Capítulo 26: El último caído (1)

38 6 40
                                    

Parte 1


Momentos antes...

—¿Qué haces en este bosque, Kouta? —preguntó Gordon, sorprendido de verlo.

—Yo podría preguntarte lo mismo —dijo Kouta, sin recuperarse del todo de su propia sorpresa—. Justo ahora tenías que aparecer.

El caballero de Duloc tenía múltiples cortes por toda su reluciente armadura. Se le veía bastante agotado, incluso cojeaba de una pierna al andar. Pero sus heridas no evitaron que sintiera curiosidad por los asuntos del chico.

—¿Acaso llego en mal momento?

—Acabo de abandonar a Odette y a otros compañeros en el bosque —reconoció, sintiéndose un poco avergonzado.

—¿Por qué harías tal cosa? —Gordon entornó la mirada.

—Porque...

—Estamos en medio de una misión de escolta —respondió Shizuka—. Kouta trata de ganar tiempo para que los demás lleguen a salvo... y creo que intenta salvar al hermano de la campesina.

—¡No le digas eso a todo el mundo!

—Eres tan estúpido como los compañeros de los que tanto te quejas, Kouta idiota.

Las carcajadas del caballero de Duloc resonaron en medio del bosque, mientras Kouta y Shizuka intercambiaban serías miradas. El caballero no tenía ni la más mínima idea de lo que estaba pasando, pero entendía que el chico se encontraba en medio de algo importante.

—¿A quién vas a derrotar, muchacho?

—No se trata de eso, Gordon —respondió Kouta, suspirando—. No creo tener oportunidad alguna tratándose de Liebert.

—¿Liebert? —la mirada del caballero se ensombreció—. Suena como alguien peligroso... o como a carne de baja calidad.

—¿Acaso no lo conoces? —replicó el chico, confundido—. Pero si incluso lo llaman el asesino de Grauldius.

—Muchacho, ese título es bastante genérico y hasta parece autoimpuesto —dijo Gordon, soltando otra risotada—. En Duloc se habló por mucho tiempo de un tipo que también se hacía llamar el "asesino del continente". Creo que se dio cuenta de lo ridículo que sonaba porque pasó a nombrarse "El barón sanguinario", oh aún recuerdo una vez qué...

De modo que Liebert no era tan reconocido fuera de Azelleb. En aquél momento Kouta deseó tener mayores conocimientos de la geografía y divisiones políticas de aquél mundo para comprenderlo mejor.

«Se hace tarde —apuró la vocecita, dentro suyo.»

—No importa, Gordon —dijo el chico con prisas—. Tengo que rescatar a Andy, ¿lo conoces? El idiota qué...

—¿¡El hermano de Odette!? —exclamó Gordon, abriendo mucho los ojos—. ¿De qué diablos me perdí?

—No tengo tiempo de explicarlo —Kouta se dispuso a marcharse—. Tenemos que ir a hacer una estupidez.

Pero no podía continuar caminando. Una fuerza invisible lo sujetaba, impidiendo que avanzara aún si daba apresurados pasos tras otros. Molesto, se volvió hacía la chica centauro, que estaba deteniéndolo.

—¿Qué quieres, orejona?

—Shizuka es mi nombre, Kouta idiota —respondió la chica—. Y sobre eso... Me agrada que pensaras una manera de separarte de los demás. Incluso trazaste un pequeño plan para aumentar sus posibilidades de llegar al puerto. Pero... ¿Cómo piensas salvar al hermano si estás tan seguro que morirás?

Hanazonoland: La búsqueda de la heredera.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora