20: la bufanda roja y los por qué.

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—Te lo juro, es lo que sucedió.

Yuto alza las cejas y patea una de las pequeñas piedras sobre la acera.

—¿Sabés que Jiwoo va a matarte si se entera de que le hablaste, cierto?

—La clave de lo que acabas de decir es “si se entera”.—Jinho chasquea sus dedos y sonríe—No va a hacerlo.

—Estoy feliz, no me malentiendas, pero...quisiera saber por qué pasas todas estas molestias y problemas por una chica.—El japonés frunce el ceño, pensativo—Sé honesto.Podrías tener a cualquier otra chica, ¿por qué Hara? Ella...fabrica su propia ropa, la mayoría con aspecto bastante masculino, y mide tres metros más que tí.Además, es la hermana mayor de Hyunggu y sabes que tendrás problemas con él si le rompes el corazón cuando te aburras, como siempre lo haces.

—Yuto, ¿conoces la definición de amor superficial?

La pregunta de su mejor amigo lo toma por sorpresa.

—¿Amor superficial?

—El amor superficial se basa únicamente en la apariencia.No digo que la apariencia no sea importante, pero la belleza es subjetiva y ahí está el punto.Hara puede no parecerte hermosa a tí o a la mayoría, pero para mí lo es, y eso está bien.—Niega—Y no voy a aburrirme.No funciona así.Esta vez es diferente.Ella...de verdad me provoca querer conocerla, Yuto.Me hace querer saber qué tipo de cosas le gustan, qué cosas odia, qué temas espirituales y profundos le gusta tocar cuando se asfixia con lo cuadrada que es la realidad.Es más que apariencia o algo que pasa por la superficie, ¿comprendes?

—Yo sólo digo que puedes estar idealizandola y que van a golpearte por esa chica, lo cual no sé si vale la pena.Quiero apoyarte, lo sabes, pero...¿qué tal si todo esto es un capricho?—Yuto saca un pañuelo de su bolsillo y suena su nariz—Mírate, pareces un tonto narrando la historia del walkman y hablando sobre los lunares en su rostro, amigo.Incluso los contaste...

—Eran siete en total.—Ríe.

—¡¿Lo ves?! Creo que estás perdiendo la cabeza.Voy a necesitar altas dosis de insulina después de charlar contigo.

Jinho se adelanta y comienza a caminar de espaldas, enfrentándolo.

—De acuerdo, ¿quieres saber por qué me gusta Hara?

Adachi lo mira con obviedad.

—Pues sí, me gustaría saberlo.

El mayor asiente, ajustando la vicera de su gorra.

—¿Recuerdas el año pasado, durante la época en la que estaban entregando los regalos por parte de amigos invisibles en la escuela?

—Oh, por favor.Ni me hagas recordar esa tontería infantil...

—¡No, no, escucha! Mi abuela había muerto diez días antes.¿Recuerdas lo mal que estaba?

Yuto hace una mueca.

Por supuesto que lo recuerda.

Nunca había visto a su amigo de aquella manera.La sonrisa que siempre lo caracterizaba y el brillo en sus ojos había desaparecido por completo, dejándolo como un cascarón.Pasaron días sin que se levantara de la cama y bajó de peso debido a que no comía casí nada.Hyunggu y él se habían preocupado mucho por su bienestar debido a que, a pesar de que siempre se mostraba como una persona alegre y efusiva, ambos sabían que Jinho era propenso a tener picos de depresión.La muerte de su abuela fue el detonante de uno de lo más grandes que tuvo.

—Lo recuerdo, sí.—Se limita a responder.

—Esa mañana ustedes prácticamente me obligaron a ir a clases.Yo creía que el asunto del intercambio de regalos anónimos era una tontería, así que ni siquiera me preocupé en preparar algo.Resultó ser que, a pesar de todo pronóstico, alguien dejó su paquete en mi casillero.Al principio pensé en tirarlo porque no tenía ánimos para ver qué contenía.Sin embargo, acabé por abrirlo.¿Puedes imaginar lo que había adentro?

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