NARRA NICHOLAS
Borroso.
Todo lo veo así, borroso.
Pestañeo repetidas veces para aclarar mi visión.
Cuando consigo ver todo de forma clara, me percato que está todo oscuro, salvo por una rendija por la que apenas entra luz, lo cual me da a entender que es de noche y que sólo las farolas de la calle iluminan a la misma.Por el lugar en el que está la rendija, percibo donde estoy, en el sótano de la casa, donde muchas veces me había quedado, escapando de la frustración que supone el anónimo, simplemente descansando. Me sentaba en un pequeño sofá y pensaba, pensaba por muchas horas mirando todas las cajas sin abrir, algunas con el nombre de Axel y otras con el nombre de Emery, todavía de la mudanza.
A lo que me quiero dar cuenta, intento levantarme de aquel sofá donde estoy sentado, pero es imposible, unas cuerdas de cáñamo me rodean los tobillos y las muñecas, prohibiéndome cualquier tipo de movimiento brusco.
Entonces pienso, pienso mucho y pienso en cómo demonios he podido llegar a aquella situación cuando lo único que recuerdo es a Rouse diciéndome que Axel quería hablar conmigo, yo yendo a su despacho y... Y justo antes de abrir la puerta del despacho, un gran dolor en la nuca me sorprende, intento defenderme pero es imposible, son tres hombres contra mí, Rouse, Porter y Colombo, los guardaespaldas más fuertes de Axel. Entre la confusión, noto que Colombo agarra su pistola, la coloca por encima de su cabeza y me da un segundo golpe en la cabeza mientras Rouse y Porter me sujetan.
...
Todo es demasiado confuso, ¿por qué lo harían? Que yo sepa no les he hecho nada malo.
El caso es que sigo aquí, en la misma posición en la que me he despertado, no grito, según lo que aprendí cuando me formé para este tipo de ocasiones, es lo peor que puedes hacer, que tus secuestradores te vean indefenso y con ansias de salir de donde estás metido, que te liberen, etc.
Me mantengo en silencio hasta que oigo la puerta del sótano chirriar, la luz de la habitación conectada al sótano es cegata, y me obligó a entrecerrar los ojos, encienden la luz del sótano, y percibo que los mismos guardaespaldas que me han hecho esto a mí, traen a Axel amarrado al igual que yo, de pies y manos, también inconsciente.
Lo sientan en una silla de madera a mi lado y le ponen un trozo mal cortado de cinta americana y se lo ponen en la boca, seguramente para que cuando despierte no intente gritar o hablar conmigo.
-A ti te vamos a poner un poco también, eh Niki.
-Como me vuelvas a llamar así te corto las... -no me dejan ni acabar, me ponen la cinta en la boca y se ríen cuando intento seguir hablando, sin poder articular ningún tipo de palabra.
Apagan la luz y se van de allí.
Ahora que Axel está conmigo le rezo a quien sea porque Emery esté bien.
Al menos eso espero.
NARRA EMERY
Cuando abro los ojos, lo primero que veo es a Rouse y Colombo rodeándome. Estoy tumbada en mi cama con los brazos amarrados al cabecero de la cama. La puerta se abre y entra Porter con más cuerda, me amarra el pie izquierdo a la cama y antes de que siga hablo...
-¿Qué está pasando?- No obtengo respuesta, pero sé que nada bueno está pasando.
Cuando acaba de atar mi pie izquierdo, opongo resistencia cuando me intenta amarrar el derecho, pero estoy cansada, muy cansada y sin fuerzas, no sé qué me pasa; pero no cedo, intento con todas mis fuerzas que no me ate pero al hacerlo le doy una patada en el estómago a Porter y al hacerlo seguidamente, Colombo me propina una bofetada.
-Estate quieta, si quieres que Axel y Nicholas sigan con vida.
En cuanto me lo dijo, no me importó el hardor en mi cara por la bofetada de Colombo, solo me importó la seguridad de mi hermano y de mi novio, y como bien dijeron me quedé quieta hasta que acabaron entre los tres atarme.
Rouse se va de la habitación pero no pasan ni dos minutos cuando vuelve con un vaso de lo que a simple vista parece agua, aunque yo no estaría muy segura.
Me incorporan un poco y me acercan el vaso a los labios, para que obviamente beba, pero no me fio.-Bebe.
Me dice Colombo, pero no lo hago.
-¡Ya!
Me grita Rouse. Pero mi orgullo es más que eso y por mucho que le tema a la situación, tienen que hacer algo más para que yo pueda ceder y beber.
-Escucha Emery -me dice con total paciencia y tranquilidad Porter. - Creo que no es necesario que te recordemos la fuerza que podemos llegar a tener y con ello la paliza que te podemos dar no sólo a ti, sino también a tu hermano y a tu guardaespaldas. Por su bien y por el tuyo yo te recomiendo que bebas.
Y lo hago, solo hacía falta que mencionaran a las personas que más quiero en este momento para yo ceder.
El mismo mareo que hace, seguramente no más de dos horas, vuelve a mí y me vuelvo a desmayar. No sin antes entender que me habían drogado, tanto los guardaespaldas con el vaso como Axel con el mismo vaso. Seguramente en contra de su voluntad.
UNAS HORAS ANTES
NARRA AXEL
Trabajo y más trabajo, investigo y formulo, y cuando llega la hora voy a la cocina y veo a Rouse tomar agua tranquilo.
-¿Que tal Rouse? ¿Cómo va todo?
-Perfectamente en orden y correcto.
-Bien.
-Jefe, ¿quiere el vaso de agua?
-Sí, gracias Rouse.
Rouse me prepara el vaso de agua, y me lo llevo a la oficina, no sin antes pedirle que me traiga a Nicholas al despacho.
Una vez en el despacho me bebo el agua de un trago, antes de seguir trabajando y esperar a que Nicholas venga a verme.
NARRA ROUSE
-El plan comienza compañeros - les comunico a todos los necesarios, vía pinganillo. Mientras me preparo el vaso de agua y la jarra con Zolpidem. Me pongo en posición y actúo normal, para que nadie sospeche.
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Feliz Navidad y Feliz año 2020, que lo empecéis con buen pie. 🎄🎊
Gracias por leer y no olvidéis votar.❤️
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La Debilidad Del Guardaespaldas
Ficção AdolescenteEmery Myers, una chica que se muda a otra ciudad con su hermano Axel, todo es felicidad para ella hasta que una serie de acontecimientos ponen en riesgo su salud fisica y psicólogica, por lo que para poder sentirse más segura y afrontar todos aquell...