♥︎Capítulo 13

31 4 0
                                    

El baile:

Perdí la cuenta de los tragos que había digerido en compañía de Jhoana y las chicas. No podía quitar mi mirada en Daniel, quién aún seguía metido en la piscina. Tomaba un trago tras otro, como si fuese lo único que hubiera en el mundo.

-¿Pasa algo con Aurora?-Helena cuestiona a Jhoana mientras me observa tomar dos tragos de whisky a la vez -A ése paso terminará vomintado a media noche.

Jhoana me quita de las manos el pequeño trago -Ya es suficiente, Aurora.

-¡Déjame! Aún tengo control de mi misma.

No era cierto, ya sentía síntomas de mareo, pero un poco.

-Por ahora, tu sabes lo insoportable que te pones cuando bebes de esa manera. No más whisky para ti.

Hago pucheros en mi silla. Giro en dirección a la pequeña barra de los chicos del equipo, Diego bailaba con una chica morena. Vi sus movimientos, algo suaves pero eróticos, ¿Podré hacer eso?

Hace tiempo, vi a Jhoana mover el culo de una manera espectacular, siempre quise aprender como lo hacía. Jhoana me dio varias clases en mi habitación, aprendí a hacerlo un poco bien pero nunca me atreví bailarlo fuera de mi habitación.

Tomé de las manos a todas y las llevé al centro en dónde la música sonaba muy fuerte.

-¡Venga, vamos a bailar!

El alcohol fluye por mis venas, como si fuese sangre haciendo su circulación por todo mi cuerpo. Esperé que las chicas empezarán a bailar para después seguirles el paso. Un muchacho alto, se nos acercó, tratando bailar con una de nosotras, yo no estaba segura si bailar con él, pero estaba lista. Lo tomé de las manos y me puse delante de él. Movía mis caderas suavemente entre su entrepierna y el hacía lo mismo con un movimiento un poco brusco. Levantaba mis manos sin parar de mover mis caderas.

-Bailas muy bien -Me susurraba en el oído mientras tomaba una de mis nalgas y las pegaba contra él.

Me aparté sin decirle nada, llamé a Keit para bailar con ella y quitarmelo de encima, ella entendió muy bien y empezamos a rozarnos la una con la otra, puros movimientos lésbicos muy provocativos para cualquier hombre.

Dos chicos se nos acercaron por atrás.

— ¿Quieren bailar con nosotros, chicas?

Keith y yo nos unimos en coro en nuestro única respuesta: — No.

Los tipos enarcaron sus cejas y se vieron el uno a otro.  Uno de ellos esperó que la música parara un instante para poder hacer una pregunta.

— ¿A caso son novias?

Keith y yo nos miramos y estallamos en carcajadas. Ellos estaban confundidos por nuestra reacción, tal parece que la pregunta era enserio.

— Si, ahora largo.

Ambos salieron a buscar a otras para poder bailar. Llamé al chico encargado de la música para que pusiera algo lento, pero atrevido, algo así como un reggaeton que dan ganas de todo.

Tomé un par de tragos, solo para estar segura.

Me acerqué a los chicos, y esperé a qué Daniel saliera de la piscina. Éste momento es perfecto para hacerle el baile. Trevor salió de la piscina hace horas, y confío en que no se asome por unos tres o dos minutos.

Bajo Mil Letras De Colores [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora