gobernada ; trueno

capitulo 13

Mateo ;

— Amigo, ta' to bien. Ya te le confesaste, sos un capo —habló Manuel.

Rodee los ojos.

— Manuel, me dejó ahí, se me fue de las manos. Se fue todo al carajo —dije frustrado.

—Pero flaco, por lo menos te arriesgaste, no te hagas tanta mala sangre, no te sirve si sabes que al fin y al cabo de terminan arreglando —esta vez habló Valentín, tratando de que las cosas suenen menos pesadas.

Asentí aunque no creía que esta vez todo se arregle, nos besamos por segunda vez y aparte de todo esto me le confesé, quedando como un pelotudo, lo único bueno que podía sacar de ahí era que no estaba expuesto hacia otras personas, si hubiera sido así me mataba.

— Tiene novio, amigo.—hablé —Aunque sea un pelotudo es su novio y tenía que respetar esa relación, aunque sigo con unas ganas de re cagarlo a trompadas.

—Bue quien te entiende Mateo —saltó Daniel —Flaco estás más indeciso que yo eligiendo que comer.

Todos reímos, incluso yo.

—No sé que mierda hacer —hablé, no me gusta estar así, distanciados.

—Y anda a buscarla —soltó Manu —De última como mucho te rechazará, no se.

—Puede ser.

Olimpia ;

No sabía que hacer.

Mí vida estaba completamente patas para arriba, sin lugar a dudas.

¿En que momento cambio tanto? ¿En que momento Mateo empezó a sentir cosas por mí?

No podia, no lo merecía incluso, no merecía una persona como el, tan dulce y comprensivo.

Era demasiado para mí, y no quería lastimarlo.

Paso una semana desde que las cosas en mí vida cambiaron, mí mejor amigo se me declaraba, mí novio estaba raro conmigo e incluso más desconfiado que nunca, por lo que mí vida no cambio para bien, sino para todo lo contrario.

Para mal.

El día que pasó todo esto, llegue a mí casa llorando, porque no se controlar nada de mí, mí vida estaba cada vez más cambiada y no sabía qué hacer, besé a Mateo teniendo novio, un buen novio que me quiere.

No sabía si decirle a Julián, sentía que lo estaba traicionando, en si no lo sentía, lo hice y me sentía avergonzada ante mis impulsos.

¿Como le decía que le metí los cuernos? No hay un diálogo exacto para eso, ni para como hacer sin que al otro le doliera.

Y sentía una opresión en mí estomago al pensar en cómo sería su reacción al respecto.

Me levanté de la cama y fui hasta la cocina, tenía mucha hambre, por lo que me preparé un sanguche de milanesa y me quedé tranquila comiendo en el sillón.

Pero esa tranquilidad duro solo unos minutos, porque tres toques en la puerta hicieron que me levanté, pensativa por quien podría ser. No esperaba a nadie, pero espero que sea un amigo, porque estoy demacradisima.

Abro la puerta y no puedo ni siquiera saber quién es que me propinan una cachetada.

Toco la parte que me golpearon, rápidamente miré a quien me lo hizo.

Nada más ni nada menos que Uma.

—¿Que mierda te pasa, flaca? —escupí, con ganas de cagarla a trompadas yo también.

No me dio tiempo ya que habló e hizo que me quedase plantada en mí lugar.

—Alejate de Mateo, porque vas a tener problemas. Muy serios problemas.

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gracias por los 10k muchachada, se viene lo picante

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