Red Daughter - Supercorp

VIII

Lena cerró sus ojos y, en el momento en el que su lengua rozó la de Linda, sintió una punzada y se alejó de la mujer.

—¿Qué pasa? ¿Hice algo mal? ¿Te lastimé? —Linda se preocupó, la CEO negó.

—No, no. Lo siento. Yo... —Lena tomó aire, intentando calmar los latidos de su corazón.

Lena miró a la súper apenada. El beso le había gustado, sí. Pero al cerrar sus ojos, Lena pensó en que aquella mujer no era Kara. No era su Kara.

—¿Lena? —La rubia comenzó a acercarse a la CEO pero ésta cerró sus ojos, incapaz de mirarla.

—Lo siento, de verdad. Yo- —El sonido de un móvil interrumpió las palabras de la joven Luthor.

Lena abrió sus ojos y se apresuró a tomar su iPhone, que descansaba en la mesa ratona.

—¿A- Alex? —La CEO carraspeó. Aún su corazón latía desbocado y sus nervios no parecían querer calmarse—. ¿Alex? ¿Sucede algo?

—¡Lena! ¿Dónde estás? Te he estado buscando por todo el DEO. —La pelinegra se golpeó mentalmente; No le había dicho a Alex que se iría.

—Oh, Alex. Lo siento mucho, no te avisé. Estoy en mi departamento con Linda.

—¿Linda? ¿Quién demonios es Linda? —Claro, Alex aún no sabía nada.

—Linda es Red Daughter, Alex. Me apareció apropiado que tenga un nombre propio ¿No te parece? —La CEO no pudo ocultar su nerviosismo; Su mente seguía repitiendo el beso sin cesar, atormentándola.

¿Alguna vez pasaste por la sensación de sentir que estabas siendo infiel sin serlo? Pues así se sentía Lena ahora mismo: Sentía que había engañado a Kara. Y peor aún es que el beso le había encantado.

—Ah, vale. Tiene sentido. —Alex respondió algo extrañada—. ¿Y qué estás haciendo en tu departamento con ella?

—H- hemos- hemos venido a por un beso. ¡CAFÉ! ¡CAFÉ! —Lena se alteró al oírse—. Hemos venido a por un café. —Ahora murmuró.

—Vaaaale... —Alex hizo una breve pausa, intentando entender a la joven Luthor—. Lena, te llamaba porque te necesito en el DEO. Lex quiere hablar contigo y debemos comenzar con la cura para él, no puede seguir con poderes mucho tiempo más. Es peligroso.

—Lo sé, Alex. Lo sé. En dos minutos salgo para el DEO ¿Vale?

—Vale, perfecto Lena.

—Oye, Alex...

—¿Si?

—¿Has visto a Supergirl?

—Sí. Está en la cocina comiendo; Ha estado ahí por un rato largo.

—Está bien. —Lena murmuró. ¿Tendría que hablar con Kara? ¿Qué le diría?

La joven Luthor no se molestó en despedirse de Alex y cortó la llamada. Se dio media vuelta y allí se encontró con Linda.

—¿Está todo bien?

—Sí- sí. Debo ir al DEO, me necesitan.

—Vale, ¿Quieres que te acompañe? —La pelinegra negó.

—No, no. Ahora buscaré uno de mis autos e iré, no te preocupes.

—¿Segura? —La CEO asintió—. Lena, no quiero que ahora tú y yo estemos así, raras.

—Linda, no eres tú ¿Vale? Simplemente necesito ir al DEO sola, ahora debo pensar en algo que revierta los poderes de mi hermano. Pero te prometo que hablaremos ¿Si? —La rubia asintió, ésta vez más tranquila.