𝗪𝗛𝗔𝗧 𝗜𝗦 𝗟𝗢𝗩𝗘

𝑹𝒐𝒎𝒆𝒐 & 𝑱𝒖𝒍𝒊𝒆𝒕

capítulo diez: romeo and juliet

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Jughead llegó corriendo apenas miró a su hermana encima de Mariah y peleándose en el piso sin querer separarse. Un gran círculo de adolescentes se había formado alrededor.

— ¡Basta! —el director también llegó, provocando que se separaran a la fuerza. — ¡Verónica Lodge y Mariah Marshall a mi oficina, ahora!

Verónica refunfuñó levantándose del piso mientras arreglaba su cabello negro sin darle importancia, Mariah toda golpeada resopló levantándose y las dos siguieron al director Weatherbee adentro.

— ¿Qué pasó? —preguntó Jughead, acercándose a su hermana pelirosa quien estaba descubriendo los ojos de la rubia.

— La perra de Mariah le quiso hacer frente a mi pobre bebé. —Toni dijo abrazando a Betty aún. — ¡A tu pobre bebé!

— ¿Qué? —Jughead se quejó con preocupación. — ¿Betty, estás bien?

— Está toda mojada, Jug. —Toni le dijo obvia. — Mírala, es obvio que no está bien.

— Estoy bien. —Betty asintió con un murmuro, algo triste y dolida por las palabras de la otra chica.

— Ven aquí. —Jughead pidió, quitándose la chaqueta y colocándosela alrededor de sus hombros. — ¿Mariah te hizo algo?

— Me dijo que me alejara de ti, porque tú eras solamente suyo. —explicó Betty cabizbaja. — Que tú no me querías, que querías a alguien que pudiera complacerte en la cama.

— Perra del Infierno. —murmuró Toni apretando los dientes. — La iré a matar.

— Calma, tigresa. —Cheryl la agarró del brazo negando. — Ya basta de peleas.

— ¿Mariah tiene razón, Jug? —Betty preguntó. — Tú no me quieres.

— Ella está loca, Betty. —prometió Jughead, alejando sus lágrimas dulcemente. — Cualquier cosa que te diga es mentira.

— Así es, nena. —Toni asintió, aún apretada por Cheryl. — Mariah es una loca y posesiva perra, pero tú no tienes que dejarte ni de ella ni de nadie. La próxima vez que pase algo así... Rompele la cara de p...

— Dale un fuerte golpe en los pechos y con eso ya está. —sugirió Cheryl a su prima. — O si no, pateala en...

— No me gusta pelear, no me gustan los golpes. —Betty negó, aún triste. — Me ponen mal y paranoica.

— Ven conmigo, Betts. —Jughead la abrazó, dirigiéndose hacia su auto aún con ella entre sus brazos.

— ¿Debería llamar a Polly? —Cheryl preguntó. — Por lo que le pasó a Betty.

— No, créeme cuando te digo que Betty estará en muuuuy buenas manos. —dijo Toni sonriendo con orgullo.

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Jughead llevó a Betty al tráiler, sentándola en la cama y calmándola ya que ella estaba muy asustada.

— Toma esto, va a calmarte. —pidió Jughead, dándole un pequeño vaso con apenas unas tres gotitas.

— ¿Esto qué es? —Betty preguntó, haciendo una mueca cuando el líquido pasó por su garganta.

— Vino. —Jughead respondió. — Solo es para que te relajes, es muy poco y no te va a embriagar como cuando tomaste con mis hermanas.