33-Traición

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bueno, bueno, esto se vuelve a poner interesante. Y lo siento, pero os lo pido

minimo 30 votos y 60 comentarios. Si no, os dejo con las ganas

para motivaros un poquita, dos imágenes que quise dejar en el capítulo anterior y se me olvido

para motivaros un poquita, dos imágenes que quise dejar en el capítulo anterior y se me olvido

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LENA

El cumpleaños de Kara se acercaba. Faltaban sólo tres días. El año pasado no pude celebrarle un cumpleaños en condiciones. Yo estaba en coma y Kara lo pasó conmigo en el hospital en lugar de estar pasándolo bien con su familia. Así que ese año quise hacerle un regalo muy especial.

Durante los preparativos de nuestra boda, yo también estuve preparando algo más. Me gustaba el ático, pero me daba miedo que Katie, cuando creciese, algún día se asomase a una de las ventanas y se cayese. Aunque solíamos tenerlas cerradas.

Así que decidí comprar una preciosa casa, casi a las fueras. Era bastante grande, con un enorme jardín, una piscina... Tenía dos plantas, y cuatro baños, uno de ellos en el cuarto que sería de Kara y mío. Tenía un cuarto para Katie, otro que podríamos convertir en un cuarto de juegos, una oficina y cinco cuartos de invitados. También tenía un enorme sótano, y dos enormes garajes.

Pedí algunas modificaciones. En uno de los garajes podríamos guardar mi coche, la moto de Kara y tres coches más si quisiéramos comprarlos algún día. Ese lo dejé tal cual. En el otro, pedí que lo dividieran en dos partes. En una, haría instalar todo lo necesario para un estudio y un cuarto de fotografía para Kara. El otro, sería un estudio de pintura, también para Kara. Estaba segura de que le gustaría. El despacho lo adapté para mí. Pedí la instalación de un jacuzzi junto a la piscina, y un par de columpios para Katie. Me confirmaron que estaba todo listo justo una semana antes de volver de nuestra luna de miel. Así que podría llevar allí a Kara el día de su cumpleaños y celebrarlo allí como tenía planeado.

Hubiese querido que todo el material fotográfico y de pintura de Kara estuvieran allí para ese momento, pero ella habría sospechado si no hubiese visto sus cosas en la casa.

El arte del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora