CAPÍTULO 14

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-Allá voy... Siempre cuando era pequeño, venía del colegio con mi hermano mayor y entrábamos en casa, siempre veía y escuchaba a mi padre gritarle y pegarle a mi madre, siempre que pasaba eso, notaba como mi hermano me protegía con su cuerpo por si a mi padre le daba por pegarme seguidamente nos diriguiamos a us cuarto, a hacer deberes, jugar, hacer como si no pasará nada en general. Para mi se volvió rutina volver del colegio y ver a mi madre a punto de morir, llorando por las palizas imparables de mi padre, sangrando en el suelo con las marcas que se le quedaban de palizas anteriores, mirándonos a mi hermano y a mi con pena, preocupación pero siempre con una sonrisa en la cara.
Un año después de que a mi padre le diera por pegar a mi madre sin razón alguna o igual había una no lo sé, el caso es que mi hermano y yo estábamos tumbados en la cama de mi hermano jugando y como siempre intentando hacer como que todo estaba bien, oímos un golpe muy fuerte, más fuerte de lo normal, a mi padre gritar, lo único que no oímos fue ningún ruido por parte de mi madre, mi hermano me dijo que me quedara donde estaba, que todo iba a salir bien, que volvería pronto y más cosas que no recuerdo, el caso es que me dio un abrazo y salió de la habitación.

Cuando pasó un rato escuché un disparo y sin pensarlo dos veces, bajé al salón donde al parecer pasaba todo, en el mismo momento en el que llegue y vi todo lo que estaba pasando deseé no haber bajado nunca, vi a mi madre tumbada en el suelo con un inmenso charco de sangre a su alrededor, pálida, muerta. A mi hermano con un agujero en el pecho, en el mismo estado que mi madre y mi padre, que se encontraba delante de mi con su ropa y manos manchadas de sangre, con su semblante serio y su mano derecha ocupada por una pistola apuntando aún a mi hermano. Yo solo me quedé ahí, quieto, llorando por la escena que acababa de presenciar, dolido, con miedo, temblando. En ese instante entendí que ese abrazo que me dio mi hermano fue el último que me dio y él lo sabía.
No Volvería a ver a mi madre, a la persona que siempre ha preferido que la pegarán a ella antes que a sus hijos, la madre que aún estando en situación de riesgo, de vida o muerte, siempre ha sonreido aunque fuera para no preocupar a sus únicos hijos. Mi Hermano, el mejor, la persona que supo defenderme en el colegio cuando los demás niños se metían conmigo, por ayudarme con los deberes, por estar conmigo y no dejarme nunca cuando nuestra madre daba la cara por nosotros, simplemente era el mejor.

Un rato después se escucharon las bocinas de varios coches policías y alguna ambulancia. Varios policías entraron a la fuerza y se llevaron a mi padre, médicos y auxiliares metieron los cuerpos sin vida de mi madre y de mi hermano mayor en unas bolsas de plástico negras, poniéndolas en camillas y llevándoselas a saber donde. Estaba tan asustado que lo único que hice fue correr, correr y correr lo más rápido posible, hasta que mi debil cuerpo no dio más de si y me caí en el frío asfalto de la calle. Lo siguiente que recuerdo es despertarme en un hospital, con un señor no muy mayor a mi lado, sonriéndome y preguntándome cosas como, mi nombre, que me había pasado,... yo le dije lo que había pasado, todo lo que había visto, lo único que me dijo es que me iban a llevar a un orfanato, que sería lo mejor y yo sin saber lo que estaba pasando me dejé llevar. Después de dos años en el horrible orfanato, vino un hombre trabajador de allí diciéndome que me iba a ir, que una familia me quería acoger. Recuerdo irme con el vivir con él, durante un tiempo, volver a ser feliz, hasta que un día me dejó en la calle, yo no sabía que había hecho, no tenía ningún lugar al que ir, solo me quedé ahí sentado en la calle. Unos días después me crucé con un chico un poco más mayor que yo, llamado Axel, me dijo que me iba a ayudar en todo lo posible.

Todos los días me traía su ropa para tener que ponerme, comida y mantas, hasta que un día me dijo que le había hablado de mí a sus padres y que les gustaría que fuera como su hijo. Yo accepté, era eso o seguir en la calle. Creci con esa familia conocí a mas gente, Axel era como mi hermano y su hermana, que puedo decir, su hermana era lo mas bonito que había visto nunca, siempre venía a mi cuarto a jugar, era la que mas me quería en esa casa. Cuando llevaba un año viviendo allí me fui, simplemente quería irme aunque solo tuviera 10 años me quería ir, al principio esa familia no me dejaba, decian que era muy pequeño y yo lo entendía pero me quería ir. Al final me dejaron pero con la condición de que llamara todos los días, y así fue, llamé todos los días hasta que me quedé sin dinero y no pude llamar más. A partir de ahí no supe mas de esa familia, ni de la preciosa niña de 4 años menor que yo, llamada...

-Emery Myers... - Dijo con los ojos cristalizados
-Sí -dije resoplando, acercandome a ella.
- ¿Por qué no me acuerdo de ti, de cuando vivias conmigo?
-Eras pequeña, fue poco tiempo.
-Nick, siento tanto todo lo que te ha pasado, lo que has pasado y siento no haberme acordado de ti.- Dijo claramente llorando.
-Enana es pasado, lo tengo asumido y sobre lo nuestro eras muy pequeña, tranquila. - la consuelo quitandole las lágrimas de la cara.
-Te quiero Nick.
-Te quiero Em.

Seguidamente nos envolvimos con las sábanas de la cama y nos quedamos dormidos,abrazados.

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La Debilidad Del GuardaespaldasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora