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Cuando mi pequeña gran aventura de ser cantante empezó, Temo estuvo ahí.

Él era mi admirador número uno, el que siempre tuvo el "privilegio" de escuchar mis canciones antes que otra persona, incluso si no estuvieran completas y siempre me dio su opinión sincera.

Me encantaba tenerlo ahí en los pequeños conciertos que daba, de veras que sí. Pero había un pequeño detalle que no me hacía sentir bien.

Él se emocionaba, yo lo sé, pero por su personalidad, era muy "discreto", me refiero a que siempre me imaginaba a Temo en primera fila, gritando y bailando, coreando todas mis canciones con mis admiradores pero en realidad eso no pasaba.

Me sentía mal por sentirme así, me sentía mal agradecido, Temo siempre ayudaba en todo; antes de empezar, acomodaba, ordenaba, organizaba, me calmaba y al terminar, nos ayudaba a recoger para después, celebrar. Pero siempre callado, reservado. Incluso, siempre en backstage, y cuando se le dio el caso de que estuviera en primera fila, no cambió su actitud.

Me preocupaba que no le gustara mi trabajo, que mis canciones no fueran buenas para él. No me importaba lo que dijeran los demás acerca de eso, pero de Temo si quería la crítica honesta.

Cuando todo acabó entre nosotros y pasó el tiempo, llegó mi pequeña gira como telonero. Arturo siempre me decía que todo sería diferente, pues la cantidad de gente que iría sería más de la que acostumbraba a ver.

Y así fue. Me sentía increíble, la energía del público se sentía en todos lados y me la transmitian. Me llenaba de amor y energía renovada para seguir con la música. Esto se reflejaba cañón en mi y fue lo que me empezó a abrir puertas y contratos.

Cuando las luces se apagan y te subes al escenario y escuchas los gritos de todos, se te eriza la piel. Es algo muy emocionante.

Pero pronto esta emoción se va, nunca entendí por qué. Simplemente se convierte en algo desagradable. Identifico el sentimiento y es soledad pura y palpable.

Es curioso cómo estando entre tantas personas y entre tantas voces yo me puedo sentir solo y desarmado. Con el paso del tiempo empiezo a buscar algo, la única voz que he extrañado por tanto tiempo, la único que anhelo con todo mi ser escuchar y gritar mi nombre, la voz de Temo.

A veces mi mente alucina y en medio de una canción creo haberlo escuchado. Para después darme cuenta de lo imposible que es eso.


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¡Hola de nuevo! Sólo para decirles que la bella foto no es mía, es de la cuenta oficial de Mi Marido Tiene más familia. Gracias por sus lecturas, recomendaciones, votos, por estar aquí. De verdad espero les esté gustando mucho esta historia... Viene lo mejor, lo prometo. 

El corazón a veces se equivoca [Aristemo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora