Red Daughter - Supercorp

XVII

Lo piden, lo tienen (? bueno, en parte... ya verán en el próximo capítulo. Mientras tanto... 🔞

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Aquél día Lena había obedecido a las kryptonianas y se marchó del DEO temprano. Bueno, temprano según Lena ya que la joven se retiró del lugar 22:30hs.

Lena llegó al departamento y se apresuró en llegar a su habitación y prender la calefacción. La mujer Luthor se desvistió y ya desnuda, se encaminó al cuarto de baño donde llenó la bañera de agua caliente. Lena agregó una bomba de baño efervescente y minutos después se sumergió en el agua caliente, relajando su cuerpo apenas las primeras gotas de agua rozaron su cuerpo. Lena gimió de placer, hacia mucho tiempo la mujer de ojos verdes no se tomaba un tiempo para ella misma; Y lo necesitaba. Desde la distancia, por medio de un pequeño dispositivo, Lena puso jazz en el reproductor de música y cerró sus ojos.

Salió de la bañera cuarenta minutos después. Al regresar al cuarto, se sacó la toalla que la envolvía, se visitó con un delicado conjunto de encaje color negro y se puso una bata de seda, del mismo color, por encima.

Lena vio la hora: 23:45hs. La CEO abandonó su habitación y se acercó a la cocina, sacó de la nevera la ensalada que había encargado minutos después de llegar al departamento, sonrió pensando en que seguramente Linda y Kara no estarían de acuerdo con su cena. Tomó una botella de vino, una copa y se sirvió para segundos después degustar la bebida.

La mujer Luthor cenó en tranquilidad. Se quedó en la isla de la cocina un tiempo más, disfrutando del delicioso vino francés que tenía entre sus manos. A la cuarta copa de alcohol, la CEO optó por dirigirse a la habitación y acostarse.

Apenas tocar la cama, la CEO cerró sus ojos. Pero a los segundos volvió a abrirlos ya que oyó un fuerte ruido, proveniente del balcón.

Al fijar su mirada en el balcón, Lena se sorprendió al ver a las dos kryptonianas allí. ¿Qué hacían tan tarde en su hogar?

—¿Kara? ¿Linda? ¿Qué hacen aquí? —La CEO se incorporó en la cama, sentándose.

Linda y Kara se miraron y ésta última fue la que habló:

—Queríamos saber si ya estabas en tu departamento, si habías cenado y si estabas descansando. —Kara le sonrió.

—G- gracias, chicas. Ya he cenado y, bueno, estaba por descansar. —La pelinegra le devolvió la sonrisa.

Lena tragó en seco al ver que las dos rubias se acercaban a la cama, ambas vestían con el nuevo traje que ella misma había diseñado; Si no fuese por el acento ruso de Linda, Lena tranquilamente podría confundirse respecto a quien era Kara y quien era Linda.

—¿Por qué estás tan tensa? —Se interesó por saber Linda. Ambas kryptonianas se sentaron al lado de Lena, una a cada lado.

—E- eh, yo no- no estoy tensa. —Lena desvió la mirada al suelo.

—Sí, lo estás Len. —Kara apoyó su mano en el hombro de Lena y ésta se sobresaltó—. ¿No te gustaría que te hagamos un masaje?

—¿U- ustedes no deberían est- estar patrullando l- la ciudad? —Lena cerró sus ojos al sentir la mano de Linda vagar por sus piernas—. ¿Qué hac- hacen? —Preguntó para luego suspirar.

—Te hacemos un masaje. —Respondió Linda con simpleza.

—Y- yo... no... —Lena quiso separarse de las dos pero aquello era una tarea difícil, estaba en medio de las dos. Y además, Lena realmente no se quería alejarse de las mujeres.