaré en el sofá —niego.

—Vamos, sé que te comportarás —su sonrisa me derrite.

—Por supuesto —Caminamos hasta mi habitación y nos acostamos.

—¿Por qué tus padres no tuvieron más hijos? —pregunto de repente, teniendo a Oliver a mi lado me quita el sueño.

—Porque ya no podía mi mamá —asiento— Pero Luca ha sido como mi hermano desde pequeño.

—Es tan raro, intento acostumbrarme pero no es tan fácil.

—Y no debe serlo. Todo toma su tiempo cariño... ¿No te molesta que te diga así? —lo miro y sonrío— Tú tienes un corazón muy grande y sé que no te costará en absoluto tomarle cariño a Luca.

—Ya lo hago.

—¿Lo ves? Tú y él son muy similares en ello. Días antes de que te fueras hablé con él y le pedí perdón, no le costó hacerlo, no podría perder un amigo como Luca. Hemos vivido cosas extremas y extrañas —sonríe y sus ojos se cristalizan— Es extraordinario.

—Nunca he visto una amistad tan fuerte como la suya.

—Yo sí —frunzo el entrecejo— Tú y Cass.

—Sí —sonrío grande— Ella salvó mi vida, y siempre ha estado para mi.

—Es muy buena Cassandra y pensar que al principio no le tenía fe —suelto una risa.

—Oliver, sea lo que sea que pase entre nosotros no permitamos que se note en su boda, es decir, Cassandra ha estado suspendiendo su boda por mi y no quiero que ella...

—Entiendo, también tengo culpa en el lo, todo ha sido consecuencia de mis actos, tú no tienes culpa alguna.

—Esa noche seremos los mejores padrinos del mundo entero para ellos —asiente.