Olimpia
Me encontraba en la casa de Mateo, hecha furia ante lo que mi hermana me acababa de soltar hace ya una semana.
El de rulos se fue de vacaciones y volvió ayer, no habíamos hablado nada, ni siquiera un hola nos habíamos enviado, pero la diferencia era que el morocho no lo hacía por la señal y yo no lo hacía porque estaba muy enojada con él.
No bastó tocar el timbre que ya el morocho a los minutos esté en frente mio, sonriendome.
Avanzo y este piensa que le voy a dar un beso pero paso al lado suyo sin siquiera saludarlo a lo que imagino que este se encuentra con el ceño fruncido y totalmente confundido ante mi acción.
— Gorda, ¿pasó algo? —habló viniendo haca a mi, yo mantenia mi rostro serio aunque por dentro me moría de ganas de chaparmelo, estaba bronceadísimo.
Opté por cruzar los brazos, mala decisión, el morocho bajó su vista a mis tetas mordiendode el labio, haciendo que mi parte baja comience a humedecerce un poco.
— No sé, decime vos —hablé, haciendo que este me mire mas confundido de lo que ya estaba —¿Seguro de que no pasó nada?
Este asintió con la cabeza.
—Que yo recuerde no me mandé ninguna cagada —soltó, haciendo que cada vez mi enojo vaya creciendo un poco más. —No sé por qué estás así Olimpia, si me contas y la haces corta te digo si es verdad o no.
¿Quería que se la haga corta? Se la voy a hacer corta.
—¿Cuando me ibas a decir de que te estabas viendo con Julián? —Mateo se tensó.
— No quiero que sufras más —admitió, y por más que me cause ternura lo que haya dicho el enojo era más grande al ver que no me escuchó.
—¡Te dije que no te metas en esto, Mateo! —alcé la voz, haciendo que este baje la vista.
— ¡No puedo no meterme Olimpia! No quiero verte sufrir mas —confesó haciendo que quiera un poco olvidar este enojo y darle un montón de besos. —De verdad, no puedo.
—Bueno, intentalo —exclamé con la cruda verdad. —Son mis problemas, no los conviertas tambien en tuyos.
—Se convierten en mios también cuando tu ex te manda mensajes amenazándote por teléfono, Olimpia —yo quedé estática, ¿cómo sabía el eso? — ¿No me pensabas contar de que tu vida corría riesgo?
Lagrimas comenzaron a deslizarse por mis mejillas, Mateo intentó acercarse pero no lo dejé, tenía que dejar las cosas claras.
—¡No sabes como es él! ¡Te podría hacer mal, Mateo! —me limpié las lágrimas —Dejá de pensar tanto en mí y aplicalo en vos. —este negó con la cabeza.
—No puedo, Oli —confesó — No puedo no pensar en vos.
—Bueno, empezá a hacerlo —le digo con todo el dolor del mundo ante lo que voy a soltar ahora —Porque no estamos más juntos.
Este quedó estatico, no se lo esperaba para nada, negó con la cabeza.
—Oli... —negué con la cabeza, le di un abrazo y me fui.
Te amo Mateo lo hago tanto que prefiero que no te entrometas en esto y estes sano y salvo.
A pesar de que a mi me toque vivir este infierno de nuevo.
Mateo
—¿Quién tocó la puerta, Matu? —preguntó mi mamá, sin darse cuenta de que yo estaba en el sillón llorando a mil en silencio.
—Me dejó, Ma —solté y levante la vista, esta me miraba confundida, hasta que se dió cuenta de quien hablabamos y su rosto se suavizó — No quiere estar más conmigo
—sollocé.Mi mamá no tardó en sentarse junto conmigo en el sillón y abrazarme mientras yo lloraba por la pelirubia, es increíble lo que esta me causaba en todos los sentidos.
—Hijo, quizá es temporal, necesita su tiempo —explicó mientras yo lloraba —Pero no andes mandandole mensajes, espera un tiempo y después invitala a hablar, al fin y al cabo fueron mejores amigos practicamente toda su vida. —negué con la cabeza.
—La amistad se caga cuando ya hubo una relación ma —dije secandome las lágrimas —Y yo no quiero ser su amigo, mi amor es mucho más fuerte para ser un simple amigo.
Mamá me miró, me secó las lágrimas y solo se limitó a abrazarme, quizá porque para el desamor no había palabras de consuelo, porque un corazón roto solo uno mismo con el paso del tiempo lo puede reparar.
💛💛💛
Holis chikis, vayan a leer mi novela de Dani Ribba 💕
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gobernada ; trueno
FanfictionDonde Mateo trata de hacer de todo para que Olimpia le preste atención y deje de ser tan gobernada.