Conocí a Temo gracias a mi tía Blanca que me pidió entregarle un pastel de bienvenida hecho por ella a los nuevos vecinos. Cuando el pastel icónico de auténtico chocolate de Oaxaca y mil leches se cayó, me di cuenta de la mirada llena de cariño y atracción que me dedicó Temo.
Pero no quise moverle más porque se suponía que él no era mi tipo, pues yo "no era gay". Mis sentimientos cambiaron poco a poco hasta darme cuenta de todo y empezar a aceptar mi orientación sexual. Yo había "salido del clóset" por apoyar la causa de Temo y darle una lección a mi familia y aún con todos los problemas que se vinieron no desmentí la mentira, nunca supe porqué.
La primera vez que me di cuenta de todo el amor que podía llegar a sentir por Temo, fue en una de las clases de piano que tuvimos. Fue en esos días en los que Diego acababa de llegar a Oaxaca.
La cercanía de mis manos en sus manos, su mirada directa en mis ojos que yo no podía sostener, su insinuación de querer que le compusiera una canción... él. Ahí fue, ese es el momento exacto en que me rendí ante él, ante la idea de querer tenerlo para siempre entre mis brazos. De pronto, entendí que a pesar de ser tan diferentes, lo que importaba era que él entendía mis obsesiones y yo quería conocer y abrazar las de él.
Hoy sé que hice lo correcto al dejarlo ir y respetar su deseo de no buscarlo más, de querer concentrase en su carrera.
Siempre lo supe, solo que no podía verlo a través del dolor y la ira.
Obvio lo haría de nuevo, las veces que fueran necesarias con tal de ver tanta felicidad en sus ojos y escucharlo tan entusiasmado; haberlo visto en el día o esta madrugada, o ni eso, simplemente saber que él es feliz en cualquier parte del mundo.
Temo me ve llorar en silencio, es testigo de cómo se abren heridas, cómo brotan lágrimas como lava por mis mejillas. Sólo que no son lágrimas de dolor, si no de gratitud pura.
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Para mí, este es el momento exacto en que a Aristóteles le cae el veinte de todo lo que siente por Temo, en parte por la serie de eventos que han pasado hasta llegar aquí (la declaración de Temo, su huida a Toluca, la llegada de Diego, etc.) pero también, como lo escribí, parte fue la cercanía que ambos tenían y en este momento específico es cuando todo se refleja y se le aclara todo a Ari.
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El corazón a veces se equivoca [Aristemo]
FanfictionHan pasado ocho años desde la última vez que Aristóteles vio a Cuauhtémoc. Ahora, con 25 años, una carrera prometedora en la música y un novio modelo, debe enfrentarse a sí mismo y a las consecuencias de ser famoso. Hasta que un día, el destino vuel...