capítulo catorce: la noche en la
que todo se fue al carajo✿──❦──❦──❦──❦──❦──❦──✿
Betty sentía su corazón latir con intensidad a cada embestida que el castaño le daba, estaba llena de sudor mientras gemía suavemente el nombre de su amor y se entregaba al placer desconocido, aferrándose a sus hombros.
— J-Juggie. —gimió con los ojos cerrados, callando sus gemidos cargados de lujuria en su hombro.
— Eres tan bella, mi Betty. —Jughead le susurró al oído, para después besar su mejilla y empujar a un ritmo constante en ella.
Betty sentía ver estrellas, todo su cuerpo se contraía de placer mientras Jughead acariciaba con las yemas de sus dedos cada espacio de su blanca y suave piel.
Sentía que iba llegar al mismísimo éxtasis cuando de pronto sucedió.
— Betty, Betty, despierta. —Jughead la sacudió repetidas veces. — Betts.
— Oh Jug. —Betty despertó de su acalorado sueño, con el sudor bajando por su frente, los pezones duros y las bragas totalmente húmedas, sintiendo mucho calor en todo su cuerpo.
— Te estabas quejando mucho. —Jughead comentó preocupado, pasando su mano por su rostro. — ¿Estás bien?
— S-sí. —Betty logró asentir, recargándose en la cabecera aún emocionada por aquel sueño extraño.
— ¿Pesadillas? —Jughead preguntó, intentando descifrarla.
— N-no, soñé algo... Distinto. —Betty dijo con una nerviosa sonrisa y las mejillas todas rojas.
— ¿Quieres contarme qué fue? —Jughead preguntó, tocando su frente. — Joder, Betty. Estás demasiado caliente, podrías estar hirviendo a más de 38 grados.
— No, no creo tener fiebre. —Betty negó, intentando calmarse.
— Iré por el termómetro. —Jughead informó, sintiendo esa obsesiva necesidad de protegerla y levantándose de la cama rápidamente.
— Jug, eso no es necesario. —Betty negó, mirándolo como si estuviera exagerando.
— Tarde. Ya lo traje para asegurarme de que no tienes fiebre, abre la boca. —pidió Jughead con el termómetro de mercurio en la mano, tras agitarlo un poco.
— Jug, si me dejas...
— Elizabeth. —Jughead la miró seriamente, haciéndola bufar y abrir la boca.
Después de unos minutos, del termómetro calculando la temperatura de la rubia, Jughead miró el objeto sacándolo de su boca y la respuesta era clara.
39° grados celcius.
— Betty, oh por Dios. —el castaño dijo preocupado y dejando el objeto en la mesita de noche. — Estás ardiendo en fiebre realmente, casi llegas a 40 grados.
— Pero yo no me siento mal. —Betty insistió, aún bastante roja de calor.
— Si llegas a los 40 grados podrías tener una convulsión, te pondré una inyección o...
— ¡Ay no! —Betty chilló de inmediato, tapándose con las cobijas haciendo puchero con el labio. — No quiero.
— Entonces ven, te meteré a la tina con el agua helada. —Jughead dijo a la rubia, en verdad temiendo que llegará a pasarle algo. — ¿Eso esta mejor?
Él corrió al cuarto de baño, antes de obtener su respuesta, abriendo la llave de agua fría y comenzando a llenar la tina mientras Betty aún moría de calor, según Jughead, de fiebre.
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𝗪𝗛𝗔𝗧 𝗜𝗦 𝗟𝗢𝗩𝗘
Non-Fiction𝐖𝐡𝐚𝐭 𝐢𝐬 𝐋𝐨𝐯𝐞 | 𝗖𝗢𝗠𝗣𝗟𝗘𝗧𝗔. Betty Cooper había pasado toda su vida encerrada en las hermanas de la misericordia. Sabiendo casi nada de la vida. Hasta que su camino se cruza con el de el solitario Jughead Jones. Ella es un Sol brilla...