𝗪𝗛𝗔𝗧 𝗜𝗦 𝗟𝗢𝗩𝗘

𝒆𝒔𝒂 𝒄𝒉𝒊𝒄𝒂

capítulo dos: esa chica

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Betty estaba con una sonrisa, recargada contra la pared y esperando a que aquel chico castaño con puntos negros en su cuerpo saliera.

— ¿Jughead? —Betty lo llamó, desesperándose un poco al no verlo salir.

— Ya casi, espérame. —pidió desde adentro.

— Mm... —Betty se quejó un poco. — ¿Ya casi? Déjame entrar...

— ¡No! —Jughead gritó, poniendo su cuerpo contra la puerta, impidiéndole abrir y solo sacó la cabeza. — Espera un poco, no puedes pasar.

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— ¿Y por qué no? —Betty preguntó con un puchero.

— Porque ahora mismo estoy desnudo, completamente desnudo. —Jughead soltó una boba risa.

— Oh, y ya me dijiste que no te gusta que chicas lindas que acabas de conocer te vean desnudo. —Betty recordó. — Aunque yo no entiendo por...

— Quédate aquí, solo no abras. —Jughead pidió y cerró la puerta, volviendo a meterse.

— De acuerdo. —Betty bufó, volviendo a recargarse contra la pared. — Y... ¿Tienes más puntitos negros en tu cuerpo?

— Se llaman lunares. —Jughead rió. — Y sí, estoy muy salpicado de ellos.

— Me parecen lindos. —dijo Betty con una sonrisa. — Quisiera tocarlos.

— No creo que eso sea posible. —Jughead volvió a reír.

— Yo no creía posible ver el Sol y... Ayer lo vi, entonces sí es posible. —Betty sonrió.

— De acuerdo, vamos con el director. —Jughead al fin salió de los vestidores, ya vestido y con una chaqueta negra.

— ¿Por qué tuviste que ponerte tu ropa? —preguntó con su típico tono inocente, tocando su chaqueta. — Te veías más lindo con tus... Lu-na-res.

— Wow, no puedo creer que seas así de...

— Rara, lo sé. —Betty dijo cabizbaja. — Todos me lo han dicho hoy, también soy un poco tonta y...

— No, no creo eso. —Jughead negó. — Me refiero a que eres muy hermosa, jamás vi chica más linda que tú.

— Gracias. —Betty sonrió y se alejó de él. — Entonces... ¿Me llevas con el director?

— Por supuesto. —Jughead asintió y ella volvió a sonreír.

Betty y Jughead caminaron por los pasillos de Riverdale High tranquilos hasta que el equipo de Americano caminó al lado de ellos.

— Hola, hermosa. —un chico con uniforme de Americano se recargó contra los casilleros y acorraló a Betty, empujando a Jughead.

— Me llamo Betty y no me gusta que estén tan cerca de mí. —dijo Betty intentando irse.

— Reggie, déjala ya. —Jughead dijo, intentando controlar su ira y no golpear a todos.

— Oh, eres realmente linda. —Reggie le acarició la mejilla a la rubia, haciéndola estremecer.

— No, no soporto que me toquen. —Betty apretó sus manos.

— Me gustaría tenerte en mi cama, ¿qué dices? —el pelinegro siguió acariciando su mejilla.