11: san valentín.

166 22 26
                                    

Es 14 de febrero, mejor conocido como San Valentín.

Todos los estudiantes están volando en una nube rosa.El amor puede olerse en el aire y las parejas toman cada oportunidad para demostrarse el cariño mutuo.

Otros, de aquellos que son valientes, ven ésta ocasión como la ideal para confesar sus sentimientos dejando notas y regalos anónimos.

Jinho está en el décimo día de su plan y es uno de ellos...

...si es que logra encontrar el obsequio para Hara.

-¿Puedes dejar de reírte y ayudarme?

Yuto toma un respiro sólo para continuar riendo segundos después.Mientras tanto Jinho continúa rebuscando entre las millones de cartas que rebalsan su casillero y caen a sus pies, todo debido a su voluminosa cantidad.

Sus manos empujan y rebuscan sin parar entre el montón, pero no dan con nada.

Claramente varias chicas de la escuela habían sobornado al conserje como cada año para que este les abriera su casillero y así pudieran dejarle un obsequio.

Sí, mal momento.

La campana está a punto de sonar y sus nervios están de punta por una simple razón: si el receso se acababa antes de que pudiera encontrar el obsequio, su oportunidad se esfumaría.

Él no quiere despreciar los sentimientos y el tiempo que todas aquellas chicas habían invertido escribiéndole o comprándole obsequios, pero está desesperado.

-No creo que vayas a encontrar nada allí adentro...-El japonés asoma su rostro junto al suyo y observa el interior del casillero como si fuera un agujero negro-Al parecer obtuviste muchas admiradoras nuevas éste año y son muy efusivas.

Jinho chasquea su lengua y deja caer los brazos, frustrado.

-Si no lo encuentro perderé mi oportunidad.-Se lamenta.

-Nunca te he visto así...-Su amigo lo mira de reojo-¿Por qué tienes que hacerlo justo hoy? ¿Por qué no otro día?

-Porque cuando la veo pierdo la capacidad de hablar con coherencia.-Masculla el susodicho, frunciendo su boca-Y además, ella parece no saber de...

-...de tu existencia, sí.-Completa Yuto, alzando sus cejas-Ya lo mencionaste en varias ocasiones.¿Sabés lo que opino...?

Su amigo se detiene bruscamente al ubicar algo dentro del casillero que parece sorprenderlo.

-¿Eso es...chocolate suizo?

Jinho le da una ojeada nerviosa al dulce.

-Sí, supongo.-Lo que menos le interesa ahora es la naturaleza de ese chocolate-¿Qué decías?

-¿Puedo quedármelo?

La mirada de adoración en los ojos de Yuto no puede disimularse mientras mira el chocolate.

Jinho suspira.

-Sí, puedes quedártelo.-Dice, exasperado-¿Qué me decías?

El japonés manotea el dulce y lo guarda en el bolsillo de su chaqueta más rápido que un torpedo.

-Opino que Hara no es el tipo de chica a la que le gusten este tipo de baboseadas.Honestamente, el día de San Valentín debe parecerle una tontería.-Frunce el ceño-¿Por qué no simplemente se lo dices y ya?

Jinho abre la boca para opinar al respecto pero algo de color rojo capta su atención en medio de la infinidad de sobres y paquetes.Al instante se lanza hacia el casillero y lo toma entre sus manos.

-¡Lo tengo!-Festeja, sosteniendo el pequeño paquete con una carta adherida a la tapa-¡Tengo que irme, nos vemos luego!

Su amigo se queda estático mientras él palmea rápidamente su espalda en un saludo amistoso y se lanza en una exhaustiva carrera por el corredor infestado de personas.

-¡Oye!-Apenas escucha la voz de Yuto sobre el barullo-¡¿Qué se supone que haga con todo ésto?!

-¡Feliz día de San Valentín!-Grita Jinho mientras corre, más sonriente y aliviado que nunca.

Cuando sale del estupor inicial Adachi se gira hacia el desastre de cartas y regalos regados por el suelo, alzando sus hombros antes de comenzar a recogerlos con renovado ánimo.

Al parecer este año sí tendría regalos y cartas anónimas, cortesía de su mejor amigo...

Minutos después Adachi Yuto se encuentra sentado en las escaleras con múltiples cartas entre sus manos, comiendo chocolate como si la vida se le fuera en ello.

-Querido Jinho...-Lee en voz baja con la boca llena de comida.Luego, se detiene y le frunce el ceño al papel con disconformidad-No.

Hace una pausa, aclara su garganta y dice con un tono solemne:

-Querido Yuto...

Y sonríe, pensando «mucho mejor...».

The list » JinhoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora