Bueno, aquí os dejo esto. Espero que os guste.
Por favor, las piedras, si me las tiráis, que no sean a lama nos ni a la cabeza, o no podré escribiros la continuación, vosotras veréis jajaaj.
Bueno, vemos que pasó con Katie
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EN ALGUNA PARTE DE NATIONAL CITY
Dos hombres, uno de ellos con un bebé en brazos, caminaban por el parque. Se dirigieron a un banco donde una mujer, con un carrito de bebé, leía tranquilamente.
-Desconocido 1: Aquí la tiene, tal y como le prometimos. Tendrá que darle de comer, se nos acabaron los biberones...
-Mujer: Bien, dejadla en el carrito y marchaos. La otra mitad del pago estará en veinte minutos en vuestra cuenta.
-Desconocido 1: Perfecto - dijo, haciendo lo que le ordenaba la mujer y marchándose con su compañero.
La mujer guardó su libro y se incorporó, mirando a la niña.
-Mujer: ¿Tenías que ser tan rubia? Te pareces demasiado a "esa"
Cogió el carrito y lo fue empujando por el parque. Entró en un centro comercial y compró un biberón, un chupete, leche para que comiera y un paquete de pañales. Después, se fue a casa con la niña.
Katie miraba a la mujer con sus ojos azules, bien abiertos, sonriéndola.
-Mujer: Deja de hacer eso, no soy tu madre....- La miró con algo de asco – Me recuerdas demasiado a ella... Me pones enferma.
Cuando la mujer llegó a su casa, cogió a Katie del carro y fue con ella a un cuarto pequeño en el que sólo había una cuna, un pequeño armario y una lámpara. Dejó a la niña en la cuna y salió del cuarto, volviendo poco después, con lo que había comprado.
KARA
Habían pasado dos meses. Dos meses en los que seguía sin saber nada de Katie. Dos meses sin mi hija.
Las dos primeras semanas las pasé como un fantasma. De la cama al salón, del salón al cuarto de Katie... Allí me quedaba horas. Mirando sus cosas, tocándolas.... Cerraba los ojos con fuerza, con la esperanza de que, cuando volviera a abrirlos, Katie estuviera en su cuna. Deseando que todo fuese una pesadilla. Una muy larga, de la que me estaba costando despertar. Pero no era así. Cuando los abría de nuevo, el cuarto de Katie seguía vacío. Ella no estaba allí. Entonces gritaba de rabia, golpeando las paredes o lo que tuviese delante con fuerza, llorando. En ese momento, Lena solía aparecer y abrazarme con fuerza, aguantando mis golpes contra su pecho, intentando calmarme... Dejando que me sentara en el suelo y sentándose conmigo, sin soltarme, susurrándome cosas al oído, besándome, acariciando mi rostro... Lo intentaba todo, pero nada funcionaba. Nada conseguía arrancarme ese dolor del corazón, ni de la mente.
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El arte del amor
FanfictionKara Danvers, estudiante de derecho y amante del dibujo, la fotografía y las motos. Lena Luthor, cirujana de urgencias en el hospital de National city los fines de semana. Entre semana, dueña y médico en su propia clínica y en los laboratorios médic...