capitulo 10

6.4K 440 72
                                    

Mateo ;

Olimpia dormía, le había dicho que se tomara una ducha y que se acueste a lo que me hizo caso.

La bronca me invadía, quería ir a la casa de Julian y partirle la cara a trompadas, pero Olimpia no me dejó, me rogó para que no lo hiciese y aunque tuviese muchas ganas de ir y hacerlo, no fui, no quería que este mas nerviosa y alterada de lo que ya está.

Le di un beso en la frente y estaba dispuesto a salir de la habitación, pero un tono de llamada de un teléfono que no era mio sonó.

Me parecía inapropiado agarrar el celular de Olimpia y contestar, pero no quería despertarla por lo que lo tomé sin mirar quien llamaba y descolgué, para luego escuchar una voz que realmente, no era que pertenecía a alguien que yo quisiese, al contrario, era una voz la cual yo evitaba escuchar.

—¿Olimpia? ¡ya volves acá! ¿me escuchaste? Porque si no venis, se termina todo, se corta acá, ya no aguantó mas tus berrinches de pendeja —lo interrumpí.

—¿Y vos quien te pensas para hablarle así a una mujer, enfermo? —solté con amargura en la voz.

—¿Quien mierda crees que sos para hablarme así? ¿quien carajo sos? —decia este tratando de descifrar quien era.

—Y a vos que carajo te importa, gil  —hablé y este soltó una sonora carcajada al escucharme.

Que me hizo querer salir, ir a su casa y re cagarlo a trompadas, que se lo merecía, por estúpido y manipulador.

—¿Como anda el rayo?—dijo pronunciando mi a.k.a mal, obviamente a propósito —Dame con mi novia, no vas a querer que vaya a tu casa y te cagye a trompadas —ahora fui yo quien reí.

—Ni siquiera sabes donde es mi casa, ridículo —hablé —Igual ningún problema, te paso la dirección y ya sabes, a las piñas, yo no soy ningún cagón como vos.

—¿Vos estas seguro? —rió— Olimpia tiene siempre la ubicación activada, así que se donde está, todo el tiempo, capo —explicó, a lo que me hizo enojar aun mas al saber al limite a donde controlaba a mi amiga este enfermo —Dale gato, pasame con ella y va a estar todo bien, sino, ya estas avisado.

Reí sin gracia y hablé:

—Chupame la poronga, gil —y antes de escuchar su voz de mierda otra vez, le corté.

La horrible sensacion de saber que mi amiga tenia en una relación tan tóxica como la que tenía con este pibe me hacia querer hablarle mil horas mas sobre que no era sano, de que lo tenia que dejar, pero era inútil, Olimpia estaba dispuesta a todo por ese enfermo, y la verdad me enfurecía que no abra los ojos.

Dejo el celular donde estaba y me voy de mi pieza, dejándola descansar a la pelirubia, que dormia placida y relajadamente en mi pieza y me preguntaba hace cuanto tiempo ella no dormia asi.

(...)

Término de preparar la merienda, unos panqueques con dulce de leche y la chocolatada, si, eramos todos unos nenes.

Despierto a Olimpia y al ver lo que le hice salta de emoción como si fuese una nena de cinco años permitiéndole comer golosinas, sonrio al sentir el contacto de sus labios contra mis mejillas.

—Sos un lindo, de verdad, muchas gracias matu —me abrazó y desearía que este abrazo fuese eterno.

Todo iba bien, hasta que tres toques en la puerta hicieran que me levante y al abrir la puerta encontrarme con nada mas ni nada menos que Julian.

Y cuando esta persona aparece y mas en mi vida, solo se que es para una cosa, quilombo.

•••

volví jeje no me maten, ya tengo 3 caps escritos, los voy a ir subiendo en estos días.

quilombo: algo que provoca escándalo, bullicio o conflictos, o a aquello que está descontrolado.

•••

gobernada ; truenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora