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¿Cuántos amaneceres nos separan ahora?

El despertar siempre es duro

El regresar a mi realidad

Día a día, el soportar de tu ausencia

"Despertar", El corazón a veces se quivoca, track 6

Nos despertamos antes que todos para aparentar que me había ido a dormir a mi casa y que había regresado muy temprano, todo muy casual. Fuimos a la cocina y comenzamos a desayunar algo ligero en lo que todos bajaban para hacer un desayuno más fuerte. Temo parecía nervioso, pero intenté justificarlo con la cruda que seguro estaba sintiendo.

Los López-Córcega se despertaron y nos encontraron en el comedor. Todo iba normal hasta que Julio hizo un comentario.

-Temochas ¿ya hablaste con Ari de "eso"?

-¡Julio! Déjalos en paz.- como siempre, Lupita intervino.

-¿Decirme qué?- pregunté, mi intuición me decía que algo no muy bueno estaba pasando, pero en la dínamica familiar de los hermanos López, las cosas siempre eran así, asi que no quise suponer nada más. Sin embargo, la cara de Temo reflejaba cierta preocupación y tristeza y ahora si me mal viajé.

-TAHI... Aristóteles, necesitamos hablar...- se paró y me dirigió hacía el jardín. Nos sentamos enfrente de la alberca, nada de esto me sonaba bien.

Mi voz se fue, no pude decir nada, sólo esperar.

-Yo... creo que... necesitamos darnos un tiempo...- No lo podía creer ¿qué estaba pasando?

Tomé su mano, era obvio que algo pasaba y necesitaba escucharlo de él.

-A ver, TAHI, mírame ¿qué pasa? Habla conmigo, yo entenderé, pero por favor, inténtalo.

-¡Es que ese es el problema, Aristóteles! ¿No crees que lo hemos intentado bastante?

-¿A qué te refieres?- sentía un dolor agudo en el pecho y se reflejaba en mi voz.

-La neta... ya no puedo más.- Las lágrimas brotaban por sus ojos y ya ni se molestaba en detenerlas.- Estoy cansado, no puedo seguir haciendo esto, no puedo... - pausa, parece que medita sus palabras, toma aire y cierra los ojos.-no quiero seguir dividiéndome en mil para poder cumplir con todos. La familia, mis tareas, los eventos universitarios, los amigos... tú.-

Siento un pinchazo en mi corazón. Jamás creí ser algún tipo de obstáculo para él o algún tipo de compromiso más que él tuviera que cumplir.

-No. Me niego a creer que eso es todo. Dime la verdad.

Sigue llorando y me empiezo a desesperar, ahora no podrá articular ni una palabra más del asunto pero yo necesito saber por qué me estaba rompiendo el corazón así, aquí, ahora, después de la noche que pasamos.

Me doy cuenta de un detalle, Temo estaba muy alterado anoche... trato de unir las piezas pero necesito ayuda.-¿Esto tiene que ver con lo que sea que pasó anoche?

-Sí...- su voz se entrecorta y creo que es lo único que lograré saber, pero me sorprende de nuevo.- Anoche, mientras cantabas... escuché algo que me dolió mucho, pero que pensándolo bien, tiene sentido. El amigo de Yolanda dijo que tenías un talento increíble, mucho potencial... pero que algo te estaba deteniendo... tal vez una persona... tal vez yo.

-¡A ver, Temo! Lo que digan los demás me tiene sin cuidado, tú no me haces ningún mal...

-¡Pues yo si lo creo, Aristóteles! Creo que yo estoy deteniendo tu vida...sabes que yo no puedo hacer eso, creo en ti, en lo que tienes para ofrecer como artista... quiero lo mejor para ti, incluso si eso significa aceptar que ya no soy lo mejor para ti.

-¿Me estás cortando? O sea, después de todo lo que hemos vivido y sufrido ¿Te rindes? ¿Así de fácil?

-Sí... es lo mejor, como ya dije, yo necesito concentrarme en lo mío, tú igual. El amigo de Yolo tiene razón...

-¡Me vale madre el amigo de Yolo!- pierdo la calma, mi corazón no aguanta más.

-¡Pues a mí no! ¡Porque no sólo es la opinión de él! Es la opinión de todo el mundo, de tus fans; las disqueras no te están buscando, tienes que hacer algo, pero no te concentras por estar esperando por mí. No quiero que sigas parando tu vida. Quiero que brilles lo más que puedas, quiero que lo logres. Incluso si eso es lejos de mí.

-¿Y las promesas? ¿Y los sueños? ¿Y los planes? ¿Qué se supone que haré con este anillo? ¿Con el tatuaje?

Toma mi cara entre sus manos, los dos somos un mar de lágrimas.

-Sólo será por un tiempo...

-No. Sabes que yo no soy así, o es blanco o es negro. No quiero juegos, no quiero tiempos. Quiero que estemos juntos, que lo sigamos intentando todos los días.

-No puedo ofrecerte otra cosa ahora, Ari.

-Pues, se acabó...- quito sus manos de mi cara.

Se limpia las lágrimas y solo pronuncia un "ok". La neta, esperaba más de Temo. Esperaba que luchara, que no nos dejara ir tan fácil, esperaba que lo intentara, que fuera valiente...

No podía más, no quería estar ahí, frente a él.

Di unos pasos hacía la puerta, hasta que me detuvo. Agarró mi mano, haciéndome girar. La esperanza renació en mi.

-Aristóteles... por favor, por el amor que algún día nos tuvimos... necesito un último favor... no lo hagas público, tus fans... no quiero preguntas, esto es muy duro para mí, no quiero hablar, ni que hablen de algo que no entienden, como lo nuestro...

Su petición fue lo más coherente que le escuché ese día.

No podía hablar, así que me limité a hacer el gesto que heredé de mi padre cuando hacía alguna promesa y me fui.

El corazón a veces se equivoca [Aristemo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora