Olimpia
Me quería ir a mi casa, mis ojeras estaban por el piso y mi estado de ánimo no estaba siendo el mejor en estos dias, suspiré cuando una mano se agitaba adelante mio, sacandome de mi trance.
—¿Que vas a querer comer? —negué con la cabeza, no tenía hambre —Bueno, veo que te traigo. —dijo mi novio rendido.
Saqué mi teléfono y me adentré a mi red social favorita: instagram, comencé a ver las instastories de mis amigos como Fátima boludeando con Valentín en sus mejores amigos, me reí un poco, los extrañaba.
Iba todo bien hasta que me toca las instastories de él, no subió muchas pero si las suficientes para ver que se encuentra mejor de lo que yo estoy, sonrío, por lo menos algo bueno, no soportaría la idea de que despues de casi dos meses Mateo siguiera triste y deprimido como yo.
Las imagenes que subió eran con Marquitos, Nacho, Manuel y Daniel y una piba a la que, a decir la verdad estaba bastante apegada a el.
Traté de engañarme a mi misma con que esto no me hacia mal, pero no tardó mucho cuando una lágrima se desparramaba en mi mejilla y un fuerte dolor en el pecho se me hacía presente, traté de reprimir un sollozo para que las personas que también están acá no se den cuenta.
Quería irme a mi casa, tirarme en la cama y llorar hasta dormirme.
Pero cuando estaba por levantarme y decirle a Julián que me iba, que no aguantaba este llegaba con dos cafés y facturas, le sonreí.
— Gorda, ¿qué te pasa? —me acarició y yo quería que ya saque la mano de mi cara —Te noto triste.
—Estoy bien —contesté cortante —Estoy cansada no más, me quiero ir a mi casa.
Este negó con la cabeza.
—Hoy vamos a la mía, te extrañé esos meses que estabas con ese. —habló refiriendose a Mateo con una mueca de asco.
— Yo tambien lo extraño —este me miró con el ceño fruncido, y me dí cuenta de que metí la pata —Lo extrañé —corregí haciendo que este me sonria pícaro. Estupido.
—No quiero que lo veas mas, Olimpia —soltó —Te lo prohibo. —asentí con la cabeza, al fin y al cabo aunque yo quisiese el no me quiere ver.
Julián se acercó y me besó, yo tardé en seguirselo pero cuando lo logré sentí mi cara empapada y cuando este se dió cuenta se separó de mi. Y para peor, no solo el se dió cuenta, sino toda las personas que estaban merendando en el lugar.
No aguanté y me paré de mi lugar para salir corriendo de ahí, no podía sentirme más que avergonzada ante toda la gente que me estaba viendo y me había visto llorar.
Seguí corriendo hasta alejarme un poco, hasta que una mano tomó mi brazo y me dió vuelta hasta quedar cara a cara.
—Olimpia, ¿me podés explicar que mierda te acaba de pasar? —exclamó enojado Julián, el dolor en el centro del estómago se hizo presente y después de unos cuantos meses me acabo de dar cuenta de cual es el origen de este dolor.
Y por primera vez, le ponía nombre a tal dolor, era el miedo. Yo le tenía miedo a Julián.
Lo miré al anterior nombrado y negué con la cabeza.
—No puedo, simplemente no puedo Julián. —me solté de su agarre.
—¿Que no podés con qué? —expresó confundido.
—No puedo estar con vos —escupí —No quiero estar con vos, amenazame si querés, matame, matate, hace lo que quieras con nosotros, pero yo esto no lo voy a vivir más ¿me escuchaste? Si no tengo a quien quiero en mi vida, ¿para que seguir viviendo?.
—¿Vos estás escuchando lo que estás diciendo? Sos una desagradecida —reí por primera vez en unas cuantas semanas.
—Sos un cínico wacho, vos sos el desagradecido acá —solté —Yo te amé, amaba a el Julián que se divertía conmigo y con mis amigos, no a este que me prohibe hacer lo que quiero. No sos una persona sana, sos un enfermo —este me alzó la mano para pegarme —Y te digo la verdad, me cansé de tenerte miedo.
Este simplemente me miraba, no sabía que decir.
—Aceptá que esto se terminó, dejame ser feliz con quien yo quiero. No nos amenaces más, esfúmate. —trague saliva nerviosa —Hacelo por las buenas, porque yo voy a la cana y te meto una denuncia que no vas a ver nunca más la luz del sol, ¿me escuchaste? Porque los golpes que me dabas dejaban moretones y eso se borra con el tiempo, pero te aseguro que de acá —me señalo la cabeza — No se me van a ir más.
—No sabés lo que estas diciendo, no sos nada sin mí.
—Vos no sos nada sin mí, Julián. —corregí. —Y esto que me hiciste la vida te lo va a devolver, pero por suerte no voy a estar para verlo. Chau Julián, espero que tengas una vida miserable, porque eso me hiciste vivir a mi todos esos meses que estuve con vos, tóxico de mierda.
Me limpié las lagrimas y sonreí, me di la vuelta y caminé hacia mi casa, para dejarlo todo atrás.
Suspiré de alivio, me saqué un peso de encima, nunca me sentí tan valiente.
Pero a esto, esto no me va a volver a pasar, yo no lo voy a dejar pasar nunca más.
💛💛💛
Según mis cálculos son -2 caps y chau gobernada 😜
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gobernada ; trueno
FanfictionDonde Mateo trata de hacer de todo para que Olimpia le preste atención y deje de ser tan gobernada.