gobernada ; trueno

capitulo 17

Mateo

-Yo no tengo que pedirte perdón, Mateo.-exclamó la pelirubia enojada.- Asi que no esperes que nada de eso salga de mi boca.

Bufé, enojado.

-¿Y por qué venis a mi casa entonces? -pregunté curioso, esta rodó los ojos pero habló.

-Me invitó tu mamá, ella me re quiere y me divierto tomando mates con ella.-explicó .-Aparte, ni que fueras el ombligo del mundo Mateo.

Rodee los ojos, ofendido.

-Bue, andá a cagar Olimpia. No te jodo más -atiné a levantarme del sillón e irme pero ella rió y puso una mano en mi pecho, parándome.

Me enojé aún más, ¿se reía de mi?

- Pará, loquito. No te enojes tonto - rió, y aunque por mucho que ame verla reir ahora desearia que se calle.

- ¡Te estas riendo en mi cara Olimpia! ¿Que querés que haga? ¿Te aplaudo, querés? -solté, pero ella cambió la cara, y se alejó.

-Sos un grosero, Palacios -rodee los ojos por milesima vez, ¿ahora me iba a llamar por mi apellido?

-¿A dónde vas? -pregunté curioso, aunque sabia bien que quería.

- ¿Y, a quien vine a ver? -soltó bruscamente.

Sonreí y le guiñé el ojo.

-Y...no sé eh, para mi alta excusa te mandaste para venir a verme -esta se mordió el labio y me corrió la vista.

-Sos un pelotudo. Estoy buscando a tu mamá.-afirmó.

-Se fue hace banda, ni idea a que hora vuelve, la podes esperar si queres.

Esta bufó y cruzó los brazos para hablar y antes de que pregunte respondí.

-Tambien se fue con Emi, estas solita con tu mejor amigo Mateo -me acerqué y ella me esquivaba la mirada, mas enojada que antes.

¿Acaso dije algo malo? No entendia que le pasaba a la pelirubia.

-Bueno, me voy entonc...-cuando levantó la vista, estabamos muy cerca y su cara estaba a centimetros de la mia.

Otra vez.

Puse las manos en su cintura, ella me miró. Sabia que estaba mal, pero era inevitable.

Me acerqué, despacio y una sonrisa queria asomarse de mi parte, ella estaba concentrada, y su mirada estaba fija en mis labios.

Sonreí para mis adentros.

Y cuando estaba a unos pocos centimetros de distancia...

Alguien tocó la puerta, que hizo que todo el lindo y comodo ambiente que se habia formado, se vuelva de repente tan incomodo.

Me separé a duras penas de la pelirubia, enojado por quien podia ser mientras ella estaba con los ojos mas que abiertos, y un poco ¿sonrojada?

Fui y abrí la puerta y cuando lo hice, me arrepentí de no haber preguntado quien era.

Ahora si que se me armaba.

-Hola, Uma -dije, pero esta mas o menos se me tiró dandome un apasionado beso, que no pude no seguir hasta que llegamos al living. Choqué contra el sillón y cuando esta se sacó la remera y yo iba a hablar, alguien se me adelantó.

-Estoy de más acá -escupió Olimpia y antes de que pudiese hablar ella se fué, cerrando la puerta fuertemente.

Me levanté rapidamente y me baje la remera que la tenia bastante levantada, la iba a ir a buscar, por milesima vez, como siempre.

Pero cuando corri mi vista a Uma, esta ya se estaba volviendo a poner la remera y con la cara roja, estaba enojadísima.

-¿La vas a ir a buscar? -escupió con furia.

¿Olimpia o Uma?

¿Mi amiga la gobernada o mi novia?

Y como siempre, yo la tenia que cagar.

-No sé.

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Perdon por ser una densa y actualizar siempre esta ahre

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