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-¡Tú eres más alto, búscalo!- chilló el omega, intentando que Álvaro pudiera escuchar su súplica.

Es estúpido sentir celos de tu mejor amigo, para.
Se reprochó el alfa.

El día anterior, justo al salir del baño, se encontró con una escena que, lejos de causarle alegría, parecía que estaban apuñalando las mariposas de su estómago de la forma más dolorosa.

Jack completamente sonrojado y nervioso, soltando su dulce aroma mientras Efrén se reía de algo que después no quiso contarle por más que intentó sacarle la información.

Efrén jamás se había llevado bien con Jack, por más que el omega lo intentó, y en ese momento se encontraba tan relajado, aún con la presencia del omega y su dulce olor, que no supo cómo sentirse al respecto.

No le gustó para nada, pero tuvo que tragarse sus celos porque no le quedaba de otra.

Hacía un par de minutos habían llegado a la fiesta, la cual fue cambiada a última hora a la casa de un alfa que Álvaro ni siquiera conocía, y Jack le pidió desesperadamente que buscase a Efrén.

Eso, definitivamente, tampoco fue de su agrado.

-¡Allí está!- gritó el omega, señalando una dirección.

Álvaro dirigió la mirada hacia donde el omega estaba señalando, encontrándose a Efrén junto a su grupo de amigos.

-¡Vamos a saludar!- chilló Jack, entrelazando su mano con la del alfa.

Comenzó a tirar de él, obligándolo a adentrarse en el tumulto de gente que se encontraba bailando.

Cuando consiguieron llegar a su destino, Jack tocó levemente la espalda de Efrén, logrando que éste se girara para verlos.

¿Qué confianzas son éstas?
Pensó Álvaro, cada vez más enfadado.

Efrén les sonrió, acercándose al omega para susurrar algo en su oído.

Jack asintió, estando de acuerdo con lo que el alfa le había dicho, emitiendo una pequeña risita.

¡Por ahí ya sí que no paso!
Pensó Álvaro.

Efrén lo miró de reojo, guiñándole un ojo. Álvaro quiso gritarle que se metiera el guiño por el culo, pero el alfa se le adelantó.

-¡Zack, ven!- gritó Efrén.

Zack se separó del grupo al instante, avanzando hacia ellos.

-¿Qué pasa?- inquirió éste- ¡Eh, hola Álvaro!

Saludó al otro alfa con un pequeño abrazo, mirando de reojo al omega que se encontraba a su lado.

Dudó si abrazarlo a él también o no, pero descartó la idea al instante, al recordar el temor que podría llegar a causarle el contacto, siendo un alfa desconocido para él.

-Él es Jack, el mejor amigo de Álvaro- intervino Efrén, señalando al omega- Jack, él es mi mejor amigo, Zack.

El alfa respondió un mucho gusto, gritando lo suficientemente alto como para ser escuchado.

El omega tartamudeó un hola, sonrojándose al instante.

Álvaro comprendió entonces el motivo por el cual Jack había tomado tanta confianza con Efrén en tan poco tiempo, básicamente de la noche a la mañana.

Efrén le guiñó un ojo a Álvaro nuevamente, provocando que sus mariposas despertaran por primera vez en el día después de que él mismo, junto al omega, se encargaran de apuñalarlas.

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