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Nota de Autora: Esto va a ser un Flashback, Georgie Henley sería quien interprete a la pequeña Lucy, los flashback llevaran siempre el año en el que se produce.
*1982*
Lucy no se sentía cómoda al irse a Hogwarts, no se había sentido emocionada, no quería ir pues no quería alejarse de su hermano Daniel. En Octubre haría un año de la muerte de James y Lily no se sentía preparada para pasar ese día sola. Durante casi un año había estado yendo al psicólogo, un médico muggle, para ayudarla a superar la muerte y olvidar lo que había oído aquel 31 de octubre, aunque seguía teniendo pesadillas.
Se sentó en un compartimento sola, no quería tener qué hablar con gente, no quería hacer migas con nadie, no quería volver a sufrir. Y por varias horas consiguió su propósito, nadie entro en el compartimento en el que estaba, quizás ella daba miedo porque la gente no se atrevía a entrar hasta que una chica morena lo hizo.
— Hola
Lucy alzó la mirada, cerrando su libro para mirar a la chica que la había saludado y que se había sentado en frente suya.
— ¿Que quieres? –respondió Lucy algo borde.
— Guau, tranquila fiera. Solo me parece interesante que estes sola aquí, todos los demás compartimentos están ocupados.
— Me gusta la soledad.
— A mí también, aunque se reconocer una buena compañía cuando la veo. –dijo la morena riéndose, le ofreció su mano–. Soy Zelda Williams, hija de muggles.
— Yo soy Lucille Potter, no deberías decir que eres hija de muggles, algunas personas podrían tratarte mal. –dijo sacudiendo su mano como saludo.
— ¿Tú lo vas a hacer?
— Me parece una tremenda estupidez, nadie es más que nadie por ser sangre pura o no –contesto Lucy, sabía que esos ideales habían conseguido que su hermano y su cuñada estuvieran ahora bajo tierra.
— ¿Aún no te has vestido? Quedan como 15 minutos para llegar a Hogwarts.
— No me he dado cuenta –respondió Lucy, le extraño que no hubiera dicho nada sobre su familia aunque quizá al ser hija de muggles no sabía nada de ello.
— Cambiate, yo espero fuera y me encargo de que nadie entre –le dijo la morena guiñándole un ojo.
Lucy espero a que la chica saliera fuera del compartimento para bajar las persianas de las ventanas que había en la puerta para luego vestirse.
[***]
Abney, Richard fue el primero de los alumnos en ser seleccionado para Hufflepuff, le siguió Bartram, Amy que se fue a la casa de las águilas, mientras que Backus, Harrison se fue con Abney a Hufflepuff.
Los dos siguientes fueron dos Slytherin, de dos familias de sangre pura que Lucy conocía, pues una de ellas era los Borgin que tenían una tienda de magia oscura en el callejón que estaba al lado del Diagon y al que Lucy tenía prohibido ir. El siguiente fue un Ravenclaw y detrás de ella vino el primer león, futuro compañero de Lucy pues esperaba quedar en Gryffindor como sus padres y sus hermanos.
A Jonathan Dean le siguieron dos tejones más, pero luego llego la segunda leona, aunque a Lucy Lizbeth Jeanes no le había dado muy buena espina. Un ravenclaw antecedió al tercer Gryffindor, Charles Max, que fue seguido por otro águila. Lucy se puso bastante nerviosa por que la lista se iba acercando a su apellido. Antes que ella fue seleccionada Marion Pender para Hufflepuff.
— Potter, Lucille –la profesora McGonagall la llamo.
Lucy no tardo nada en subirse y sentarse en el taburete para que la profesora le pudiera poner el sombrero seleccionador, ignorando los murmullos que se habían levantado cuando la profesora dijo su nombre.
— No hay ninguna duda –dijo el sombrero sobre su cabeza para luego gritar–: ¡GRYFFINDOR!
Lucy se sentó emocionada en la mesa de los leones al lado de Charles Max, mientras la selección continuaba con una Slytherin y dos hermanos gemelos que se iba para Hufflepuff. Bram Smythe y Sasha Tremblay se fueron a Slytherin, mientras que Frank Sparks y Gracie se fueron para Ravenclaw. Myron Wagtail quedo en Gryffindor, Arthur Wakefield en Slytherin.
Estaba impaciente por saber si la chica del tren quedaría con ella en Gryffindor, tan solo quedaba ella y un chico pelirrojo de pelo largo.
— Weasley, William –llamo la profesora al chico pelirrojo y en cuanto el sombrero rozo su cabeza grito:
— ¡GRYFFINDOR!
El chico se sentó al lado de Lucy, aunque ella seguía atenta esperando que la morena quedase en Gryffindor
— Williams, Zelda –cuando la profesora la llamo cruzo los dedos para luego escuchar al sombrero gritar.
— ¡GRYFFINDOR!
— Sí –susurro la pelirroja al oír que la morena estaría con ella durante siete años.
Zelda se sentó al lado de Myron y los nuevos de Gryffindor se pusieron a hablar entre ellos para conocerse lo mejor posible. Aunque todos eran muy agradables, incluso Lizbeth que no le había dado buena espina, Lucy hizo migas con Myron y William, aparte de Zelda con la que ya derrochaba cierta complicidad.
Ninguno de sus compañeros le pregunto sobre su familia, algo que agradecía pues sabía que, a excepción de Charles y Zelda que eran hijos de muggles, todos estaban al tanto de lo que les había pasado a los Potter el 31 de Octubre de 1981.
Más tarde, ya en su cuarto con Lizbeth y Zelda ellas hablaron sobre el día que les había llegado la carta.
— Papá quería que escogiese Beauxbattons porque fue donde él había estudiado, pero mis tíos me habían contado todo lo que les había pasado en Hogwarts y yo quería venir aquí, estaba muy emocionada. –les explico Lizbeth, que también les había dicho que era mestiza.
— Yo me emocioné mucho, aunque al principio no lo entendía pero a los dos días la profesora McGonagall vino a nuestra casa para explicárnoslo, mis padres estaban muy asustados, pero les convencí rápidamente para que me dejasen venir. –contó Zelda su experiencia, Lucy ya sabía que Zelda era hija de muggles–. ¿Y tu Lucy?
— Yo rompí mi carta –dijo con cierta vergüenza.
— ¿Por qué? –pregunto Zelda, mientras Lizbeth la miraba creyendo saber algo.
— Porque no quería venir a Hogwarts, no quería alejarme de mi familia –le explico a la morena.
— Quizá otro día nos lo puedas explicar mejor, va siendo tarde, hora de dormir. –dijo Lizbeth haciéndole un gran favor a la pelirroja.
