Cap. 24: Recuerdos, parte 1

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Merlín atrajo a Percival y Gwaine como una polilla a las llamas; apenas había pasado una semana desde que se conocieron, pero cada vez que Merlín tenía tiempo libre, Arturo veía a su sirviente huyendo con ellos y con Lancelot. Deseaba poder unirse a ellos, pero su posición como Príncipe lo hacía imposible.

Lancelot había aceptado la oferta de Arturo de ser un guardia, por lo que Arturo pudo verlo de vez en cuando, pero Gwaine y Percival se habían negado. Aprendió de Merlín que estaban haciendo trabajos ocasionales en la ciudad para ganar dinero.

Hablando de Merlín...

Merlín no estaba haciendo su trabajo, por el momento. Estaba parado frente al escritorio de Arturo, inquieto mientras Arturo llenaba algunos papeles.

—¿Sí, Merlín? —Preguntó Arturo, cuando se dio cuenta de que Merlín no iba a hablar primero.

—Me preguntaba, —Merlín se movió, mirando el escritorio de Arturo. —¿si pudiera tener algo de tiempo libre? —Arturo se echó hacia atrás, con una ceja arqueada. —Mi madre quiere algo de ayuda con las cosas, de vuelta en Ealdor. —Dijo apresuradamente. —Debería ser al menos una semana, no para siempre, lo prometo. ¿Seguro que puedes sobrevivir sin mí un rato?

—Por supuesto que puedo. —Se burló Arturo, y luego preguntó: —¿Viajaras solo? Porque no hay forma de que puedas defenderte contra ti mismo y contra los bandidos, no es que ellos piensen robarte a ti en primer lugar.

—¡Yo puedo protegerme!

—Por supuesto que puedes. —Arturo sonrió burlonamente.

—Tendrías que saber que he salvado tu trasero real muchas veces. —Dijo Merlín, cruzándose de brazos.

—¿Mientras te encoges detrás de un árbol?

—Yo- —Merlín negó con la cabeza, sabiendo que esto no iba a ninguna parte. —¿puedo ir o no?

—¿Una semana?

—Tal vez unos días más.

—Está bien. —Suspiró Arturo. —Supongo que tendré que arreglármelas sin mi bufón favorito. —Merlín puso los ojos en blanco. —¿Cuándo planeas irte?

—Ah, mañana por la mañana.

—Puedes irte. —Mientras Merlín caminaba hacia la puerta, Arturo dijo: —No olvides pulir mi armadura esta noche.

—Imbécil. —Murmuró Merlín, cerrando de golpe la puerta de Arturo cuando se fue.

~~~~~

—¡¿Te estas yendo?!

—¡Dos semanas a lo sumo, Morgana!

—¿Dos semanas? Merlín, ¿tienes alguna idea de lo que podría pasarle a Arturo en dos-?

—Lo sé. —Dijo, agarrando sus manos y frotando círculos en la parte superior con sus pulgares. —Morgana, lo sé. Puedes cuidarlo dos semanas, ¿verdad? Dijiste que querías ayudar.

Morgana se había calmado un poco, pero palideció ante su petición. —¿Quieres que proteja a Arturo?

—Confío en ti.

—Pero Merlín, todas las historias que me contaste, y esa vez con los criados sospechosos y la guitarra con el control de las personas- ¿cómo puedo hacerlo sola? Eres mucho mejor que yo en-

—Lo protegí antes incluso de que conociera un solo hechizo. Estarás bien. Tienes el libro, ¿verdad? —Sonrió.

Ella resopló, todavía no estaba segura. —Sí.

Emrys el Dragón (Traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora