Un Escritor y una artista:
Acuné mi cabeza contra su hombro, las manos rozando mis caderas, impulsándome más cerca hasta que no quedaba espacio entre nosotros. Sus labios siguieron moviéndose contra los míos, implacables y dulces, mi cabeza daba vueltas mientras barría su lengua en mi boca, su mano agarrando mi muslo, dibujándolo con el fin de que nuestras piernas quedaran juntas.
Me apoyé en él y se quejó, una mano amasando mi cadera y la otra acariciando por debajo de mi suéter, con los dedos calientes extendidos a través de mi espalda.
Uno de mis brazos estaba aplastado entre nosotros, el otro lo puse en su pecho, tocando la abertura de su camisa de franela, deslizando los botones de los ojales, sintiendo la variación entre la superficie lisa de la franela y la textura desigual de la camisa.
Una vez desabotonada la camisa, la moví a un lado y deslicé mi mano por debajo de ella, en su duro abdomen. Su respiración se cortó y me aparté para apoyarme en mi codo y mirarlo.
—¿Algún día podré leer algunos de tus escritos?
—¿Eh? Se inclina hacía adelante, acomodando su postura, mirándome fijamente.
—Ya me escuchaste, tu has visto mis dibujos.
—Amm, no lo sé, Courtney... a nadie le he enseñado mis escritos y creo que eres la única qué sabe que soy escritor en proceso.
—Bueno, no importa, cuando te sientas seguro, ¿vale?
El asiente y estira su brazos para abrazarme.
—¿Qué tipo de literatura escribes? Ya sabes poesía, cuentos, novelas...
—En su mayoría, cuentos, pero hace poco me inspire a escribir una novela.
—¡Vaya!—Exclame —Me encantaría leerla.
—Cuando esté lista, te prometo que serás la primera qué lo leerá.
—¿Lo prometes?
—Lo prometo, Courtney.
Miré sus ojos con tanto deseo, las chispas del fuego se reflejaban en sus pupilas, miré sus delgado labios y los volví a besar.
Sus labios jugaron sobre los míos, y me atrajo hacia el centro del sofá tendiéndome. Abrí los ojos cuando él se echó hacia atrás y me miró.—Dime que pare, cada vez que lo quieras. ¿Entiendes?
Asentí con la cabeza.
—¿Quieres parar ahora?
—No.
—Gracias a Dios —dijo, con su boca regresando a la mía, su lengua hundiéndose en mi interior mientras yo clavaba mis dedos en sus brazos sólidos.
Le acaricié su lengua con la mía, chupando hasta el fondo de mi boca, y él gemía, puse la distancia suficiente, para levantarme un poco y quitarme el suéter. Burlándose, puso la yema del dedo sobre la curva de mi pecho, él siguió el arco con sus labios.
Cuando me empujé contra su hombro se detuvo, sus ojos estaban desenfocados. Lo empujé sobre su espalda y me senté sobre él a horcajadas, sintiéndolo duro y listo, a través de nuestros pares de jeans. Sus manos se suavizaron hasta mi cintura y me jaló hacia abajo, y nos besamos profundamente mientras me mecía contra él.
Minutos más tarde, sacudió los ganchos libres en la parte posterior de mi sostén y tiró de las correas de mis brazos. Chupo con tanta agresión mi cuello.
—Oh —jadeé, quedando floja en sus brazos.
Rodamos otra vez y yo estaba debajo de él, sus manos rastreándome y dando vueltas, seguido por su boca. Entonces él desabotonó mis vaqueros y tocó la cremallera y todo se estrelló alrededor de mí.
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Bajo Mil Letras De Colores [✔]
Novela JuvenilAurora comenzará una nueva etapa llena de aventuras y fuera de la protección de sus padres en busca de un crecimiento personal y sobre todo artístico y pintar su verdadero ser. Trevor lucha día en silencio, guardando sus secretos en su diario. A pe...