El corazón a veces se equivoca [Aristemo]

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Me muero por reflejarme en tus ojos de nuevo,

Por tenerte en mis brazos

Por que me regales noches, días

Por vivir una vez más nuestra más dulce mentira

"Dulce mentira", El corazón a veces se quivoca, track 14

-Temo, lo menos que podías hacer por mí era decírmelo en lugar de dejarme como pendejo esperando y buscando respuestas por 8 años.

-Sabes que lo que pasó no era lo que tenía en mente cuando me fui. No me subí a ese avión pensando en terminar lo nuestro. Quería intentar balancear todo. Lo eras todo para mí y lo sabes. Pero el estrés y la "necesidad" de tenerte ahí no me hacía ningún bien. Perdón, Ari, pero la verdad y por más rudo que suene, cuando cortamos sentí una especie de... alivio.

¡Auch! Ahora sí se pasó... me duele mucho que lo diga, pero antes de seguir con el drama, pienso en que yo también he sentido lo mismo alguna vez, incluso con Jaime, a veces siento alivio de que no me hable por horas o que sus proyectos sean en zonas horarias diferentes a los míos.

-Quería decírtelo, pero me dio miedo ¿Cómo podía verte a los ojos y explicarte esto? Sabes que nunca he sido tan descorazonado... luego, pensé que de todas las personas, tú al ser el que más me conoce lo entendías, quiero decir, tu escribiste:

Y ahora entiendo, nuestros caminos se separan

Y mi mano tiene que soltar tu mano

Y el amor es libertad, porque sólo funciona

Cuando cuidas las alas de quien te enseñó a volar

No sé, cuando escuché tu canción "El amor es libertad", me identifiqué... pensé que a pesar del enfado, sabías que los dos teníamos que seguir nuestros caminos por separado.

-Que cruel eres... una cosa es que hayas sido un cobarde pero... ¿de verdad estás usando mis propias palabras contra mi? ¿esta es la nueva persona en la que te has convertido?

-¡Quizá era la persona que debía ser por un tiempo! ¡Quizá por primera vez quise ser egoísta y pensar en mí, ver por mí, hacer por mí! Y, siendo sinceros, tú no eras muy accesible que digamos, digo, para poder contarte todo esto.

No puedo creer que de todas las personas que pueden decirme algo así, Temo lo haga. Es el que menos tiene razones y sin embargo lo hace. -¡No mames! ¡No me vengas! ¡Por favor, para ti siempre he estado disponible!

-Eso no es cierto... para ese entonces tú ya eras un tipo de fenómeno, ya no una persona "normal".

Envuelvo mi cara en mis manos, no puedo creer nada de esto, es como si estuviera en una pesadilla. Me invade la desesperación.

-No lo puedo creer... pasé años esperando aunque sea una llamada tuya... escuchar tus razones...

-No podía, Ari...

-¿Por qué no?.- por fin estamos cara a cara, se ve tan hermoso pero imponente; niega con la cabeza y se para y da la vuelta. No puedo dejar que esto se quede así. No hemos llegado tan lejos para esto.

-¡Cuauhtémoc! ¡Me lo debes!.- grito pero mi voz se corta.

-¡Porque me asfixiabas!.- Madres, acaba de apretar el gatillo.- ¡Sentía que me ahogaba!

-¿Qué yo te asfixiaba?¿Pero qué chingados?.- las lágrimas salen, ya no importa.

-Ari... ya te lo dije...las responsabilidades me estaban comiendo, ya tenía muchos huevos en mi canasta... empecé a sentir que nuestra relación era una responsabilidad más, no podía fallarte, tenía que hacerlo funcionar.

-Sigo sin entender. Temo, no estabas solo, era un trabajo de pareja, éramos Aristemo, los dos contra el mundo ¿recuerdas?

-Sé que no lo puedes entender. y créeme ha sido duro también para mi,  cada mañana al despertar... me toma unos minutos procesar todo lo que ha pasado, los recuerdos me llegan como golpes y me pregunto si lo que hice fue lo correcto para ti y para mí, y sé que la respuesta no te va a gustar del todo pero es un "sí" definitivo. Gracias a todo esto, estamos donde estamos. Teníamos que crecer aparte, darnos un respiro para poder conocer otras cosas, otras personas, incluso a nosotros mismos sin el otro. Entiendo que estes enfadado conmigo, pero necesitas dejar de odiarme por algo que hice por nuestro bien...

De pronto, me cae el veinte, esta es la razón por la que Temo me mandó llamar en la Biblioteca, por la que salió tras de mí después de despedirnos ahí... quiere "cerrar el ciclo", por fin me está soltando.

La ruptura, soltar, todos hablan de eso y dicen que es lo más fácil del mundo, sólo tienes que abrir la mano por completo, dedo por dedo. Pero yo llevo ocho años con el puño cerrado, apretado, amenazando con no abrirse nunca.

He pasado todo este tiempo culpándolo de todo, pero en realidad yo me he hecho esto solo.

-¡No puedo más! ¡Ya no puedo más!.- grito y es un grito al mundo entero, a los paparazzis, a Jaime, a Alejandra, la disquera, pero sobre todo, es un grito para Aristóteles Córcega.- ¡¡¡YA NO PUEDO MÁS!!!- Estoy dejando que salga todo, por fin. Cuando volteo, Temo ya se ha ido hacia el otro extremo de la calle sin mí. Pero no lo sigo, debo dejarlo ir, permitirle soltarme, soltarnos. A los dos.