𝗪𝗛𝗔𝗧 𝗜𝗦 𝗟𝗢𝗩𝗘

𝒓𝒆𝒂𝒍

capítulo uno: real
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En el pueblo de Riverdale, un poco cerca de Greendale pero no llegando, hay un instituto de ayuda.

En él "tratan" con problemas en adolescentes y niños, como la depresión, la locura, el mal comportamiento, alcoholismo, la homosexualidad, etcétera.

Y allí encerrada es donde se encuentra la protagonista de esta historia, Betty Cooper. 

— Sigue dormida. —susurró una chica a la pelirroja.

— Vamos, es hora. —susurró la pelirroja y ambas caminaron silenciosamente hasta el cuarto de la rubia. 

— ¡Cheryl, Ethel! —la enfermera las regañó, mirándolas con los brazos cruzados. — ¿A dónde creen que van?

— Enfermera Topaz. —la pelirroja más pequeña sonrió. — Solamente íbamos con Betty, es que hoy es su cumpleaños.

— Betty está castigada, después de lo que hizo la semana pasada. —dijo la mujer negando.

— Por favor, solo queríamos felicitarla. Hoy es su cumpleaños. —insistió Cheryl a su enfermera.

— Okay, pero rápido. —accedió con una sonrisa.

Cheryl asintió como a modo de agradecimiento y Angie Topaz abrió la puerta en donde Betty se encontraba encerrada por más de dos semanas.

Betty estaba dormida, tapándose bien con las cobijas pues hacía mucho frío y le dolía el cuerpo por lo pasado anteriormente. 

Ella dormía hasta que sintió como le daban un almohadazo y despertó con una risa.

— ¡Felices dieciséis! —canturrearon al unísono sus compañeras de cuarto y mejores amigas desde siempre.

— Cheryl, Ethel. —Betty sonrió. — Gracias, que lindas.

— Hablamos con la enfermera Angie y ella nos permitió entrar, Betty. —Cheryl Blossom dijo. — Ella es tan linda y amable.

— Pero ya tenemos que irnos. —dijo Ethel tristemente.

— Está bien, entiendo. —Betty sonrió. — Las veré dentro de dos semanas, cuando termine mi castigo.

— ¡Sí, eso es lo mejor! —Ethel saltó en la cama.

— Feliz cumpleaños a tí, feliz cumpleaños a tí. —la hermana Woodhouse entró con un pequeño pastel en las manos, y en vez de gritar como loca sonrió. — Feliz cumpleaños, querida Betty. Feliz cumpleaños a tí.

— Oh por Dios! —chilló Betty asombrada. — ¡¿Qué es eso?!

— Se llama pastel, cariño. —Woodhouse sonrió. — Es delicioso y es para tí, por ser una buena chica ayer y recibir tan bien tus castigos.

— ¡Es muy colorido! —exclamó Betty mirándolo con curiosidad. — ¡Gracias, hermana Woodhouse!

— Oh mi niña, no me des las gracias que te lo mereces. Pero te tengo una noticia a tí y a Cheryl. —Woodhouse dijo dejando el pastel en la mesita de al lado. — Ethel, sal por favor.

Ethel asintió y salió corriendo por la puerta después de darle una última sonrisa a Betty.

— Elizabeth, Cheryl. —empezó a decir la hermana. — Hay alguien que quiere verlas.

Betty se quedó ahí sentada en la cama, mientras Cheryl se recargaba en la pared y esperaban por la persona que quería verlas y entonces una mujer muy hermosa y de cabellos rubios entró por la puerta.