Olimpia
Dí tres toques en la puerta me limpié las lágrimas y suspiré, estaba preparada para volver a Mateo pero, ¿que le iba a decir? tenía un nudo en la garganta, necesitaba hablar con el.
A los minutos la puerta se abrió y ahí estaba el, un poco despeinado, quizá lo desperté de la siesta debido a que sus ojos estaban mas hinchados y chinitos de lo normal y sus labios tenían un poco mas de volumen.
Dios, esos labios.
— Oli, ¿Que haces acá? —se resfregó los ojos y vió mi cara que seguramente estaba destrozada por mi llanto de hace rato —¿Estás bien? —negué con la cabeza y sin pensarlo mucho me acerqué a el y lo abracé, tomándolo de sorpresa.
— Dios, te extrañé —lo apreté un poco, este quedó estatico a lo que me alejé —¿Puedo pasar?
Este me miró y asintió un poco confundido, me llevó hacia la cocina y me senté en uno de los taburetes de ahí.
—¿Querés un café? —asentí.
—Si, por favor —pedí con un poco de timidez en mi voz.
(...)
—Rompí con Julián —rompí el silencio cuando este me dió mi café. —Y lo amenacé, si se podría decir así.
Este escupió todo el café que estaba bebiendo, sorprendido, quise reirme pero no era el momento.
—¿Que estás diciendo Oli? —tosió —¿Se terminó? ¿Por qué? —preguntó con sorpresa.
—Me di cuenta, eso pasó —solté —Estaba tan cegada con el, era un gobernada tenías razón. —este sonrió debilmente. —Eso no era una relación.
—Que bueno que te diste cuenta —dijo contarte haciendo que yo bufe.
—Además, te extrañaba horrores. —confesé y este me miró.
Tomé aire y comencé a contarle por qué rompí con el, Julián me tenía amenazada, decía que si no volvía con el Mateo y yo ibamos a vivir con miedo e inseguridad de que nos pasase algo, que no la ibamos a pasar bien, en fin. Que ibamos a vivir un infierno.
Y yo no quería eso, por lo que si tenía que elegir por quien tuviese que vivir aquel infierno iba a ser yo, lo amaba tanto que no me importaba vivir siendo una infeliz. Con tal de que el esté bien.
Este suspiró rendido y supe que lo que me iba a soltar no iba a ser para nada bueno, seguramente un reclamo.
—¿Y por qué me dejaste? Yo no voy a volver a ser tu amigo, perdón, pero no puedo —soltó dolido, dios, me odio —Nunca voy a poder ser tu amigo.
—Esta bien si no me querés en tu vida Mateo... —me interrumpió.
—Porque no puedo imaginarme con vos sin que seas mi novia, Olimpia —me sonrió.
Me mordí el labio a punto de llorar, no aguanté y me paré rapidamente para ir hacia el, tomar su cara y besarlo.
Había extrañado tanto esto, había extrañado tenerlo conmigo, besarlo y mas que nada esas charlas porque aunque fuese mi novio tambien era mi mejor amigo, mi compañero y mi alma gemela. Espero que todos en su vida puedan encontrar a alguien al cual amen y confien plenamente, que si hay alguna discusión luego vengan y perdonen porque no pueden soportar un segundo peleado con alguien que aman tanto.
Eso sentía por Mateo, libertad, esa libertad de ser quien soy, de hablarle de lo que me gusta y lo que deseo, de contarle mis proyectos y le apoye a pesar de todo, de ponerme una prenda y que me diga que soy la más linda, que voy a enamorar a todos, no tapandome o prohibiendome cosas.
Mateo me enseñó la confianza y mas que nada el amor sobre todas las cosas, le debo todo y aunque el sienta que no yo lo creo así, amo como es su persona, como es conmigo.
Amo a Mateo, porque por más de que me ame me dice la verdad por más que duela.
Mateo es una de las personas de las cuales me hicieron dar cuenta de que no estaba en un buen ambiente.
Mateo me hizo dar cuenta de que estaba siendo una gobernada.
Y ahora me esta haciendo trabajar en eso, en que no lo debo ser, nunca más.
Porque las prohibiciones no son amor.
La confianza y la sinceridad lo son.
Y eso lo supe con Mateo.
—Te amo —solté dandole un pico haciendo que este me sonría.
—Yo más, amor —dijo juntando nuestras frentes.
Y supe que no me faltaba nada más, estaba con el amor de mi vida, sintiendome bien y cómoda y más que nada.
Libre.
FIN
💛💛💛
aaaaaaaaaa lpm se terminó verga toy llorando
💛💛💛
ESTÁS LEYENDO
gobernada ; trueno
FanfictionDonde Mateo trata de hacer de todo para que Olimpia le preste atención y deje de ser tan gobernada.