Bajo Mil Letras De Colores [✔]

♥︎Capítulo 6

Empapados

Luego de verme con mi mejor amiga y almorzar en el restaurante de Rosie, me propongo a ir a la casa de la fraternidad.

Al principio no quería ir, pero necesitaba saber más de Trevor, ese  chico quién gracias a su ayuda aún sigo con vida.

Aún no entiendo por qué su actitud cambió de la noche a la mañana o eso creía. También podía estar equivocada, porque no lo conocía y podría ser así en verdad.

Ya frente ésta dichosa casa de jóvenes universitarios me dispongo a tocar la puerta de manera pausada. Doy un paso hacia atrás y observo que las paredes tienen manchas de todo tipo, como de pintura, moho y barro, es como si tuviese tantos años sin limpiarla. El césped está muy bien cuidado, más las flores que allí estaban para decorar la entrada. Un gran letrero cuelga desde arriba con el nombre de la fraternidad junto a un modelo con el uniforme del equipo de fútbol.

Alguien al fin abre la puerta. Un chico con cabello rubio y un baso rojo que al parecer debia ser alcohol me pregunta por mi nombre. Le respondo diciéndole que soy amiga de Zac y que era miembro de la fraternidad. Duda por un minuto pero abre paso para que yo pudiera entrar.

Entro pero no veo a nadie en la sala. Está completamente vacía a excepción de las diversas decoraciones, lujos como muebles, mesas , televisor y trofeos de fútbol y otras competencias, como porrismo y baloncesto.

—Todos están en el patio. —Dice. —¿Quieres que llame a Zac?

Quito mi mirada de la vitrina de trofeos para responderle.

—No, ahora mismo voy, gracias.

—De nada Aurora, soy Peter por cierto.

Asiento y se va. Devuelvo la mirada a los trofeos y leo las inscripciones en ellas.

Estos vienen ganando desde generaciones atrás, desde 1978.

Me guío por el más reciente y leo el nombre del último ganador: Trevor Drover.

Mi corazón palpita al leer su nombre en la gran copa de fútbol. Éste chico también juega fútbol, no me lo creo.

—Hola. — La voz de Trevor me sorprende atrás de mí. Doy un brinco y hago mover un poco la vitrina.

—Hola. —Le respondo y observo el vaso rojo que llevaba en la mano, supuse que era alcohol

—La reunión está en el patio. —Responde, y me hace una seña indicandome el lugar.

—Gracias.

Lo sigo por un largo pasillo, hay muchas fotos en grupo de fútbol, porritas y todos los miembros de la fraternidad.

Veo una foto suya con Zac y otro chico sosteniendo el trofeo que acabo de ver.
Me detengo para observarla mejor.
Trevor se da cuenta que me detengo y se da medía vuelta para quedar a mi lado.

—¿Eres jugador de fútbol? —Me golpeo la cabeza por sonar tan obvia.

—Sí. —Responde. —Soy delantero y capitán del equipo.

Al fin puedo ver su linda sonrisa otra vez. Le devuelvo tambien una y seguimos caminando. Pude ver en el fondo una enorme piscina con miles de chicas en vestido de baño jugando con una enorme pelota.

El clima había cambiado drásticamente. Ya no hacía tanto frío como hace unos días y el sol ya empezaba a brillar como si fuese un domingo al medio dia.

En el momento en que entro al lado de Trevor todos se me quedan viendo, no sé si es porque vine con un enorme jean negro y un suerte de mangas cortas cuando evidentemente era una fiesta en la piscina, o porque entré con el capitán del equipo de la fraternidad RoyerBoolts.