capitulo 24

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Despertar al lado de Mateo era de las cosas mas maravillosas que me pasaron.

Recién estabamos en la etapa en la cual viviamos practicamente todo el dia juntos, pero surgió un problema de salud en la tia de Mateo por lo cual quedó internada y ellos iban a verla pero por suerte Laura ya está bien, y ayer después de tres dias nos volvíamos a ver con el morocho que me había convencido de quedarme a dormir.

Comencé a repartirle besos para que se despierte, este hacia sonidos raros con la boca a lo que reí.

— Mateo, me tengo que ir a mi casa —le susurré antes de levantarme.

Pero este con su brazo en mi cintura me lo impidió.

— No Oli —habló con su voz ronca, alargando la primera letra "O" —Un ratito más quedate.

—Menos mal que estabas dormido eh —hablé haciendolo reir — No puedo gordo, me tengo que ir.

—¿Desayunamos? —alzó la vista y me encontré con sus ojitos mas chinitos de lo normal y su boca igual. —Aunque sea hace eso por mí —dijo haciendo un puchero a lo que asentí con una sonrisa.

—Bueno está bien —este me dio un casto beso —Pero solo desayuno, Palacios. —lo conocía, siempre me quería convencer para que me quedase un rato mas.

Este se limitó a sonreir y levantar las manos en signo de rendición.

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—¿Por qué estas enamorada de mi hermano? El es feo y se tira eructos —dijo Emi haciendo que Mateo lo mire mal mientras que Alicia y yo , al contrario, comience a reirme.


—Muy en el fondo es un buen chico —solté haciendo que Emi se ría a carcajadas mientras que Mateo dejó de lado sus galletitas oreo mirandome con cara de orto.

—Sos una mentirosa, yo soy alto lindo y tengo tremenda facha.

—Sisi, como digas. —mentí y cuando no aguante mas le di un pico —Mentira bebé, sos muy lindo vos.

Emi nos observaba hasta que soltó un leve:

—Diu, que asco.

Que nos hizo reir a ambos.

Desayunamos entre risas y conversaciones triviales, siempre me sentí muy cómoda con ellos aparte de que conocía a Alicia desde que Mateo y yo eramos unos chiquitos traviesos, y a Emi desde que había nacido.

Recuerdo cuando Mateo se había enterado de que iba a tener un hermanito, fue a mi casa llorando haciendo un drama tremendo para decirme de que no queria un hermano porque sus papás lo iban a dejarlo de lado por el nuevo bebé. Recordar esa escena me dió mucha ternura, ahora Mateo no podría imaginar su vida sin Emi.

Después de limpiar lo que había usado y despedirme de Emi y Alicia fuimos rumbo hacia mi casa, ya que Mateo me quería acompañar hasta allá.

🌺🌺🌺

—¿Ese no es Julián? —preguntó Mateo haciendo que yo levante la vista hacia quien estaba en la puerta de mi casa.

No me sorprendía,para nada. Miles de veces cuando yo habia cortado todo vínculo que hayamos tenido el venía a mi cada y no me dejaba en paz hasta que le abra la puerta, era un infierno vivir estas situaciones. Y lo estoy sintiendo ahora de vuelta.

Mateo quiso ir hacia el, pero no se lo permití.

—Apenas se te empezaron a ir las heridas que tenias en la cara, no quiero que tengas mas ni que te metas en esto. No es de mala, pero no son asuntos tuyos.

Este suspiró, estaba enojadisimo. No quería estar escondido entre los arboles mientras yo resolvía todo esto.

—Es que me importas, Olimpia.

Le acaricié la cara y le di una sonrisa leve.

—Y vos me importas a mí —lo besé.

Mateo quedó ahi parado y yo tomé valor para ir hacia mi ex novio y el culpable de mis pesadillas e inseguridades.

—¿Que mierda querés, Julián?

Este se dió vuelta y me miró de arriba abajo, odiaba la manera en que hasta ahora controlaba mi vestimenta.

—Te extraño amor —suspiró —Quiero que volvamos, voy a cambiar, te lo prometo.

Reí sin gracia, no me alcanzan todos los dedos para contar cuantas veces me dijo eso.

—No te creo y aunque lo hiciese, no volvería con vos por nada .—este me miró mal —Te pido que te retires de mi casa antes de que llame a la policía.

—Me gusta que te hagas la difícil —se mordió el labio y se acercó hacia mi, mucho para mi gusto.

Trague saliva.

—Andate, por favor te lo pido.

Este rió, y despues de un rato, habló.

—Nos vemos pronto, amor —me dió un beso en el cachete y se fue.

Llevé mi mano hacia ahi limpiando aquel beso asqueroso que me habia dado y cuando miré hacia Mateo este venia con un ceño mas fruncido de lo normal.

Pero cuando me vió aguantando las lagrimas suavizó su rostro, y cuando me abrazó no aguanté mas y mis lagrimas comenzafon a deslizarse por mis mejillas.

—Estoy harta —confesé —Quiero que me deje en paz de una vez por todas, quiero ser libre, Mateo.

Este suspiró, odiaba verme así, tan mal.

—Ya está, ya pasó beba —se separó de mi e hizo que lo mire a la cara —Estas conmigo y me voy a encargar de que estes bien, ¿si? —asentí.

Y ahí me di cuenta que mientras estaba con Mateo, siempre me sentía segura.

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no lo banco a Julian real

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gobernada ; truenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora