capítulo diecinueve: lo que no puedo darte
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Cuando el sol aún se encontraba oculto, la luna alumbraba todo Shadowlake entre las sombras de la oscuridad, y los búhos se escuchaban como todas las noches lo hacían. El arrollo que tenían cerca de la cabaña, se daba a destacar por el ruido del agua chocando contra las rocas y creando sonidos relajantes que bien servirían para ponerte a dormir.
Sin embargo, pese a que la mayoría de los adolescentes dormían plácidamente en sus respectivas habitaciones tras una pesada noche llena de emociones y llanto, Betty Cooper se había despertado por una pesadilla que había tenido, casi como cada noche desde que tenía memoria.
Su corazón latió con fuerza a medida que miraba a su alrededor, las lágrimas brotaron de sus ojos, y las ganas de gritar se presentaron en ella como un mal recuerdo que tanto luchaba por dejar enterrado en el pasado, pero aún con todo eso acumulado, no lloró, no gritó, ni se quejó. Pues cuando estaba a nada de soltar su llanto, se dio cuenta del chico castaño que dormía muy tranquilo sobre su pecho y eso la hizo esbozar una sonrisa.
Jughead estaba entre sus brazos. Dormido con el rostro lleno de paz y calma que no acostumbraba a verle, pues siempre tenía demasiadas cosas encima, demasiado estrés, pero con ella parecía que estaba tranquilo. Su respiración era normal, los latidos de su corazón parecían relajados y no apresurados. Mientras que sus manos estaban aferradas a los costados de su cintura, justamente dándole caricias en las costillas.
A diferencia de ella, parecía que él sí estaba disfrutando su sueño.
Entonces al verlo de esa manera, solamente atinó a relajarse, a intentar no llorar, ni recordar cosas malas, y con su mano derecha le brindó una caricia al cabello castaño y rebelde de Jughead.
— Al menos tú estás tranquilo. —Betty murmuró, suspirando mientras seguía con sus casi imperceptibles caricias y sus lágrimas corrían por sus mejillas en silencio. — Y eso me tranquiliza a mí.
— Betty. —Jughead se quejó adormilado, bostezando contra su pecho y soltando una pequeña risa. — Duerme. ¿Qué hora es?
— Son las... —estiró su brazo y tomó en sus manos su celular, mirando los dígitos que se encontraban en la pantalla. — Las cinco de la mañana, Jug.
— Es muy temprano aún. —balbuceó, luchando por quitarse el sueño y abrió los ojos poco a poco, aún con demasiado sueño como para notar sus lágrimas. — ¿Qué pasa?, ¿por qué no estás dormida?, ¿qué tienes?
— Soñé feo. —Betty se confesó, tragando en seco mientras sollozaba en absoluto silencio. — Nuevamente recordé... Eso. —y fue lo único que Jughead necesitó para abrir los ojos y tomar consciencia de lo que pasaba a su alrededor.
— Oh, Betty. —Jughead murmuró, abriendo los ojos por completo e incorporándose con sumo cuidado de no lastimarla. Después llevó su mano a su mejilla y secó sus lágrimas. — Tranquila. Vas a estar bien y nada te va a pasar nunca, ¿bien? Lo prometo. Te ayudaré a que esos feos recuerdos queden en el olvido y dejarán de doler.
— Es que... No es solo eso. E-es todo. —sollozó ella, secándose sus propias lágrimas e intentando respirar para no ahogarse entre llanto. — Tenía 12 años... No sabía ni siquiera lo que me estaban haciendo. Toda mi maldita vida viví en ese horrible lugar, siendo abusada sin darme cuenta, siendo privada de cosas, comida, emociones, de la vida real. —miró a sus ojos azules y un nudo se le presentó en la garganta. — Y ahora tengo 16 años. Tiene 3 meses que salí de ese lugar y nunca me había sentido tan viva, sí, pero también soy tan ingenua y no entiendo, no logro entender, la mayoría de las cosas.
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𝗪𝗛𝗔𝗧 𝗜𝗦 𝗟𝗢𝗩𝗘
Non-Fiction𝐖𝐡𝐚𝐭 𝐢𝐬 𝐋𝐨𝐯𝐞 | 𝗖𝗢𝗠𝗣𝗟𝗘𝗧𝗔. Betty Cooper había pasado toda su vida encerrada en las hermanas de la misericordia. Sabiendo casi nada de la vida. Hasta que su camino se cruza con el de el solitario Jughead Jones. Ella es un Sol brilla...