70: Epílogo.

75 14 53
                                    

Año 2020 — Actualidad.

La helada brisa acaricia el rostro de Jinho como una caricia fantasmal en medio del campo abierto.Los copos de nieve se le aferran a las pestañas y su largo abrigo hace poco para protegerlo del frío.Apenas puede sentir su rostro y en especial sus orejas.Si tuviera su cabello para protegerlo eso sería de ayuda, pero desgraciadamente tuvo que cortarlo todo para hacer el servicio militar.

En las circunstancias actuales le es imposible no percatarse de que durante los últimos años cambió mucho.Y no sólo él, sino todo a su alrededor.

Deslizando la palma de su mano por la ceniza lápida frente a él, se agacha ligeramente y deposita el pequeño ramo de flores justo frente a esta.

—Soy yo.—Pronuncia entonces con lentitud—De nuevo.

Aunque suene algo obvio, sostener una conversación unilateral cada año le resulta más difícil.

—Lamento haber tardado más de lo normal en venir.Sé que me retrasé un par de días, pero vine en cuanto me lo permitió el servicio...

Hace una pausa, permitiéndose escuchar el tranquilizante y triste silencio propio de los cementerios.Ese que le hace dar escalofríos y a la vez pacífica su alma inquieta.

—Solo quería hacerte saber que estoy bien.—Piensa al respecto—Es decir, admito que el servicio militar da algo de miedo...pero todos me tratan muy bien y la comida es buena...—Inspira profundamente y mete las manos en sus bolsillos—En fin, me estoy yendo por las ramas.

Ríe suavemente y retoma sus palabras:

—¡Pero hey! Veo que nadie quitó las flores que te traje la última vez.Eso es un alivio porque me hubiera peleado abiertamente con cualquiera que se atreviera a hacerlo.—Una pequeña sonrisa se dibuja en sus labios ante ese hecho, aunque al final el gesto acaba tiñéndose de cierta melancolía—Como sospeché la nieve ya las cubrió por completo y están algo marchitas, así que me alegro de haber traído estas.Espero que te gusten.Ciertamente no son las más lindas y ya que vine corriendo están algo calvas, pero eran las más decentes que tenían en pleno invierno en el puesto cerca de la base.Sus pétalos son muy vistosos de todas formas, ¿no? Ojalá pudieras verlos...

Su respiración tiembla ligeramente debido a un repentino ataque de emoción que sacude sus cimientos.Le son precisos un par de minutos para recuperarse después de eso.

—Allá dónde estés, espero que sus colores te lleven algo de calidez y belleza para que sepas que sigo pensando en ti cada día.Y lo haré hasta el día en que nos volvamos a encontrar, ¿lo sabes, no?

Como siempre, no hay más que silencio como respuesta.Pero es increíble como el solo hecho de hablarle, aún sabiendo que no puede oírlo, le da ganas de acurrucarse en su lugar y descansar su cuerpo magullado.El peso que cargó sobre sus hombros durante los últimos días finalmente parece estar cediendo.

Jinho ya no sonríe tanto como antes.Pero contrario a lo que cualquiera pudiera pensar, eso no es algo malo.Todos los que lo conocen saben que eso es solo signo de su madurez emocional.

Le tomó mucho tiempo y esfuerzo dejar de mirar hacía el pasado.Y necesitó de mucha más capacidad de resiliencia para darse cuenta de que no estar bien a veces está bien, que apoyarse en los que te rodean es algo que los adultos también hacen y eso es parte de lo que nos hace humanos.

Meter todo en una caja y esconderlo bajo nuestra cama lastima.En cambio, perdonar, procesar el dolor y la pérdida, es lo que nos hace crecer.

A pesar de que quizás no sea el mismo chico sonriente que fue en la secundaria, Jinho está comenzando a encontrar su lugar en el mundo como un adulto.Tiene un trabajo estable, un lindo departamento, una novia a la que ama con todo su corazón y personas que lo quieren.Las cosas están cayendo en su lugar poco a poco.

The list » JinhoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora