Después de un rato en silencio, salimos de la habitación rumbo a casa. Cuando llegamos mi hermano me ayuda en todo lo posible, ya que por orden del medico hasta dentro de una semana, no puedo hacer ningún esfuerzo con la pierna.
-Hermanita me tengo que ir al trabajo ya, si necesitas ayuda a Nicholas. – Dijo dándome un beso en la mejilla en forma de despedida. Asentí y seguí haciendo mis cosas las cuales las hacia quieta sin desplazarme del sitio.
10 minutos más tarde quería bajar a la cocina a por agua, recordé las palabras de mi hermano de que tenía que pedir ayuda a Nicholas, sinceramente no quería llamar lo por lo que bajé las escaleras como pude y llegue a la cocina con mi rodilla intacta, sin ningún rasguño y dolor. Cojo la botella de agua, bebo unos sorbos, la guardo y me dispongo a volver a mi habitación cuando pierdo el equilibrio al ir a pata coja y me caigo al suelo, o eso esperaba ya que nunca noto el dolor de la caída, solo noto unos brazos agarrándome, miro los brazos y subo hacia la cara de la persona que me ha salvado y resulta ser Nicholas el cual tiene una cara de pocos amigos y eso me intimida…-Creo qué tu hermano te dijo que si necesitabas cualquier cosa, me lo podrías pedir a mi.
-Lo sé, lo siento y gracias por cogerme.A lo que me doy cuenta, sigo entre sus brazos y estoy pegada a su cuerpo y nuestros labios se están casi rozando. Nos íbamos pegando poco a poco sin ni siquiera pararnos a pensar en las consecuencias, cuando el pitido de que la nevera está abierta nos hace sobre saltar y separarnos. Nicholas me deja en su sitio y cierra la nevera parando el pitido, no dice nada solo me coge de la cadiera y me dirige hasta mi cuarto. Al llegar me deja sentada en la cama y habla.
-Siento lo de antes, no sé que me ha pasado, estoy trabajando y contigo es con la última persona con la que debo estar ya que es trabajo, lo lamento. – Sin dejarme responder sale de mi cuarto. He de admitir que diga que solo soy trabajo para él, me ha dolido y no se por qué ya que no me gusta, vale si, es muy guapo, con una mirada común pero que al fijarme en ella me mata, con una sonrisa adorable y con un cuerpo que dios, muchos trabaja muy duro para ello. Vale si, igual algo si que me gusta pero voy muy rápido a penas lo conozco.
*NARRA NICHOLAS *
No tengo idea de que me ha podido pasar, solo sé que volvería a estar así con ella y sinceramente no lo sé pero estar con ella me gusta es muy guapa y buena por lo que la conozco, un poco egocéntrica pero bueno, estar con ella me transmite paz y tranquilidad, algo que desde hace mucho no había experimentando, no me gusta y si me gusta es solo físicamente, no? No lo sé, después de lo ocurrido tengo mil cosas en la cabeza, una por ejemplo es que soy imbécil al decirle que solo es trabajo, se qué debería serlo pero realmente creo qué a estás alturas y después de todo esto, no es solo trabajo.
Era hora de cenar, Axel aún no había vuelto por lo que decidí hacer yo la cena para ambos y lo que sobre para Axel. Cuando terminé de cenar puse comida en una bandeja y se lo llevé a Emery, iba subiendo las escaleras cuando me percate de que estaba llorando, empecé a correr agitadamente las escaleras hasta llegar a su cuarto, abrí la puerta sin llamar y entonces la vi, estaba tumbada boca abajo llorando en su gran cama de sábanas blancas. Dejé la bandeja en su cómoda y fui hacia ella, cuando ella se percato de que estaba ahí, levantó la cabeza y se sentó en donde anteriormente estaba tumbada. Me fijé que tenía la cara roja además de empapada por las lágrimas, me senté a su lado en la cama y le abracé por los hombros para que siguiera llorando en mí, al principio dudo un poco pero al final cedió acurrucándose y terminando de llorar en mí mientras yo le tocaba el pelo para que se tranquilizara. Unos minutos mas tarde noto que se tranquilizara y la alejo de mi cuerpo para mirarla…
-¿Estás mejor?
-Si, vete por favor.
-No voy a irme, si es por lo que he dicho de que solo eres trabajo, es verdad pero… joder…- digo frustrado sin saber ni yo lo que siento ni lo que quiero decirle.
-Pero qué? Como si sintieras algo por mi – dice medió gritando.
-…-desvío la mirada de ella al suelo y me quedo en silencio.
-¿Sientes algo por mí? – dice con la boca abierta sorprendida—Nos conocemos desde hace Muy poco!
-Eso es lo que tu te crees!
-¿Qué?
Entonces se escucha la puerta principal abrirse y seguidamente cerrase.
-Que sepas que esto no ha acabado aquí. – Me dice Emery con injusticia.
Se levanta como puede, hasta que yo la ayudo acercándole las muletas que tan poco usa y no sé siquiera porqué.Cuando llegamos vemos a un Axel un tanto borracho, tumbado de cualquier manera en el sofá, Emery se va acercando a él y lo arropa con la manta que había en el brazo del mueble. Me hace señas para que vaya a su lado y ayudarla a llevar la a su cuarto.
-Suele beber?
-No creo que te importe.
-Ya te digo yo a ti que sí.
-No a menudo, solo cuando le apetece.
-Bien.La dejo ahí y me dispongo a ir a mi habitación para descansar.
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La Debilidad Del Guardaespaldas
Teen FictionEmery Myers, una chica que se muda a otra ciudad con su hermano Axel, todo es felicidad para ella hasta que una serie de acontecimientos ponen en riesgo su salud fisica y psicólogica, por lo que para poder sentirse más segura y afrontar todos aquell...