12

2.6K 333 21
                                    

-¿En qué piensas?- inquirió Efrén con suavidad, abrazándolo por su espalda.

Álvaro se sobresaltó un poco, no esperándose aquella acción. Al fin y al cabo, tampoco lo había sentido acercarse a él.

-En lo mucho que se nos han complicado las cosas por mi culpa, y por culpa de mi inquieta boca ebria- respondió el otro alfa con sinceridad- Si no hubiera abierto la boca en aquella dichosa fiesta nada de esto estaría pasando. Nosotros ahora mismo estaríamos bien y...-

-¿Y no estamos bien ahora mismo, amor?- le interrumpió Efrén, intensificando el abrazo.

-No...- hizo una mueca- O sea sí. Puedo abrazarte, besarte, y hacer el amor contigo cuantas veces se me pegue la gana, como deseaba desde el primer día que te conocí pero...- la risa de Efrén le hizo callarse y fruncir su ceño con ligera molestia- Oye, no te rías que es verdad, pero aún así ya han habido dos muertes y tú probablemente asciendas de categoría, que genial.

Efrén se agachó un poco para poder dejar un beso sobre la nuca de Álvaro.

-Pues yo prefiero haberme cargado a dos personas y poder besarte, abrazarte y hacerte el amor cuantas veces se me pegue la gana que seguir siendo tu jodido mejor amigo- recitó las palabras de Álvaro- Solo serán dos meses más y seremos libres de esto.

Dos meses más y ellos terminarían otra etapa más de sus vidas. ¿Y después qué?

-¿Qué haremos después de acabar la universidad?- inquirió Álvaro, girándose entre los brazos del alfa para poder encararlo- ¿Esconder nuestro amor por siempre justo como hacemos aquí?

-Oh sí, por supuesto- respondió Efrén con diversión- Llegaré al trabajo con la ropa desordenada y diré lo siento, mi mejor amigo no me dejó salir de la cama, pero no hay que preocuparse. Ya sabéis, amor de amigos- bromeó, ganándose un golpecito en el hombro por parte de Álvaro.

-No seas idiota Efrén, hablo en serio- refunfuñó como un niño pequeño.

-Nos iremos a una manada, ¿te agradaría la idea?-

-¿Manada?- inquirió Álvaro con confusión- ¿A una manada de verdad?

Efrén asintió con una sonrisa.

-Sí- insistió- Una de verdad en la que viven muchos lobos que pueden convertirse a su antojo y viven en el bosque, apartados de otros lobos y humanos.

Efrén no necesitó una respuesta porque los ojos brillosos y emocionados de Álvaro se lo dijeron todo.

Álvaro intentó contestarle pero los gritos de un muy indignado Zack lo interrumpieron.

-¡Esta es la segunda vez que te diviertes tú solito y no me dejas pegarle tan siquiera un poco a los malditos desgraciados!- aporreó fuertemente la puerta del baño- ¡Sal de ahí que te vas a enterar!

Efrén refunfuñó un después continuamos mientras se separaba de Álvaro.

-¡Tú eres el imbécil que desapareces!- gritó, abriendo la puerta para encarar a Zack- ¡Me cortaste la puta llamada para continuar tu sesión pornográfica con cierto omega!

-¡Haber empezado diciendo lo más importante!- insistió Zack- ¡No lo sé algo cómo Eh, Zack. Ya no estoy siendo follado por Álvaro en celo, pero vamos a matar a un cazador, ¿quieres divertirte un poco?!

-Deja de hablar como si matar fuera un maldito pasatiempo, alfa- refunfuñó Jack entrando en la habitación- Y deja de gritar, alguien puede escucharte.

Matt emitió un pequeño silbido, colocando su mejor sonrisa en su rostro.

-Hola, hermoso omega- comentó con alegría- ¿Cuál es tu nombre?

Zack emitió un gruñido, señalándolo de forma acusadora.

-Me da igual que te gusten otros omegas, omega calenturiento...- gruñó con más fuerza- Pero a mi omega lo dejas en paz o vas a ver.

Álvaro empujó a Efrén con brusquedad, apartándolo de su camino para poder salir del baño.

-¿Acabas de decir tu omega?- inquirió incrédulo- ¿Desde cuándo?- insistió- ¡Por qué no me has dicho nada, Jack!

Jack se sonrojó se sonrojó fuertemente, dándole una mirada de disculpa a Álvaro.

-No soy su omega, en realidad- susurró- Ni siquiera ha comenzado a cortejarme, sólo le ha dado por decirle a todos que soy su omega.

Matt ignoró las advertencias del alfa, comenzando a soltar sus dulces feromonas, características de un omega, para ver si atraía un poco la atención de Jack.

Y vaya que si lo consiguió.

Jack se giró, olfateando para nada de forma disimulada. Le lanzó una mirada de enfado a Matt, al comprobar que se trataba de él.

-¿Estás intentando llamar la atención de mi alfa?- inquirió con indignación- ¡Zack es mío!

Matt resopló.

-Estaba intentando llamar tu atención, omega despistado- refunfuñó- Pero vale, vale. Me rindo-

El móvil de Efrén comenzó a sonar, por lo que Álvaro lo tomó del escritorio porque le caía más cerca.

-¿Quién es?- inquirió Efrén.

Álvaro le echó un vistazo a la pantalla, frunciendo su ceño al leer el nombre que aparecía allí.

-Es mi madre- respondió, algo confuso- ¿Por qué mi madre te va a llamar a tí?

Efrén se encogió de hombros, invitándole a responder la llamada por él.

-¿Mami?- inquirió una vez que la aceptó- ¿Pasa algo? ¿Por qué estás llamando a Efrén?

-¡Hasta que consigo escuchar tu voz, niñito despistado!- gritó su madre, regañándolo- ¡Estoy harta de llamarte y comenzaba a preocuparme!

-Lo siento, mamá- comentó apenado- Lo tengo en silencio.

-Ya me lo suponía, cariño- comentó su madre con dulzura- ¿Cómo estáis? ¿Todo bien por allí?

Jey y Mike entrando en la habitación, junto a un par de cazadores que habían presenciado lo que había pasado media hora atrás, llamaron la atención de todos.

-¿Cariño?- insistió su madre.

-Ya nos hemos encargado de un problema- comentó Mike- Pero ahora tenemos otro- Jey asintió- Han llegado muchos más cazadores, ¿qué hacemos ahora?

Ojalá mamá no haya escuchado esto.
Pensó Álvaro con tristeza.

Sin embargo, ella sí lo había hecho. Y aunque intentó no entrar en pánico, lo hizo.

-¡Álvaro, ¿qué está pasando?!- gritó su madre.

-Mamá...- comentó el alfa con tristeza- Después te llamo, ¿vale?

-¡No, cielo!- insistió su madre- ¡Por favor, díme que está sucediendo!

Álvaro hizo un pequeño puchero.

-Tú una vez me diste un consejo y yo sólo lo estoy cumpliendo...- hizo una mueca- A medias. Estaré bien, te lo prometo.

Entonces, su madre entendió.
Por supuesto que entendió.

Home #1 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora