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Contenido sexual.

Estoy muerto.
Pensó Zack.

Se retiró disimuladamente el sudor que caía por su frente. Había corrido lo que nunca antes había conseguido hacer, dejando su partida a medias.

Él jamás había detenido una partida. Eso era demasiado sagrado para él, ¿y para qué lo había hecho en esa ocasión?

Para nada.
Pensó Zack, frustrado.

Frente a él, Jey se encontraba golpeando la puerta de su habitación. Había fallado en la única cosa que Álvaro, o más bien su lobo, le había pedido, exigido.

-¡Deja de tocar esa puta puerta!- gritó Zack, acercándose al otro alfa- ¡Álvaro está en celo, me avisó hace unos minutos! ¡No puedes entrar ahí!

Jey resopló, apartándose lentamente de la puerta. Refunfuñó algo sobre buscar otro compañero de cuarto porque entre unas cosas y otras pocas veces conseguía dormir allí.

-¿Y ahora qué se supone que haré?- inquirió Jey, frustrado.

Zack se encogió de hombros, sonriéndole falsamente.

-¿Y a mí qué me dices?- inquirió él- Yo ya he cumplido mi parte del trato así que si me permites, voy a regresar a mi dichosa partida.

Jey lo detuvo, agarrándolo del brazo.

-¿Está con un omega?- inquirió el alfa, curioso.

No. Está con otro alfa, probablemente muerto debido a una lucha territorial. Que guay.
Pensó Zack.

-Te lo repito- refunfuñó con fastidio- ¿A mí qué me dices?

-Si no está con un omega quizás entre los dos podamos entrar a esa jodida habitación para coger algo de mi ropa- se quejó Jey- ¡Esto es una mierda!

Já. Está loco si cree que me voy a meter en una habitación con dos alfas, uno de ellos en celo.
Pensó Zack.

-Si te quieres suicidar allá tú- comentó con molestia- Intentaré llorar en tu funeral, pero no te prometo nada- le guiñó un ojo- Sin presiones.

Jey quiso reprocharle, pero un agudo gemido lo detuvo de soltar una patochada.

El rostro de Zack adoptó una expresión extraña, como si le hubiesen golpeado en aquella particular zona.

Un segundo gemido, quizás más agudo que el primero, se escuchó aun más fuerte.

-Pues parece que sí está con un omega- comentó Jey con diversión, observando el rostro del otro alfa- ¿Sorprendido, Zack?

¿Si hay un omega en esa habitación dónde está Efrén entonces?
Pensó Zack con preocupación.

-¿Quieres hacerme un favor?- inquirió el alfa en cuanto salió de su trance- Lárgate de aquí.

Jey decidió hacerle caso. Sabía que era muy peligroso intentar entrar a por su ropa si allí había un omega.

Zack mirando hacia ambos lados del pasillos, confirmando que no había nadie alrededor.

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