Extra

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Es el único extra debido a que habrá una segunda temporada, mis amores ♥

Jey & Mike.


-Hola, Jey- comentó el beta con una pequeña sonrisa- Gracias por venir un día más, pequeño.

Jey asintió, intentando sonreír aunque fuera un poco. Sin embargo, en su pensamiento sólo rondaba la idea de un día más.

-¿Cómo te sientes hoy?- inquirió el beta con suavidad, dejando los folios donde solía apuntarlo todo.

Jey le agradeció mentalmente como en todas las sesiones anteriores.

Agradecía el hecho de pensar que estaba hablando de tú a tú y no tener que observarlo escribir quién sabe qué mientras él hablaba, incómodamente, sobre sí mismo.

-Me encuentro bien- susurró, intentando mentalizarse- Hoy se cumplen seis meses, así que supongo que debía tenerlo mentalizado ya, ¿no?

-Bueno, eso no tiene porqué ser exactamente así- comentó el beta con una cálida sonrisa- Cada persona tiene distintas formas de superar las cosas.

Jey asintió, realmente importándole muy poco las palabras que le decía.

-¿Quieres contarme algo?- inquirió con suavidad- ¿Has hecho hoy algo especial?

Jey asintió.

-Mike me dijo de salir a dar un paseo por el bosque- comentó, sintiéndose de pronto un poco más emocionado- Hicimos una carrera y gane, aunque sé que me dejó hacerlo.

-Eso es genial, pequeño- comentó su terapeuta, también emocioado- Creo que deberías hacer eso un montón de veces. Bajar la autoestima de ese alfa grandullón no estaría nada mal- le guiñó un ojo, provocando una pequeña risita por parte del alfa.

Sin embargo, su expresión decayó al recordar lo que debía contarle a continuación.

-Cuando paramos a descansar un momento, descubrimos que alguien nos estaba siguiendo- comentó haciendo una pequeña mueca- Marcos no había seguido, otra vez.

Al recordar aquello, el alfa se echó a llorar sin poder evitarlo.

Hacía seis meses atrás, Jey y Mike se habían sentado, planteándose el uno al otro uno de las decisiones más importantes de sus vidas.

Ambos habían decidido que aquella habitación que Jey había decorado de forma tan entusiasta el primer día de la llegada a su nuevo hogar debía ser ocupada.

Se habían adaptado increíblemente bien a la convivencia en pareja. Ambos pensaron que sería más difícil, pero después recordaban que pasaban la mayor parte del día el uno junto al otro en la habitación de Mike, porque éste no tenía compañero de cuarto.

Jey conocía las pequeñas manías que Mike poseía. Si bien al principio fueron un poco molestas, se acostumbró a amarlas con rapidez.

Mike conocía las pequeñas obsesiones que Jey poseía, que si bien las amó desde un primer momento, terminó enamoradas de ellas.

Por tanto, lo peor de la convivencia en pareja había sido superado incluso antes de la hora de la verdad.

Aceptaron los hechos como se supone que eran, Mike mejor que Jey, por lo que le ayudó en el proceso.

Ninguno de los dos era omega, por lo que no podrían gestar al bebé como Jack.

Además, y pese a que fueron a consultarle a la doctora de la manada por si casualmente alguno de ellos resultaba ser como Efrén, ninguno pasaron la prueba.

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