Después de tantos años de experiencia, Álvaro había perfeccionado una técnica de estudio que utilizaba en casos extremos.Auriculares a todo volumen para evitar caer en la tentación de distraerse al escuchar esa ronca voz que solía perseguirlo en su mente a todas horas, y su sudadera tapando disimuladamente su nariz para evitar olfatear el olor que desprendía el alfa.
Siempre provocándolo con esas feromonas que hacían a su lobo querer tirarse sobre él, no para iniciar una lucha por el estúpido sentimiento territorial típico de alfas, sino para inicar una lucha de besos.
Aunque estaba estudiando de espaldas a él, podía imaginárselo perfectamente.
Apostaría lo que fuese porque sabía que acabaría ganando. Efrén tumbado en su cama, a veces jugando con sus amigos de forma online en la play, otras tantas molestándolo para que Álvaro desbloquease su móvil y le dejase jugar al pou que éste tenía instalado.
Álvaro no podía evitar reír todas y cada una de las veces que Efrén le pedía que desbloquease su móvil.
El alfa había probado todas las combinaciones estúpidas posibles que se le habían ocurrido, casi bloqueando el móvil de forma permanente en muchos de esos intentos.
0000, 8855, 5588, 8888, 5555, 1234.
Sí, Álvaro tenía una obsesión tanto con el ocho como con el cinco. Eran, sin duda, sus números favoritos.
Lo que Efrén no sabía, y el motivo por el cual Álvaro no podía parar de reír, es que su contraseña era tan fácil como insertar el día y mes de nacimiento de Efrén.
Álvaro no resistió la tentación, girándose disimuladamente para poder observar lo que aquel testarudo alfa estaba haciendo.
Justo como predijo, Efrén se encontraba tumbado sobre la cama del alfa enamorado. Observó sus labios en movimiento y la play encendida, por lo que supuso que se encontraba hablando con sus amigos.
Que idiota, lo han matado.
Pensó Álvaro con diversión.Efrén, para no aburrirse mientras esperaba poder iniciar nueva partida con sus amigos, se entretenía alimentando al pou de Álvaro.
La diversión abandonó el rostro de Álvaro al observar su móvil entre las manos del otro alfa.
Obviamente, no era la primera vez que tomaba su móvil. Pero sí era la primera vez que no le había pedido la contraseña para acceder a su móvil, lo que significaba que no habría más risas por parte del alfa enamorado.
Oh, mierda.
Pensó Álvaro entrando en pánico.-¡Deja de alimentar tanto a mi pou!- gritó levantándose bruscamente de su asiento, avanzando hacia él con furia para quitarle su móvil.
Por supuesto, omitió el hecho de Efrén averiguando la contraseña.
-¡Eh, hola Álvaro!- gritó Zack, el mejor amigo de Efrén, a través del auricular- ¿Ya has terminado de estudiar? ¿Te apetece una partida?
-Gracias, Zack...- refunfuñó Álvaro a regañadientes- Pero tengo que seguir estudiando, sólo he hecho una pausa para quitarle mi móvil al estúpido de tu amigo.
Escuchó una pequeña risa por parte de Zack mientras él se encargaba de forcejear con Efrén.
-¡Dame mi móvil, estúpido!- chilló con indignación- ¡Ahora tendré que cambiarle la contraseña y esa era mi favorita!
Efrén metió el móvil en sus pantalones, justo por encima de su ropa interior.
-Con mucho gusto te lo doy- comentó el alfa, burlón- Cógelo tú mismo.
¡Disimula un poco, joder!
Se reprochó Álvaro a sí mismo.-Qué asco- fingió una arcada- Tendré que lavarlo con desinfectante después.
-¡Eh, Efrén..!- gritó otro de sus amigos a través del auricular- ¡Vamos a iniciar partida, acepta maldita sea!
Efrén tomó el mando de su play rápidamente, haciéndole un gesto a Álvaro con su cabeza hacia su entrepierna.
-Si lo quieres, cógelo- comentó el alfa sin ningún tipo de diversión, centrado en la partida que acababa de empezar en ese mismo instante.
