gobernada ; trueno

capitulo 9

Olimpia ;;

— ¡Mira cómo estás, Olimpia! Sos un desastre flaca —exclamó Julián mirándome de arriba abajo, como estaba bajo los efectos del porro.

— ¿Q-que paso papi? —pregunté, y aunque siento que estoy hablando perfectamente, sé que no lo es, seguro se me habrán patinado todas las palabras.

Julián mira la escena negando la cabeza, y mirándome mal.

—Sos una cualquiera —soltó.

—¡No me digas!

—Olimpia cortala, ya basta —dijo está vez, con un tono bastante enojado.

—Ya fue, me voy con M-mateo —dije tomando mí bolso dispuesta a irme pero una mano haciendo presión en mí brazo me detuvo.

—Vos no te vas a ningún lado, y menos con un tipo —su mano seguía apretando mí brazo, y me dolia, me estaba doliendo.

—Ay —me quejé —Julian soltame —pedí pero nisiquiera sé inmutó —¡Dale flaco, soltame!

—¡Que no te vas a ir Olimpia! ¡Y mucho menos en este estado! —gritó haciendo que me asuste.

Lo miré a los ojos, estos estaban llenos de rabia, enojo acumulado, no lo reconocía, no podía ser el, este no era mí novio.

—¡Voy a estar mejor con el! ¡Vos me estás lastimando! —nisiquiera había sacado su mano que estaba haciendo presión en mí brazo —Soltame —ordené.

No me hizo caso, por lo que saque mí brazo bruscamente haciendo que me duela horrores pero no me importó, agarré y mis cosas abrí la puerta me di vuelta, mala idea porque me acorraló y estaba listo para pegarme una cachetada, pero lo patee  y me fui de la casa de Julián, ignorando todos los gritos y demás de este, con lágrimas en los ojos debido a la decepción que me estoy llevando al no reconocer al que hasta ahora es, mí novio.

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Mateo ;;

—¡Que mierda les pasa que tocan timbre a las cinco de la mañana! ¡La concha de sus madres! —putee, el sonido del timbre era constantemente, por lo que me despertó, bastante de mal humor que digamos, seguro eran los pibes, flashean after en mí casa a veces, cuando me pinta —Valentin, Manuel, si son ustedes les voy a meter una patada por el or..—me callé al ver que no era ni Manuel ni Valentín los que estaban en mí puerta, era Olimpia y con un aspecto tan, tan mal —Oli, ¿Estás bien?

—Nada de lo que estoy haciendo está bien, nada está bien.

Y segundos después tenía a Olimpia tomándome de la cara y besándome, no entendía nada, quería parar este beso y que me diga por qué está llorando en este momento, por qué su rimmel está todo corrido, por qué mientras la estoy besando llora y se siente el gusto salado de sus lágrimas, estoy sorprendido, sigo el beso, pero no puedo por mucho tiempo y lo corto, no está en buen estado, no está bien.

—Olimpia, ¿me podes explicar que te paso?

Y lo que dijo a continuación hizo que ahora si, tenga fundamentos para cagar a trompadas al pelotudo que tiene como novio.

—Casi me golpea, Matu, mí novio estaba por golpearme —y dicho esto se largué a llorar con más intensidad, la abrace, y solo me salió susurrarle unas palabras para tranquilizarla, aunque ni yo no lo estaba.

—Tranquila, ya estás conmigo, ya pasó —para después dicho esto le de un beso en la frente, y acurrucandola entre mis brazos.

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El colegio me está rompiendo el culo y no tenía tiempo para actualizar, colta

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