Red Daughter - Supercorp

III

—Supergirl está lo suficientemente herida. Empieza la acción, señorita Teschmacher. —Lex miró a la ex asistente de Lena con una sonrisa y luego se bajó de la camioneta.

Eve tomó su laptop y comenzó a teclear con rapidez. En tan solo segundos, la mujer había ocasionado una explosión en el DEO y, a su vez, logró que la seguridad digital del lugar activara uno de sus tantos protocolos, el de aislamiento. Todas las personas del DEO se quedaron dentro del establecimiento, sin poder salir.

Lex Luthor era una persona inteligente y astuta, siempre calculaba sus futuros movimientos. El joven Luthor no quería bajo ningún concepto que el DEO se interpusiera, por ello le pidió a Eve que instalara un software que luego le permitiera manejar la seguridad del establecimiento a su antojo. Los días que Eve estuvo trabajando con Lena en el DEO, se encargó de cumplir con su pequeña misión.

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Lena se colocó el traje, bajo la atenta mirada de Alex, y salió de L-Corp volando a toda velocidad.

Al llegar al parque, o lo que quedaba del mismo, Lena aterrizó con fuerza cerca de las dos súper. Éstas dos, al estar cerca de la kryptonita, comenzaron a sentirse débiles.

—¿Pero qué? —Kara murmuró para luego intentar golpear a Red Daughter, quien la esquivó a duras penas.

—¡Basta! —Lena gritó. Ambas súper clavaron sus ojos azules en Lena, quien tragó saliva al sentirse intimidada.

—Lena Luthor... —Red Daughter susurró.

—Lena, ¿Qué? —Kara la miró sin entender. ¿Qué hacía Lena con aquél traje?

—Tienen que parar con esta locura, las dos. Es lo que Lex qu-

La voz de Lena se apagó cuando ésta sintió un fuerte golpe en su espalda.

—¡Lena! —Gritaron ambas súper al ver como ella se estrellaba contra un auto unos metros más allá, a causa de la fuerza del golpe. Ambas mujeres intentaron levantarse pero no tenían fuerzas para hacerlo; Estaban cansadas por la pelea y, definitivamente, la kryptonita no ayudaba.

—Ay, hermanita. ¿Por qué siempre te estás metiendo en mis asuntos? —Lex dijo mientras se acercaba a ella. Lena se logró levantar y esperó atenta el siguiente movimiento de su hermano.

Lex corrió hacia ella e intentó golpearla en el pómulo derecho, pero la CEO lo esquivó con rapidez y le dio un golpe a la altura de las costillas.

—¿Será porque también son mis asuntos? —Lena arqueó sus cejas.

—Oh, claro. Tu amiguita súper. ¿Acaso sabes quién es? ¿Eh? —Lex sonrió victorioso al ver como la cara de Lena se transformaba en rabia—. Pensar que yo sé su verdadera identidad y tú no. Cosas de la vida ¿No?

—¡Cállate! —Lena intentó golpear el rostro de su hermano pero éste frenó su mano antes de que lo impactara. Lex la tomó con fuerza del brazo y la lanzó por los aires.

—Lena, la rabia nunca es buena a la hora de pelear. ¿Supergirl no te lo dijo? ¡Creí que eran buenas amigas!

Lex comenzó a acercarse a la CEO quien, por la fuerza del impacto, intentaba recuperarse. Eve, aún mirando desde la camioneta, comenzó a preocuparse; ¿Estaba preocupada por Lex o por Lena? No lo sabía con exactitud.

—Lena... —Supergirl seguía intentando levantarse pero le costaba horrores. Su muslo izquierdo sangraba muchísimo y su labio estaba partido. Además, el efecto de la kryptonita provocaba que su cuerpo ardiera.

Kara miró a su izquierda, su doble parecía estar en las mismas condiciones.

—Lo siento, de verdad. Pero no puedo permitir que me arruines los planes. —Lex levantó a Lena del cuello y la estampó contra lo que quedaba de un árbol quemado—. Podríamos haber sido grandes ¿Sabes? Podríamos haber peleado contra el crimen alienígena, podríamos haber dominado el mundo si lo hubiésemos deseado.