-¿Estás loco?- inquirió Álvaro, incrédulo- ¿Pretendes que...-
-Si tanto lo quieres, sí- le cortó Efrén- Si no tienes prisa espérate a que termine la partida y te lo doy.
Esta es tu maldita oportunidad.
Pensó Álvaro, muy emocionado.Podría inventarse una excusa y...
No, eso sería aprovecharse de la situación.Pero Efrén no le había dado mucha importancia al asunto así que...
-Es que tengo que llamar a mi madre- mintió algo nervioso- ¿Cuánto crees que durará tu partida?
-No lo sé- se quejó el alfa- ¡Puto manco, muévete y cúbreme, coño!
-¡Puto manco mis huevos!- gritó Zack- ¡Te va a cubrir tu amigo invisible, pedazo de mierda!
-Efrén, mi móvil...- insistió Álvaro.
-No puedo quitar las manos del mando o me van a matar, Álvaro- refunfuñó el alfa, indignado- ¿No estás viendo que quién me cubre no sabe jugar?
-¡Que te jodan!- gritó Zack- ¡Álvaro, métele un puñetazo de mi parte!
Álvaro murmuró un voy a coger mi móvil, Efrén, caminando lentamente hacia él.
Sus manos temblaron como si de una gelatina se tratase, tomando el elástico de sus pantalones deportivos.
Metió su mano con cuidado de no tocar nada indebido, rozando sin querer aquello que no debía tocar cuando agarró su móvil.
-¡Mira quién es el puto manco ahora!- Álvaro se sobresaltó al escuchar las carcajadas de Zack- ¡Ha sido la muerte más estúpida que he visto en mi vida, pringado!
Como si de una señal del destino se tratara, el compañero de cuarto de Álvaro ingresó en la habitación.
No le sorprendió el hecho de encontrar a Efrén allí, pues la mayor parte del tiempo se la pasaba en aquel lugar.
Le sorprendió el hecho de observar la, para nada disimulada, erección que éste tenía bajo su pantalón deportivo.
-¿Hola?- inquirió su compañero de cuarto un tanto inseguro- ¿Todo bien por aquí?
Efrén se levantó bruscamente de la cama, dirigiéndose hacia él con furia.
-¡Lárgate, imbécil!- gritó completamente fuera de sí.
Echó a su propio compañero de cuarto, cosa que jamás había sucedido.
Por si fuera poco para su sobresaltado corazón, Álvaro juró olfatear ciertas feromonas de posesividad por parte del alfa.
Son imaginaciones tuyas.
Se reprochó Álvaro.-Reinicia la puta partida, Tom- gruñó Efrén, tumbándose en la cama nuevamente, ignorando lo ocurrido- Voy a patear los putos huevos del manco hasta hacerle saber quién manda.
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Werewolf«sɪ ᴀʟɢᴜɴᴀ ᴠᴇᴢ ᴛᴇ ᴇɴᴀᴍᴏʀᴀs ᴅᴇ ᴀʟɢᴜɪᴇɴ ᴄᴏɴ ᴛᴜ ᴍɪsᴍᴀ ɴᴀᴛᴜʀᴀʟᴇᴢᴀ, ɴᴏ sᴇ ʟᴏ ᴄᴜᴇɴᴛᴇs ᴀ ɴᴀᴅɪᴇ, ᴄɪᴇʟᴏ. ɴɪ sɪǫᴜɪᴇʀᴀ ᴀ ᴍí. ɴᴏ ʟᴇ ᴄᴏɴғíᴇs ᴀ ɴᴀᴅɪᴇ ᴛᴜ sᴇᴄʀᴇᴛᴏ, ᴏ ʟᴇ ᴇsᴛᴀʀás ᴇɴᴛʀᴇɢᴀɴᴅᴏ ᴇʟ ᴀʀᴍᴀ ᴄᴏɴ ᴇʟ ǫᴜᴇ ᴀᴘᴜñᴀʟᴀʀᴛᴇ».