7

3.3K 371 63
                                    


-Álvaro, tienes que estarte quieto- comentó Efrén con suavidad- Tu compañero puede llegar en cualquier momento.

Álvaro lo ignoró por completo, continuando gustosamente su exhaustivo olfateo.

-Álvaro, cariño...- insistió Efrén- Déjame coger un poco de ropa para tí y nos vamos de aquí, ¿si?

Aquella última declaración tampoco pareció ser de agrado para el alfa.

Efrén consiguió sentarlo al pie de su cama y mantenerlo en aquel lugar durante el tiempo suficiente como para tomar la mochila que solía utilizar para ir a clases y llenarla con un par de prendas.

Álvaro mientras tanto no apartaba la mirada del otro alfa, siguiendo cada acción con sus instintos a flor de piel, esperando el momento indicado para poder tirarse sobre él nuevamente.

Efrén se agachó frente a él para poder quedar a su altura. Álvaro se inclinó hacia delante para poder besar sus labios, pero Efrén se lo impidió.

-Deja la calentura para después- comentó algo indignado- ¿Crees que puedas salir de la habitación sin armar un escándalo?

Álvaro sonrió de una forma un tanto perversa, acariciando con suavidad la mejilla del otro alfa.

-Quizás...- comentó sin perder su sonrisa- Si me das un beso y me prometes que no te vas a separar de mi lado mientras vamos a otro lugar quizás pueda hacerlo.

-Me alegro que en una situación como ésta no pierdas tus ganas de jugar, cariño...- se quejó Efrén- Pero debemos...-

-Prometo ser un buen alfa para tí- gruñó con algo de molestia- Solo si cumples lo que te he propuesto.

Efrén gruñó también, apartándose rápidamente de él.

-No soy un omega- comentó algo molesto- No vas a tratarme como tal, ¿entiendes?- inquirió junto a un bajo gruñido- Para eso mejor te buscas a uno de verdad.

Su móvil comenzó a sonar.
Atendió la llamada de Zack mientras su cuello era nuevamente atacado por Álvaro.

-¿Quieres dejar de follar por un jodido momento?- inquirió Zack con enfado- ¡Te estamos esperando para empezar partida hace quince minutos!

Efrén resopló, intentando contener un pequeño siseo de placer.

-Álvaro está entrando en celo- comentó Efrén con molestia- Le falta muy poco para hacerlo por completo. No sé cómo sacarlo de aquí, Zack- gruñó- ¿Alguna idea?

-¡Oh, mierda!- gritó Zack- ¿Te quiere matar...?- ni siquiera lo dejó contestar-¡Ve al baño y no salgas de allí, ya voy para allá!

Álvaro le quitó el móvil a Efrén.

-Ni te atrevas a pisar esta habitación o de lo contrario al único alfa que voy a matar es a tí, ¿entendiste, Zack?- inquirió con voz ronca- No vas a robarte a mi hombre porque antes de que eso llegue a ocurrir te quito de mi camino. Ahora hazme el favor de buscar a Jey y le dices que no puede venir a la habitación bajo ningún concepto porque estoy en celo.

Si Efrén estaba sorprendido por la actitud de Álvaro, Zack se había aterrorizado un poco, bastante, desechando la idea de ir a rescatar a su amigo.

Que se rescate él solito.
Pensó Zack.

-Gracias por tu comprensión y colaboración, haz bien tu trabajo o vas a ver...- finalizó la llamada.

Efrén continuaba intentando procesar lo que había sucedido segundos atrás, todavía incrédulo.

Se dejó tumbar por el otro alfa en la cama, sin rechistar.

-No quiero que seas mi omega...- refunfuñó Álvaro, empujando la cómoda de su compañero contra la puerta de la habitación- Quiero ser un buen alfa para mi alfa, ¿entiendes la diferencia?

-No podemos hacer esto aquí, si nos escuchan...-

-Entonces debes ser silencioso, amor- insistió Álvaro tumbándose sobre él- ¿Tú vas a ser un buen alfa para mí, cariño?

El lobo de Efrén reaccionó, instándole a arquear su propia espalda para poder juntar sus erecciones sin ningún tipo de pudor.

Por si fuera poco para Efrén, éste inclinó su cuello hacia un lado justo como lo haría un omega en aquella situación.

Efrén comprendió entonces que Álvaro, o más bien su lobo, lo estaba dominando.

Lo estaba haciendo tan bien que su propio lobo no tenía ningún problema en corresponder al alfa.

-Tan bueno para tu alfa...- gruñó Álvaro, depositando pequeñas lamidas sobre su cuello- Quieto-

Efrén soltó un pequeño gimoteo involuntario. Se estaba volviendo loco debido a que su lobo estaba comportándose de una forma que jamás había experimentado.

Si él estaba dejándose llevar por una bola de sensaciones contradictorias, su lobo estaba peor todavía.

Sin embargo, no transcurrió mucho tiempo hasta que los gimoteos de Efrén comenzaron a ser más intensos.

Dejó de luchar contra su propia naturaleza dominante, dejándose llevar por la sumisión de su propio lobo ante su alfa.

Se rindió ante sus propios instintos, atreviéndose a encontrar la mirada de su alfa que lo miraba fíjamente.

Álvaro sonrió ampliamente, sabiendo lo que venía a continuación.

-Tómame, alfa- imploró Efrén, soltando pequeños gimoteos para hacerle saber a su alfa cuánto lo necesitaba en ese momento.






En vuestras manos dejo la decisión de si saltar la escena subidita de tono o narrarla en el próximo capítulo, mis amores.

Espero vuestras opiniones, ¿te ha gustado así o esperabas algo más tradicional tipo Álvaro sólo siendo el "sumiso" de la relación y Efrén el "dominante"?

Para mí en esta historia serán versátiles, espero os guste ♥

Home #1 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora